⚠️༻⎝░⎠༺ ᥒι jᥙᥙ go ༻⎝░⎠༺⚠️

623 55 1
                                    

Este capítulo contiene abuso sexual, si no estás cómodo con eso, puedes saltar al siguiente capítulo.

Ume Zoldyck

—¿A-amor? ¿De qué estás hablando? ¡No hay forma de que logres manipularme porque yo jamás te amaré!

Agarré las sábanas de la cama, pateé a Illumi y luego me cubrí con estas.

—¿No piensas ceder? Entonces primero me aseguraré de que no puedas pelear.

De su bolsillo delantero sacó un par de agujas que lanzó hacia la sábana, justo a ambos lados de mi cadera, y estas se clavaron con fuerza en la cama. Por la fuerza de las agujas quedé acostada y rápidamente traté de quitarlas para usarlas como arma.

Illumi se cernió sobre mi cuerpo y me tomó de las muñecas. Las apretó tan fuerte que estuvieron a punto de romperse.

—Le prometí a mi padre que las primeras semanas intentaría ser suave contigo, pero no dudaré en lastimarte si no obedeces.

Apreté mis manos contra mi pecho, soltando pequeños gimoteos de dolor. Me negaba a llorar, no quería verme humillada de esa forma.

Puso sus manos sobre mi cuello y empezó a ahorcarme. Abrí mis ojos de par en par, comencé a patalear y traté de quitar sus manos a pesar de lo mucho que me dolían las mías.

—I... Illu...

Abrí mi boca, queriendo meter oxígeno a mis pulmones, y eso sólo hacía que me doliera la garganta.

Poco a poco, mi pelea fue cesando y mi consciencia se fue desvaneciendo. Sólo fue hasta que estuve a punto de desmayarme que Illumi dejó de ahorcarme.

Aspiré con fuerza y tosí. Luego de haber recuperado suficiente aire, me sentí muy debilitada.

Illumi me quitó la sábana y la arrojó fuera de la cama. Después empezó a quitarse su ropa con calma total.

Mis manos estaban completamente flácidas sobre mi cabeza y el dolor punzante en ellas no se detenía. Mi garganta estaba demasiado lastimada por haber gritado tanto y porque Illumi me estuvo ahorcando. Lo único que podía utilizar ahora para alejar a Illumi eran mis piernas, pero incluso estas se sintieron extrañamente débiles.

«Esto no es normal. Incluso si mi cerebro dejó de recibir oxígeno durante unos segundos, no debería debilitar mi cuerpo de esta manera».

—¿Q-qué me hi-hiciste?

—Ordené a los sirvientes que colocaran una vela especial antes de que llegaras. Tardó demasiado, pero parece que ya está haciendo efecto. Eres más resistente a los venenos de lo que creí, aunque no lo suficiente.

—¿V-veneno?

Una vez que se quitó la ropa en la parte superior, procedió con la inferior.

—Sólo te debilitará por un rato, no te hará más daño.

Intenté moverme, pero el cuerpo me pesaba. Era como mover una roca gigante, imposible de hacer.

Me sentí tan desesperada que esta vez lloré sin importarme que Illumi estuviera ahí.

Aventó su ropa junto con la mía y se subió a la cama.

Me abrió las piernas sin ningún esfuerzo y se puso en medio de estas.

—No... por favor, no.

Me ignoró y frotó su miembro contra mi entrada, a veces metiendo sólo la punta. Luego fue metiéndose poco a poco, hasta que ya no pudo más.

—Duele...

Mi cavidad nunca había sido estirada de esa forma, y por primera vez que algo de ese grosor estaba tratando de meterse, trataba de rechazarlo.

Empujó unas cuántas veces hasta que suspiró, sabiendo que no podría pasar.

Se quitó de encima mío y bajó de la cama.

Me sentí aliviada, creyendo que decidiría dejarme en paz, pero luego escuché un cajón abrirse y cosas removerse.

Illumi volvió a subirse a la cama, y esta vez traía una botella con algún líquido rojo.

—¿Qué vas a hacer? ¿Qué es eso?

—Estás demasiado seca, necesito que estés lubricada para poder pasar.

Abrió la botella y vertió ese líquido en su mano. Lo puso sobre su miembro y volvió a verter un poco en su mano para ponerlo sobre mí.

Solté un grito al sentir sus dedos recorrer mi abertura desde adentro hacia afuera.

Cerró la botella y la dejó sobre un buró. Luego volvió a abrirme las piernas y presionar su miembro en mi intimidad.

Esta vez no se demoró en frotarse, sino que entró de una sola estocada.

Grité entre adolorida y sorprendida. No podía creer lo mucho que dolía y lo fácil que mi cuerpo lo había dejado pasar.

—¡Basta!

No se molestó en siquiera darme un respiro y empezó a embestir con rapidez.

Apretó mis piernas con fuerza y dejó escapar pequeños suspiros que sonaban casi como jadeos.

Me puso de lado, colocó una de mis piernas sobre su hombro y siguió moviendo salvajemente sus caderas.

Grité sin importarme el ardor de mi garganta y que probablemente a la mañana siguiente me quedaría afónica.

La cama chocaba contra la pared y el sonido que hacía era casi parecido al que hicieron sus caderas al chocar contra las mías.

—¡I... Illu... Illumi! ¡D-detente ya! ¡Mgh! ¡Por favor... para!

La habitación empezaba a calentarse, o tal vez fue mi cuerpo el que lo sintió así. Mi piel se cubrió de sudor y me temblaban las piernas, aunque no sé si fue por el efecto de la vela o por la pequeña sensación de placer que comenzaba a crecer con cada embestida de Illumi.

Odiaba lo que estaba haciendo conmigo, y quería que mi cuerpo lo odiara también, pero este empezó a sentir placer, tal vez para distraerse del dolor aún presente.

Pasado un buen rato, Illumi se volvió errático con sus movimientos. Bajó mi pierna y pegó su pecho al mío.

Sentí su cálido aliento sobre mi oreja, y minutos después dejó salir un líquido caliente y viscoso.

Cerré con fuerza los ojos al saber de qué se trataba, y rogaba ser estéril para no darle lo que quería.

Se separó de mí, cerró mis piernas y me hizo acostarme de lado. Sacó ropa nueva del armario, se cambió y luego se marchó sin decir una sola palabra.

Lloré gran parte de la noche hasta que no aguanté más y me quedé dormida.

𝐁𝐚𝐝 𝐑𝐨𝐦𝐚𝐧𝐜𝐞 |Yᥲᥒdᥱrᥱ Hιsokᥲ, Yᥲᥒdᥱrᥱ Iᥣᥣᥙmι, Yᥲᥒdᥱrᥱ Chroᥣᥣo|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora