Desconocidas - Albalia (G!p +18)

30. Celos

DIAS DESPUES

El tiempo se había pasado volando después del susto que me llevé al creer que estaba embarazada, ahora me encontraba en mi casa esperando a Natalia, que al fin volvía de Londres, para irnos al aeropuerto, ya que había llegado la fecha de la boda de Elena. Scott sí me había dado permiso de ausentarme un día, Bárbara, la nueva chica que trabajaba en la oficina, había resultado muy eficiente y de inmediato se puso al corriente de las cuentas, incluso consiguió un par de clientes nuevos, así que no hubo ningún problema para librar ese día.

Cuando escuché que tocaban la puerta mi corazón se aceleró, un mes alejadas había sido una eternidad, a pesar de que a diario hablábamos y nos veíamos frecuentemente por discord, pero no era para nada lo mismo a sentirla, olerla, tocarla y demás. Abrí y la recibí con un gran abrazo, nos besamos desesperadamente, su sabor era realmente exquisito, mucho mejor a como lo recordaba y mi cuerpo se estremeció al sentir sus brazos rodearme y sus manos acariciando mi espalda en tanto yo le acariciaba el cuello y su pelo, cortamos el beso hasta que ya no podíamos respirar. Natalia tomó mi rostro con sus manos.

– Hola corazón, me alegra tanto volver a estar contigo, te extrañé horrores.
– Yo también te extrañé muchísimo, cariño.
– Este fin de semana será inolvidable, lo prometo – me dio un beso en los labios – vamos.

Cogió mi maleta y bajamos, volvimos a besarnos en el ascensor mientras con nuestras manos acariciábamos nuestros sexos encima de la ropa, anhelaba que me hiciera suya en ese momento, pero teníamos el tiempo justo. Salimos del edificio y nos estaba esperando un taxi, el chofer subió mi maleta al maletero y luego de subir, arrancó. Después de poco más de media hora llegamos al aeropuerto, registramos las maletas y caminamos a la sala de espera, yo me senté y Natalia fue a comprar unos dulces.

– ¡Alba! – escuché que me dijeron y levanté la vista.
– ¡Carlos! – exclamé al ver al chico que me miraba con una gran sonrisa.
– El mismo, joder, que sorpresa, cuanto tiempo, déjame darte un abrazo – dijo y me levanté del asiento – dios, que guapa estás.
– Gracias, tú siempre tan amable.
– No es amabilidad mujer, es la pura verdad – exclamó separándose, pero sosteniéndome de las manos – de verdad luces maravillosa y radiante.
– Porque la felicidad se refleja en la cara – exclamó Natalia bastante seria y yo retiré mis manos, entonces Natalia me abrazó por la cintura acercándome a su cuerpo – y Alba y yo somos muy felices, ¿verdad, mi amor?, por cierto, ¿no me vas a presentar? – agregó con tono enfadado.
– Sí, claro, Carlos, un ex compañero del instituto, ella es Natalia Lacunza... – no pude decir que era mi novia, Carlos sabía de mi relación con Issac y además se llevaban muy bien, había estado en mi fiesta sorpresa de cumpleaños hacía dos años.
– Su novia – añadió aún más enfadada.
– ¿Lacunza?, ¿eres hermana de Santi?
– Sí – respondió en tono seco.
– Encantado de conocerte, admiró mucho a tu hermano, de las mejores personas que me he podido cruzar – dijo y le extendió la mano.
– Gracias, los Lacunza siempre somos los mejores en todo lo que hacemos – respondió estrechándole la mano de mala gana y la retiró casi de inmediato.
– Alba, me dio muchísimo gusto verte, suerte en tu viaje.
– Gracias Carlos, cuídate y buen viaje.
– Hasta luego – dijo incómodo y ya ni siquiera me dio la mano y se alejó.
– Es increíble, te dejo sola dos minutos y cuando vuelvo te encuentro muy cariñosa y de lo más feliz con un tipo cualquiera que después te... te coge de las manos como si nada.
– No era un tipo cualquiera, fuimos juntos a la preparatoria y solíamos ser amigos, no estaba intentando besarme como la tal amiga tuya, ni me coqueteó en tu cara.
– "De verdad luces maravillosa y radiante" – exclamó imitando su voz – ¿crees que soy idiota?, eso es coquetear aquí y en China.
– Era un cumplido de amigos, verdaderos amigos no como tu "amiguita", que casi se te echa encima en plena calle, ya me imagino que clase de amigas erais.
– ¿Y por qué la juzgas?, al menos ella no tenía novio cuando se acostó conmigo.