𝐁𝐚𝐝 𝐑𝐨𝐦𝐚𝐧𝐜𝐞 |Yᥲᥒdᥱrᥱ Hιsokᥲ, Yᥲᥒdᥱrᥱ Iᥣᥣᥙmι, Yᥲᥒdᥱrᥱ Chroᥣᥣo|

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—Estamos bajo tierra, la fachada de este lugar es una cabaña vieja, la puerta es de acero, hay cámaras dentro y fuera de las habitaciones, y hay dos asesinos custodiando el lugar, pero fuera de eso, no es tan difícil escapar —murmuró—. Si no fuera por esos dos y la puerta...

Ume estaba paseando en la habitación, pensando y buscando algo que la ayude a escapar.

«Usar nen está descartado, al menos para pelear, pero tal vez podría usarlo para escapar... Pero lo más probable es que ellos lo noten de inmediato y quién sabe qué me harían si lo descubren».

Sus pensamientos se vieron abruptamente interrumpidos cuando la puerta de la habitación de abrió.

Hisoka entró con confianza y caminó hasta ella.

—La cena está lista. —Le sonrió.

—Debes tocar la puerta antes de entrar al cuarto de una mujer.

Hisoka sonrió y se inclinó. Puso sus manos sobre la cama, a cada lado de la cintura de Ume, lo que la obligó a inclinarse hacia atrás para que sus rostros no estuvieran demasiado cerca.

—A-aléjate ahora.

—¿Y si no quiero? —Se inclinó aún más.

Ume estaba casi acostada y si él se seguía acercando, terminaría acostada y más vulnerable.

Hisoka estaba disfrutando verla tan nerviosa, no pudo evitar querer intimidarla más.

—Hisoka. —La voz de Illumi, quien estaba en el marco de la puerta, lo hizo enderezarse y voltear a verlo.

—¿Sí?

—Me mandaron nueva información. Debemos salir a revisar esto —y luego de decir eso, salió de la habitación.

Hisoka suspiró y la miró.

—Hablaremos después, cariño. Ahora esperamos que no salgas de aquí hasta que regresemos.

—No veo cómo podría.

Hisoka sonrió y le agarró el mentón.

—Pero aunque logres hacerlo, no nos costará encontrarte, y tal vez así podamos pelear un poco más.

Ume le apartó la mano de un golpe y lo miró seriamente.

—La próxima vez atacaré para matar, tenlo por seguro —dijo determinada, lo que hizo emocionar al mago.

—Lo estaré esperando.

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«Es una trampa. Debe ser una trampa. No me dejarían aquí sola sabiendo que fácilmente puedo usar gyo o ko para salir de aquí. Pero por otro lado no puedo dejar pasar esta oportunidad. Si derribo la puerta podré ir en busca de Kurapika y mi tío, pero si me atrapan no sé qué harían conmigo».

Ume se encontraba frente a la puerta de acero, viéndola y mordiendo sus uñas mientras pensaba en la situación en que se encontraba.

«¿Y si ellos regresan y yo todavía no tomo la decisión? Tal vez están hablando allá afuera, tal vez sólo están esperando que salga o tal vez de verdad se fueron. ¿En serio esta es la única salida?».

Se alejó de la puerta y se dirigió a las habitaciones de aquellos dos asesinos, buscando alguna otra salida.

Se encontró con unas ventilaciones, pero estas eran demasiado pequeñas para que pudiera caber ahí, a parte de eso, no halló nada más.

Regresó a su habitación y se dejó caer rendida en la cama.

Los riesgos eran demasiado altos como para arriesgarse a salir por la puerta. Ella no era rival para ellos.