El Diario De Mathew Gray- Jean León

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—¿Los vampiros se pueden reproducir?.

Jean miró confundido a Allison que se encontraba acurrucada entre su pecho y brazo.

—¿A qué va la pregunta?.

—No sé... Simple curiosidad.

—Pues— carraspo un poco mientras miraba como la joven cerraba sus ojos y escondía su rostro entre su cuello— Podemos tener intimidad según Mathew, pero todo lo de nosotros prácticamente está muerto, nuestros espermatozoides... No viven.

La menor asintió entendiendo a lo que se refería.

—Me siento como en clases de Biología.

—Tu fuiste la que preguntó.

—Ya te dije que tenía curiosidad.

Ambos quedaron un momento en silencio mientras disfrutaban el afecto del contrario con pequeñas sonrisas en sus rostros.

—Eres demasiado hermosa— soltó Jean acercando su mano libre al cabello largo de Allison.

La menor al sentir el toque delicado sobre su cabello sintió una corriente recorrer todo su cuerpo, apenas llevaban una semana y sentía que su corazón iba a estallar.

Se separó del cuello de mayor para mirarlo a los ojos con un brillo en ellos que desbordaban amor.

— Te quiero— soltó Allison mientras llevaba una mano a la mejilla de Jean sintiendo bajo sus dedos la suave y fría piel.

— Yo también te quiero...

Y en ese momento él acercó su rostro sintiendo el aliento caliente sobre su rostro y esa mano tibia acaricia suave para bajar a su cuello.

Vió como la menor cerró sus ojos y acortó la poca distancia sintiendo como sus labios se acoplaban perfectamente, Jean impuso un movimiento que ambos siguieron.

Labios húmedos rozándose mientras el calor subía para ambos en sus vientres y los cohetes en sus estómagos estallaban.

Antes de separarse de Allison por la falta de aire de la menor mordió suavemente su labio jalando un poco de el haciendo que ambos se estremescan.

—Quiero otro— soltó sin vergüenza al recuperar el aire y acercando su rostro de nuevo al del mayor que soltó una pequeña carcajada.

Volvieron a unir sus labios en un beso húmedo mientras las manos frías llegaron a sus caderas para detenerse ahí y acariciar con sus dedos largos sobre la tela del Jean.

Al sentir la corriente en su vientre Allison se levanto sobre sus rodillas sin separar sus bocas y por instinto se sentó a orcadas sobre él.

Jean se separó del beso cuando sintió el pequeño roce con su pantalón sobresaltandolo.

—¿Qué haces?.

—Yo... Lo siento fue un impulso— Murmuró sintiendo sus mejillas empezar a calentarse de la vergüenza— ¿Te incómoda?.

—Digamos que si sigues rozando así tendré muy pronto un problema en los pantalones.

—De acuerdo, entendí— habló con una sonrisa de lado para bajarse de él— Iré por un poco de agua.

Avisó para acomodarse y dirigirse a la cocina, Mientras Jean seguía acostado con una sonrisa tonta en el rostro.