8

650 60 3
                                    

(narra Allison)

Me moví suavemente entre las sábanas  estirándome un poco.

Espera... ¿Sábanas?

No estaba yo en el cementerio con... ¡LIBARDO!

Me senté viendo alrededor, estaba en un dormitorio algo clásico, todo ordenado con un pequeño estante y un armario grande, me levanté algo tambaleante en dirección al armario para sostenerme de el, estaba algo  mareada eso era seguro.

había una peinadora de madera pintada de blanco, di unos cuantos pasos viéndome en el espejo, tenía el cabello hecho un nudo al igual que mi ropa algo arrugada, solté un suspiro mientras volteaba a ver la habitación, me acerqué a una pequeña mesa de noche junto a la cama

me senté en la cama mientras veía encima de la mesa unos cuantos papeles, además de un dibujo enmarcado... de mí... Era mi rostro.

Trage en seco, ¿Porque tenían un Dibujo mío? Estaba enmarcado y se veía que era antiguo, en el llevaba el cabello suelto y más largo de lo que lo solía llevar detalle un poco la ropa y no era para nada actual, podía decirse que es de más de 100 años

Mi mirada termino de recorrer la habitación, encima de la cama había una camisa amarilla con rayas negras, un estante en la esquina de la habitación con una gran cantidad de libros tenía un color blanco y gris que calmaba pero lo que me llamó la atención fue la inmensa ventana en la habitación, todavía algo débil me levanto de la cama y me acercó a esta abriéndola haciendo que la fría brisa golpeara contra mi rostro, el olor a la tierra húmeda llegó a mi nariz relajándome un poco

Una mano en mi hombro fue lo que me sobresaltó en el momento, di un brincó chocando con la mesa de noche junto a la cama y haciendo que el dibujo diera un asombroso salto para chocar contra el suelo.

Antes de que pudiera hacer cualquier movimiento ví como el dibujo desaparecía de mí campo de visión, aunque mí mirada se topó con unas zapatillas negras

Trage duro mientras subía la mirada por las piernas pálidas pero perfectas hasta toparme con su rostro, era una chica un poco más baja que yo con el cabello blanco y liso, una sonrisa perfecta mirándome

En sus manos traía firme el cuadro que iba al suelo, estaba perfecto y sin ningún rasguño

—Uff si se partía este cuadró, él me mataba— dijo la chica con su melodiosa voz mientras volvía a poner el cuadro en su lugar

—¿Q-Quién eres? ¿P-Por q-que es-ese cuadro mío?— pregunté tartamudeando mientras me movía un poco, sentía como el estómago se me removía y me temblaba todo

—Ey cálmate, si sigues así te volverás a desmayar— acercó sus manos a mis brazos, cuando hicieron contacto con mi piel sentí el frío de sus manos que por el susto me aleje nuevamente— oye no te haré nada, soy amiga de Libardo...

(...)

—Entonces.. ¿hay un grupo?— pregunté con el chocolate caliente entre las manos mientras veía como Darían se movía entre la cocina y asentía.

—O bueno más que un grupo somos una familia— respondió mientras agregaba algunas cosas a la comida que preparaba.

Después de que casí me da un infarto arriba ella se presentó, su nombre era Darían, era la que menos tiempo llevaba con Libardo y Mi protector vampirico

Y que no eran los únicos, habían formado una familia, Prive se hacían llamar ante los otros clanes de vampiros pero no entendía la razón de que solo conociera a Darían y a Libardo, según ella todo llegaría a su momento

Además de que ella tenía el don de sentir las emociones de los demás cosa que la parecer le ayudaba a entender más a las personas

—Se que toda esta situación te molesta y estresa, enterarte de un día a otro de nuevos mundos, gente que quiere asesinarte y un diario que tienes que proteger no es nada fácil de asimilar, pero se ve que eres una chica fuerte que podrá con todos esto— su voz sonaba melodiosa y tranquilizadora mientras me miraba con sus ojos dorados y profundos, aunque el contacto visual fue roto cuando empezó a servirme la comida.

—Gracias— dije cuando me dejó el plato de espaguetis enfrenté, tome el cubierto y empeze a comer bajo la mirada insistente de Darían, al dar el primer bocado se me hizo agua a la boca —esta exquisita

Dije mientras metía más espaguetis en mi boca viendo cómo darían me miraba con orgullo

—cocinas fantástico— termine de decir mientras metía lo último de pasta a la boca

—eso dicen todos— respondió dándome un giño mientras sonreía y empezaba a recoger todo...

El Diario De Mathew Gray- Jean LeónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora