La Fiesta Del Principe

~Veintinueve~

Mi madre y mi hermano, justo frente a mi. Después de huir por años de mi pasado el pasado llegaba a mi puerta, literalmente.

—¿ Qué hacen aquí ?, ¿ cómo me encontraron ? — mi instinto fue aproximarme y abrazarlos con todas mis fuerzas, permitiendo que mis lágrimas se asomaran por mis ojos —Los extrañe tanto...

—Fue difícil encontrarte, por años estuvimos tratando de localizarte o a alguien que supiera de ti — mi madre me tomó las mejillas y me besó la frente, con sus mejillas llenas de lagrimas —Pero al fin encontramos alguien que podía ayudarnos.

Mi madre mira a Aarón y este asiente comprensivo, yo no digo nada; pero le agradezco con la mirada.

Años huyendo de ellos y al final lo único que necesitaba era verlos, sentir su calor, su amor. Todo eso que no recibía desde hace años, yo solo necesitaba a mi mamá.

—Mamá, lo lamento muchísimo. Ambos por favor, perdónenme — mi hermano me observo expectante. Yo baje la cabeza porque sentía vergüenza,  vergüenza de lo que hice y vergüenza de no haberme disculpado antes —Yo... yo tengo la culpa, lo de Adeline...

—No fue tu culpa hermana, yo estuve ahí y sé que no pudiste hacer nada. Adeline nos tomó por sorpresa a ambos y no hay que castigarnos por un accidente — ahora era mi hermano el que me sostenía, con una calidez de hermandad que no sentía hace años. He tenido muchos amigos que considero de mi familia, pero nada como mi hermanito menor —Ya deja eso ir July, te prometo a Adeline esta feliz por nuestra felicidad y ya no hay que castigarnos por sobrevivir.

—Son años de dolor que no puedo olvidar...

—Pero es un dolor que nunca te correspondió, no tienes porque sentirte así hermana. Hiciste lo que pudiste y te aseguro que ella esta en paz hace mucho tiempo— por primera vez en mi vida me permití estar en paz con mi familia y con mi hermana —Necesito a mi hermana mayor...

—Me hiciste mucha falta, ambos me hicieron mucha falta — los abrace una última vez antes de invitarlos a pasar a mi cuarto.

Ya adentro conversamos de nuestros avances desde estos años atrás, mi madre me cuenta un poco sobre mis tíos y tías y mi hermano me cuenta cuando se pinto el pelo de negro, por eso fue que no puede reconocerlo.  Ambos eran tan diferente, mi madre solía verse más joven y mi hermano luce aún más grande y maduro que la última vez que lo vi.

También hablamos de las cosas tristes, de cómo tuvieron que adaptarse a la pérdida de dos hijas, lo difícil que fue perder a mi hermana y a mi en un solo mes y como sebas tuvo que crecer para ayudar a mi madre. Estuvimos más de una hora juntos y no pude parar de disculparme cada cinco minutos, lamentaba todo lo que hice y las consecuencias de mis actos. Pero ellos no se cansaron de decirme que no era mi culpa, que acaba de perder a alguien y que no es mi culpa mi reacción y que ahora estábamos juntos de nuevo.

Ya después llego el tiempo de despedirnos porque Aarón y yo teníamos que descansar ya que mañana regresábamos al palacio y ellos tenían su vuelo a Roma mañana.

—Prometo visitarlos pronto — me abrace a mi misma cuando el aire frío de la noche me abraza el cuerpo.

—E faresti meglio a prendere questo cioccolato danese e un anello su quella manina— mis mejillas se llenan de color cuando Aarón explota de risa. Mi madre acababa de avergonzarme frente al príncipe de Dinamarca. Me quiero morir —Te amo linda, mi hermosa primogénita.

—Yo también te adoro mamá, los amo a los dos muchísimo — mi hermano besa mi frente y mi madre mi mejilla. Mi madre me mira triste —Mamá, no voy a volver a desaparecer.

—Más te vale que no, ragazza viziata— mi madre aprieta mi mejilla y luego le sonrie a Aarón —Le guardaré un asiento en la mesa en navidad, espero que le guste la comida italiana.