Ambos jóvenes permanecían en silencio mientras sentían como los nervios hacían acto de presencia en sus cuerpos. Jimin se atrevió a levantar un poco su tímida mirada, pero solo bastaron segundos para que volviera a bajarla.
Kim Namjoon estaba sumamente molesto, y ambos traviesos lo sabían.
El peliazul sobaba sus manos con delicadeza, recordando aquel hermoso calor ajeno que cubrió cada centímetro de ellas. Una pequeña sonrisa involuntaria surcó su sereno rostro, y aunque sabía la gravedad de las cosas, y de que había roto muchas reglas, no se arrepentía. Después de todo, su corazón no había sufrido ningún daño, estaba feliz y lo único que deseaba era volver a ver a aquel tímido peligris.
Jungkook por otro lado estaba aterrado. Si su padre daba miedo en su versión serena, no quería conocer la molesta. dio un pequeño brinco involuntario en su lugar cuando Namjoon tomó su hombro derecho de manera firme. Sabía que estaba en problemas, pero no se arrepentía. Después de todo, no siempre tenía la diversión que había tenido en aquellas pocas horas. Y al ver la tenue sonrisa en el príncipe, supo que tampoco él se arrepentía.
Sonrió con travesura haciendo al general bufar.
—¿Saben lo que han hecho? —empezó el moreno—. Las reglas que nuestra deidad formó para mantener el orden en el reino fueron para cumplirse. El príncipe no puede bajo ningún motivo abandonar la seguridad del castillo —les recordó con el ceño fruncido—. Tú Jungkook —apuntó a su hijo—, tu deber es cuidar de su majestad. No exponerlo, ni mucho menos inculcarle ideas locas que pueden ser catastróficas para todos.
—Pero padre...
—¡SILENCIO! —el grito del general cayó todo lo que el pelinegro tenía para decir y estremeció el pequeño cuerpo del príncipe de manera poco agradable.
Jimin suspiró sintiendo como las pequeñas lagrimas se acumulaban en sus ojos. Sabía que el general tenía razón, lo que habían hecho era una completa insensatez y no pensaron en nada, ni siquiera en el reino. Sus actos fueron egoístas y había perdido por completo el conocimiento de su creación.
Porque la vida de él no le pertenecía. Su nacimiento tenía como único objetivo el bienestar del reino y sus habitantes. No tenía derecho a decidir, solo cumplir con lo que su madre había prometido a sus hijos milenios atrás. Un medio para un fin, el cual, no podía fallar.
Y había fallado. Había fallado desde que sus sentimientos se interpusieron con la razón, había fallado desde que despertó de su largo sueño por escuchar aquella voz, había fallado por permitirse conocer un mundo que desde un principio estaba prohibido para él... pero sobretodo, había fallado al creer que tenía los mismos derechos y privilegios que gozaban los humanos.
Descubrir...
Reír...
Molestarse...
Equivocarse...
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CRYSTAL SOUL | YM
FanficDe la lágrima derramada de la mágica luna azul en una noche de tormento, es que esta mágica historia da comienzo. Jimin es el príncipe heredero al trono de Cristal. En su corazón contiene la magia que mantiene vivo al reino y sus habitantes. Es cáli...