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Illumi abrió las puertas y condujo a sus aliados temporales y a Ume hasta su casa.

Una vez ahí, los dejó esperando en la sala.

—Mi padre viene en camino junto a tu tío.

Ume lo miró con una mezcla de emoción y miedo. Sabía que faltaba poco para que empezaran con su plan de torturarla, pero le emocionaba volver a ver a su tío.

No mucho después se empezaron a escuchar pasos y pronto aparecieron los Zoldyck y Enoch.

—¡Tío! —gritó y se paró del sillón en el que estaba, pero cuando quiso acercarse, Illumi la detuvo y la amenazó con una de sus agujas.

—Ume... —Su tío trató de acercarse, pero Silva puso una mano sobre su hombro, y entonces se mantuvo quieto.

—¿Es ella, padre? Se ve bastante patética —habló Milluki.

—Ume Ikeda, he escuchado mucho de ti —dijo Silva.

—Lo mismo digo —respondió con odio en su voz.

Silva sonrió ante eso.

—Deberíamos comenzar con esto.

Todos los que estaban presentes se sentaron en los sillones, con Silva en el sillón principal y Enoch junto a Kikyo, con ella apuntando un arma en su dirección como amenaza de no hacer nada tonto.

Illumi jaló a Ume y la obligó a sentarse mientras él hacía lo mismo.

Tragó saliva y se preparó para lo peor. Seguro su muerte sería lenta y muy agonizante, y estaba aterrorizada por eso.

—Ume Ikeda.

Cerró sus manos en puños y lo miró con evidente nerviosismo, su cuerpo empezó a temblar y su corazón se aceleró.

—Tu tío y yo acordamos un matrimonio entre tú y mi hijo mayor Illumi.

Ume tardó un momento en comprender lo que había dicho.

—¿Qué...? ¿Matri... monio...? —Miró a Illumi, alarmada—. ¿E-es una broma? ¿Tú estás de acuerdo con eso? ¡Somos enemigos, no podríamos...!

—Estoy de acuerdo —interrumpió.

Ume vio a todos los que estaban ahí. Milluki, Kikyo, Hisoka y su tío no parecían estar de acuerdo con eso; mientras que Kalluto, Chrollo e Illumi parecía que no les importaba.

—No... ¡Yo no lo acepto! —Trató de levantarse, pero fue detenida nuevamente por Illumi.

—Te volverás parte de la familia Zoldyck, serás la nueva líder de la familia Ikeda y tendrás un hijo para ambas familias.

—No, no, eso no pasará. No me casaré con nadie a quien no ame ni tendré a su hijo. Y mi tío es el líder de los Ikeda, nadie más asumirá ese puesto a menos...

—Que decida abandonar su puesto o muera, entonces tú serías la única heredera de todos los bienes y alianzas de los Ikeda.

—No estarán planeando... ¡Tío, no puedes aceptar algo así!

—Ume, no estoy dispuesto a perderte también. Les hice una promesa a tus padres en sus tumbas, les dije que no te dejaría morir, que sacrificaría lo que sea necesario para mantenerte a salvo.

—¡Jamás estaré a salvo estando con esos asesinos! ¡Ellos mataron a mis padres, a Zenda, a mi tía, ¿y ahora me pides que me case con uno de ellos?! ¿¡Y qué pasará contigo!?

—Yo moriré después de dejarte a cargo de la familia.

—¡No puedes morir así! ¡Debe haber otra forma! ¡Nosotros dos podemos...!

—¡Ume, no hay otra forma! —gritó de repente, haciendo exaltar a su sobrina—. Si los hubiera perseguido y asesinado cuando mataron a tus padres, esto no estaría pasando ahora. Los dejé escapar y sufro las consecuencias de eso. Si no aceptas, te torturarán hasta que estés al borde de la muerte, pero siempre se detendrán cuando estés a punto de morir y cuando te hayas recuperado volverán a comenzar, pero si aceptas casarte con él, entonces no te harán daño.

—Pero tú morirás...

—Moriré de una forma u otra, así que prefiero morir sabiendo que tú seguirás viviendo a salvo.

—No puedo hacerlo. No quiero perderte y no quiero casarme.

—No te preocupes, te acompañaré hasta el final. —Sonrió, tratando de reconfortarla, pero Ume se sentía terrible con la decisión de su tío.

—Ahora que resolvimos eso, Chrollo, es un gusto conocerte —habló Silva.

—Ya me dijeron para qué me necesitan —dijo el susodicho.

—Te pagaremos en cuanto esté hecho, y también conseguirás una nueva habilidad.

Chrollo se levantó junto a Silva, Kikyo y Enoch.

—Volveremos en un momento —dijo Silva y todos salieron junto a él.

—Que maravillosa noticia, Illumi. Lograrás sentar cabeza al fin —comentó Hisoka de repente—. Conseguiste una prometida muy hermosa, que suerte, ¿no crees?

Ume lo maldijo en silencio y lo fulminó con la mirada, lo que hizo a Hisoka sonreír con lascivia.

Illumi no se molestó en contestarle y se quedó de brazos cruzados y con los ojos cerrados.

Poco después regresaron con su tío a la sala, pero había algo diferente en él.

—Como parte de nuestro trato, Enoch aceptó otorgar su poder a Chrollo y dejarlo usar contra él —habló Silva.

—¿¡Qué!? —Nuevamente intentó levantarse, y esta vez Illumi la jaló y apretó el brazo con más fuerza, haciéndola quejarse un poco.

Enoch, al ver eso, apretó los dientes y le dirigió una mirada de odio.

—Y la condición sería que no le harían daño —recalcó Enoch.

—Si será su esposa, necesita aprender muchas cosas, e Illumi, como esposo, debe enseñarle de la manera que crea correcta —habló Kikyo—. Y por supuesto yo también participaré en eso. No saldrá lastimada si obedece, pero si se niega entonces se utilizará la fuerza.

—Dijeron que no le harían daño —habló en un gruñido.

—Y no lo haremos, siempre y cuando aprenda a comportarse y obedecer. —Sonrió con malicia, lo que hizo que Enoch apretara los dientes y los puños.

—¡Están incumpliendo nuestro contrato!

—Un trato con un hombre muerto es inválido —le respondió.

—¿Qué di...?

Todo pareció ir en cámara lenta desde la perspectiva de Ume. Primero su tío se acercó enojado hacia la madre de Illumi, y poco después el padre de Illumi se colocó detrás de él y le atravesó el pecho, sacando poco después su corazón aún latiente.

Enoch giró su cuerpo y vio a su sobrina a los ojos, pensando en lo tonto que había sido en el pasado, cuando dejó escapar a los Zoldyck, y ahora, que creyó que respetarían su trato. Perdió a su hermano, su esposa y entregó a su sobrina a los asesinos. Había sido engañado y estaba muriendo.

Ume gritó y trató de correr hacia su tío, pero Illumi no la dejó ir. Y poco después Enoch cayó muerto al piso, manchando la alfombra de la sala con su sangre.

𝐁𝐚𝐝 𝐑𝐨𝐦𝐚𝐧𝐜𝐞 |Yᥲᥒdᥱrᥱ Hιsokᥲ, Yᥲᥒdᥱrᥱ Iᥣᥣᥙmι, Yᥲᥒdᥱrᥱ Chroᥣᥣo|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora