Yoongi tenía un puchero pronunciado mientras se miraba al espejo; tres doncellas se encargaban de maquillarle y colocarle diferentes productos aromáticos para el cuidado de su piel, así como otras dos estaban bastantes concentradas en el cabello gris el cual habían tenido que recortar.
A su lado estaba Taehyung, el menor le veía con una pequeña sonrisa de superioridad pues él ya se encontraba completamente listo, mientras que Yoongi todavía le faltaba que terminaran con el peinado.
—Deja de sonreír —refunfuñó Yoongi, dando un suspiro de alivio cuando por fin habían dejado su rostro en paz.
—Luces increíble, Hyung —halagó el castaño—. Como todo un príncipe.
El leñador arrugó la nariz al escuchar aquello. —Estoy lejos de ser uno.
—Para mí lo eres —la sonrisa en Tae aumentó, sus ojos brillando en admiración por su querido amigo—. Un auténtico príncipe.
Yoongi desvió la mirada para no ver el sonrojo que se instauró en sus mejillas tras las palabras de su amigo; todavía podía sentir el suave balanceo del cepillo que se encargaba de arreglar su cabellera, no pudiendo evitar empezar a mover los pies, denotando impaciencia.
—Disculpe... —una de las doncellas le miró a través del espejo—. ¿Falta mucho?
—Espera un minuto más y te dejaremos libre —prometió con amabilidad y Yoongi asintió.
A como pudo movió el cuello; la tela de aquel lujoso traje le estaba irritando un poco, sin contar con el hecho de que era ridículamente extravagante. Aunque debe admitir que le gustó mucho; era de un bonito celeste con acabados de plata que nunca pensó tendría la oportunidad de usar, las botas altas de color blanco también se le hicieron bonitas, y los guantes que cubrían sus manos tenían una suavidad que casi le provocó suspirar.
Sus ojitos se ampliaron cuando una de las doncellas le colocó un adorno en la cabeza. Parecía una corona, pero mucho más recatada, tenía pequeñas flores de diamantes blancos incrustadas, dándole más suavidad a su piel y mayor profundidad a su mirada.
—Ya está listo —anunció Suran, una sonrisa tranquila adornando sus hermosas facciones.
Yoongi se puso de pie con movimientos torpes y temblorosos, caminó a través de la lujosa habitación notando con sorpresa la comodidad del traje que llevaba puesto. Giró en su eje un par de veces y soltó una pequeña risita al notar los pequeños brillos que sus ropajes daban bajo las tenues luces, descubriendo que realmente le gustaba como lo habían dejado.
Esperaba que a Jimin también le gustara.
—¿Te sientes cómodo? —indagó Suran, sintiéndose orgullosa por el trabajo de sus doncellas.
El peligris asintió animado. —Es bastante cómodo, gracias.
Taehyung corrió hasta su amigo y le jaloneó con fuerza; el baile ya había dado comienzo por la música que se colaba hasta la habitación en la que estaban y el menor ya quería estar ahí tomando la mano del cascarrabias de Jungkook.
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CRYSTAL SOUL | YM
FanfictionDe la lágrima derramada de la mágica luna azul en una noche de tormento, es que esta mágica historia da comienzo. Jimin es el príncipe heredero al trono de Cristal. En su corazón contiene la magia que mantiene vivo al reino y sus habitantes. Es cáli...