~Ocho~

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La mesa temblo cuando las manos de Aarón se estrellaron en esta , todos lo miramos algo impactados . La vena de su frente se ve mucho más notoria , su mandíbula está apretada y sus ojos estaban abiertos de par en par haciendo que pareciera un maníaco .

Dios ¿ porque me excita tanto verlo de esa manera ? , literalmente parece salido de un psiquiátrico y aún así hacia que se posara una presión en abdomen bajo . 

—Puedo permitir que la intentes rebajar porque ella sabe defenderse,— empezó a decirle a su hermana con un dedo alzado hacia ella, los reyes solo contemplaron la escena y permanecieron en silencio —Pero no voy a tolerar que te metas con el cuerpo de otra mujer, ten un poco de respeto por tu propio género.

—Pero, ¡ Aarón ! Tu hermana tiene razón — Bianca se mete en la conversación haciendo que quiera clavarle mi cuchillo en la cara justo entre esos grandes y grises ojos —Esta mujer no es más que una go-.

—Cierra la boca, Bianca — le advirtió su hermano sin dejar de ver su plato. Me sorprendió que incluso él me defendiera, yo crei que no me pasaba ni un poquito —Respeta el cuerpo de la dama, ella no ha dicho nada respecto a tu chillona e insoportable voz de niña pequeña o sobre tus cejas con escasez de pelo.

Quise partirme de risa justo allí, pero le dejé ese privilegio a los gemelos quienes empezaron a reír como unos condenados tanto que casi se caen de sus sillas. La Reina y el Rey sólo esbozaron una leve sonrisa y todos permanecieron callados para seguir comiendo. Pensé en agradecerle con la mirada a Aarón pero creo que merece que lo haga con palabras, jamás alguien a parte de mi me había defendido de esa manera.

Él es todo un príncipe azul, como en las películas...

Solo por el hecho de que este príncipe azul tiene la errónea idea de que eres una facilona como todas las demás con las que ha estado y que puede ganarte con solo chasquear los dedos- me recordé a mi misma.

Es un riesgo a pagar - mi otro yo suspiró y mi lógico yo solo rodeo los ojos y me ignoró.

Al terminar la cena todos nos desplegamos hacia nuestros cuartos con tal rapidez que solo me dio tiempo a gritarle al príncipe por el pasillo con la esperanza de que me escuchara y se detuviera.

—¡ Príncipe Aarón ! — exclame y él se detuvo al instante dándose la vuelta y esperando a por mi con una sonrisa. Cuando llegue a él, luego de atravesar corriendo el largo pasillo, no puedo hacer más que jadear como una condenada mientras tomaba mi estómago. Odio la actividad física, tal vez por eso me veía como me veía —Yo... yo quería...

Era imposible hablar con la falta de aire, pero él entendió mis intenciones —Esta bien Julieth, no tienes que agradecer. Lo haría con gusto las veces que sean necesarias — puso su mano sobre mi hombro haciendo que mi corazón se acelerara y mi cara tomara algo de color. Aarón apretó los dientes y miro hacia otro lado —Aborrezco cuando las mujeres quieren denigrar a sus iguales, no es algo que vaya a permitir de mi hermana aunque sea mayor.

—¿ La princesa Lucía es mayor que tú ? No lo sabía... — claro que lo sabía, solo quiero hacer esta conversación más larga. Él es tan fascinante que temo por el momento en que esta interacción acabe bruptamnete.

Algo que he empezó a conocer del Príncipe es que es una persona de pocas palabras, casi me atrevería a decir que de nulas. Desde que llegue aquí solo he podido verlo una o dos veces por los pasillos y no me regala más que una sonrisa y un "Buenas tardes" Lleno de seriedad. No es que la frialdad no le quede, al contrario, su semblante misterioso y reservado lo hace ver incluso más ardiente que otras partes de él. Pero eso no quita que genere preguntas dentro de mi.

La Fiesta Del Principe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora