𝐁𝐚𝐝 𝐑𝐨𝐦𝐚𝐧𝐜𝐞 |Yᥲᥒdᥱrᥱ Hιsokᥲ, Yᥲᥒdᥱrᥱ Iᥣᥣᥙmι, Yᥲᥒdᥱrᥱ Chroᥣᥣo|

༻⎝░⎠༺ ᥒᥲᥒᥲ/shιᥴhι ༻⎝░⎠༺

—¡Killua, ¿por qué hiciste eso?! —Gon se agachó junto a Ume, que estaba inconsciente.

—Si no lo hubiera hecho, ella habría muerto —respondió mirando a Hisoka, que tenía una sonrisa divertida en la cara—. Mi hermano y tú fueron los que asesinaron a su familia, ¿no?

—Sí, pero su tía logró salvarla. Illumi la buscó por los alrededores, pero jamás dio con ella. Seguro estará feliz de saber dónde y con quién se encuentra ahora.

—Hisoka, ¿acaso planeas matarla? —preguntó Gon.

—No tengo ningún interés en ella, pero Illumi es otro caso, no le gusta dejar las cosas a medias. Él vendrá por ella, lo saben, ¿o no? Odiaría que te terminara matando por defenderla, aún no es tu turno, Gon, así que, ¿por qué no me la entregas ahora y te libras de eso? —Extendió sus brazos, listo para recibirla.

—¡Jamás! —respondió sin dudar—. Es mi amiga ahora y no dejaré que la lastimes. Si quieres hacerle daño, entonces... ¡tendrás que matarme primero! —Lo miró directo a los ojos, determinante, sin una pizca de vacilación.

Hisoka sonrió y se lamió los labios mientras sentía un cosquilleo recorrer su cuerpo.

—Eso... Esa mirada... Ah~ Gon, no puedo esperar a nuestra pelea.

A pesar de sus expresiones y sonidos lascivos, los chicos no flaquearon ni se asquearon.

—Muy bien —dijo casi en un susurro—, entonces veamos si puedes mantener esa promesa. —Se dio la vuelta y se sentó en el suelo—. Sin embargo, no los dejaré pasar de aquí hasta que estén listos.

Iban a objetar, pero apareció Wing, el maestro de Zushi, quien les dijo que les enseñaría a usar nen.

Gon cargó sin dificultad a Ume, y Killua, antes de irse, habló con Hisoka.

—¿Le dirás de esto a mi hermano? —preguntó sin voltearlo a ver.

—Bueno, quién sabe~. —Sonrió.

—Si Gon gana la pelea, no le dirás de esto, y si la pierde, entonces podrás hacerlo. —Estaba a punto de irse, pero la voz de Hisoka lo detuvo.

—Si Gon pierde, además de decirle, me uniré a Illumi para cazarla.

Killua apretó los puños y lo miró de reojo.

—Haz lo que quieras, de todos modos Gon ganará —y habiendo dicho eso, se fue por fin.

❛ ━━━━━━･❪ ❁ ❫･━━━━━━ ❜

Ume Ikeda

«No lo acepto, no lo acepto, no lo acepto. ¡Definitivamente no lo acepto!», pensaba mientras me paseaba por la habitación en la que estaba con Gon. Mordía mis uñas y jalaba mis cabellos de la impotencia.

Desperté al día siguiente de que Killua me golpeara, y en cuanto lo hice, él me prohibió salir de la habitación y dejó que Gon me cuidara, ya que él también tenía prohibido salir a ver las peleas.

No sólo me molestó el hecho de que me dejaran encarcelada, sino también que me detuvieran cuando estaba por atacar a ese sujeto. Ellos sabían lo que me había hecho, entonces no entendía porqué me detuvieron.

—Uhm... Ume, ¿quieres algo de comer? —preguntó Gon.

—¿Eh? Oh, sí, supongo que sí —respondí, tratando de no sonar enojada.

—¿Qué quieres?

—Lo que sea.

—Bien, entonces regreso en un momento. Y Ume, por favor no salgas. —Fruncí el ceño—. Lo digo en serio. No queremos encerrarte, pero Hisoka es muy peligroso y podría hacerte daño si te llega a ver de nuevo. Es egoísta, pero prométeme que no saldrás de aquí hasta que todo termine.

Pude haberle mentido en ese momento. Sabía que Gon no dudaría de mí, pero aprovecharme de esa inocencia y confianza no iba conmigo. Si fuera Killua, hubiera sido más fácil engañarlo, aunque dudo mucho que me creyera. Era bastante perceptivo.

—No puedo Gon, el asesino de mi tía y probablemente de mi tío está ahí afuera, a mi alcance. Lo que más quiero ahora es confrontarlo, hacerlo pagar. No puedo ni quiero quedarme sin hacer nada.

—Por favor, sólo espera un poco más, te lo pido. —Juntó sus manos y me miró suplicante.

—Gon... —Traté de negarme, pero el verlo tan preocupado me hizo ceder—... Bien, me quedaré aquí. —Suspiré.

Su expresión se relajó y me sonrió.

—Gracias, Ume. Ahora sí me voy. ¡Prometo no tardar mucho! —Abrió la puerta y salió de inmediato por esta.

Derrotada, me dejé caer al suelo, repitiendo una y otra vez en mi cabeza.

«Tranquila, no desesperes. Este no es el final. Ya habrá muchas otras oportunidades para vengarte. Tarde o temprano volverás a cruzarte con él».

Si hubiera sabido que no era cierto, hubiera roto mi promesa e ido directamente a buscarlo.