~Catorce~

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No debería tener que explicar como se ve este lugar porque ya deberían tener una idea, pero aún así lo haré. Candelabros alrededor de la sala, un montón de mesas, una pista de baile gigante, música clásica en vivo, un podio para los discursos del Rey y tantos meseros como se puedan contar, todo lo que una buena posición social y el dinero da.

—Vengan niños... —Amalia nos guía por el salón hasta la mesa donde tomo asiento con los niños, a la espera del Rey Axel. Los niños empiezas a comer y tomar lo que tienen sobre la mesa mientras Amalia y yo tenemos una conversación sobre Elías —¡¿ Qué él dijo qué ?!

Ella aún no puede creer que un Príncipe esté obsesionado con ella tanto como ella de él, pero bueno así es el amor ¿ o no ? La verdad yo no tengo ni idea de eso, si supiera lo que es el amor de verdad no tendría problemas para conseguir una pareja que no quiera embarazarme y obligarme a contraer matrimonio, en resumen no soy la mejor para hablar del amor.

—Lo que escuchaste Amalia, ese tipo está tan loco por ti como tú lo estás por él y no te atrevas negarlo —la señalo a lo que ella se pone muy colorada, sonrio orgullosa por no perder el toque. Tengo este don de saber lo que las personas realmente sientes, pero claro no funciona conmigo ¡ Qué decepción ! —Así que ya dejen de jugar y hablan sobre eso como adultos.

—" Hablen como adultos ", lo dice la mujer que está en un lío con el Príncipe — en cuanto escucho que Amalia empieza a hablar de él mi vista se pierde entre la gente en su búsqueda. Lo encuentro junto al banquete en una conversación con un señor mayor —Ustedes también deberían hablar sobre eso.

—No hay un " eso " así que no hay de que hablar, ya lo dijo muy bien. No soy su tipo y nunca lo seré — no sé que dolió más, que lo dijera yo misma o que sea verdad.

Debo reconocer que me duele pensar en que entre nosotros no va a haber nada más que una amistad por negocios, él no me ve como yo lo veo desde hace más de cinco años. Aunque me de vergüenza admitirlo, mientras estuve con Benjamin jamás dejé de pensar en el Príncipe de Dinamarca el cual solo había visto una vez en persona y desde lejos, después de eso me ilusione a tal grado que no paraba de verlo en la tele o en las redes sociales. Incluso tenía ahorros para cualquier momento dejarlo todo y venirme a Dinamarca para conocerlo algún día.

Supongo que esa vez mis súplicas si fueron escuchadas.

Quién me hubiera dicho a mi que cinco años después estaría frente a él, hablando con él y cada vez más flechada por él. Sonrio inconscientemente cuando veo que su bebida se derrama un poco sobre el señor e intenta arreglarlo muy apenado. Si me hubieran dicho que algún día iba a estar tan cerca y a la vez tan lejos de él, mejor no hubiera seguido todas estas señales.

—Que lindo vestido...—ruedo los ojos con solo escuchar esa voz y me volteó hacia Bianca. ¡ Dios, ¿ acaso esa mujer no tiene nada que hacer ?! —Pero no combina con el de nosotras.

—Sí linda, ese es el punto... —miro de arriba a abajo sus horripilantes vestidos y reprimo una risa. Al final no querían joderme a mi, solo tenían mal gusto —¿ Acaso no tuvieron una consejera de modas cuando eligieron esos vestidos ?

—A diferencia de ti, no necesitamos que alguien nos diga que usar — realmente creo que sí. Me ahorro los comentarios porque se que les entrara por un oído y les saldrá por el otro —Pero tampoco se puede esperar mucho de una mugrienta extranjera.

—Oh, ¿ la pretendiente del Príncipe es una Xenófoba ? Eso está tan mal —la miro con asco mientras bebo de mi agua —¡ Qué dirían sobre eso los medios !

Grito llamado la atención de algunos invitados por lo que ella entra en panico y se va corriendo. Me río junto a Amalia y los gemelos antes de presenciar como todo se vuelve silencioso y empieza a sonar una canción muy presidencial, en ese momento entran el Rey y la Reina tomados de la mano y saludando a todos. Se paran en el podio y el Rey empieza a dar un discurso.

La Fiesta Del Principe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora