Julieth
—¿ Una qué...?
—Una fiesta de despedida, la más grande fiesta — Adrián salta de una lado al otro en mi cuatro, revoloriando mi ropa y sacudiendo mis zapatos. André solo lo observa con los brazos cruzados —El Rey organizó una fiesta real para tí. Con música, champaña y mucha comida.
—Pero no veo la necesidad... Yo solo soy una empleada que cumplió con su trabajo de una manera increíble, cabe destacar — me limpio un hombro para demostrar mi ego. Adrián se me queda viendo como si hablará otro idioma y André alza una ceja — ¿Qué?
—Señorita Julieth, no quiero ser grosero con usted y perdone mi atrevimiento, pero... — André empieza a hablar, captando toda mi atención —¿Es usted tonta acaso? ¿Qué no ve todo lo que ha hecho?
—Apenas llegó empezó a cambiar todo a su paso, cambio reglas del castillo, unió a dos Infantes separados completamente y cambio la actitud del Príncipe Heredero en cuestión de segundos. La verdad es que usted jamás será una simple empleada para nosotros — ambos llegan a mis brazos y los toman con fuerza. Yo aprieto los ojos para no llorar frente a ellos —Usted dejó una gran huella en nuestras vidas y eso nunca lo olvidaremos.
—Ay niños...
Los abrace, con toda la fuerza que pude. La verdad es que les había cogido muchísimo cariño a los Infantes y serán una gran parte de mis tristezas en cuanto parta de aquí. Pero no quise seguir triste, mejor preferí pensar en el momento y en la hermosa fiesta que me esperaba en el gran salón. Antes de que me diera cuenta ya estaba parada en medio del jardín real con mi vestido rosa pastel, de tirantes y cubierto de flores rosas.
—Señorita Andersson, esta usted muy hermosa el día de hoy — me sorprendio estar escuchando la voz de la Reina darme un halago —Bienvenida a su fiesta, todo esto se hizo pensando en usted y su personalidad.
El jardín de rosas estaba cubierto de mesas conanteles azul cielo y sillas blancas, había una pista de baile improvisada en medio de todas las mesas y cuatro mesas con un banquete extenso y variado. No me sorprendió ver que había una mesa sola llena de comida italiana, pizza, todo tipo de pastas y muchos muchos postres. Una gran sonrisa de extendió por mi rostro al ver todo eso hecho solo por mi.
Yo jamás había recibido una fiesta, sobre todo porque no me gustaba dejar mi trabajo en manos de otra persona y desconfiaba mucho de la organización que tuvieran otros organizadores de fiestas. Pero esta sin duda era una fiesta increíble.
—Todo esto fue idea de el Príncipe Aarón...— me gire rápida hacía la voz de Ingrid. Ella me daba una sonrisa triste que me hizo sentir mal —La comida, la decoración. Dios Julieth, sabía hasta tu color favorito.
Inevitablemente mis ojos se fueron hacía aquel príncipe que hablaba con algunos lacayos del Palacio, dándoles órdenes para que todo se viera perfecto. No pude evitar que mis ojos se llenarán de lágrimas y mi corazón cayera al suelo como la primera vez que lo conocí. Sin que me diera cuenta ya estaba caminando hacía él con una gran sonrisa, ya ni siguiera me importaba que no estuviéramos en un buen momento en nuestra relación. Tenía tantas ganas de besarlo y agradecerle por todo esto, pero una de esas ideas no podría llevarlas a cabo.
—Hey... — al escuchar mi voz Aarón se dio la vuelta para verme con una gran sonrisa —Escuche que todo esto fue idea suya su Alteza y eso me pareció muy lindo de su parte.
—Solo quería tener un detalle con usted por todo lo que hizo por mi y por la familia real, de verdad le agradezco todo lo vivido a su lado — su mano trato de agarrarme, pero por obvias razones él mismo se abstuvo de esa escena tan reveladora a los ojos de los invitados. En cambio solo me regalo una hermosa sonrisa —Espero que esto le guste y que se la pase muy bien...
ESTÁS LEYENDO
La Fiesta Del Principe
Romance"Todo sea por complacer al Príncipe, a mi Príncipe". Una de las más reconocidas organizadoras de eventos de toda Australia, había salido en la tele y en las revistas más de una vez desde que su negocio pasó de hacer simples fiestas para niños a ser...