La Fiesta Del Principe

~Diez~

Antes de poder llegar a mi para jalarme de las greñas, Lucía es detenida por su hermano quien reaccionó de manera muy ágil a diferencia de mi que quede paralizada . Aarón se para entre nosotras y la mira con los brazos cruzados.

—¿ Porqué en vez de reclamar mejor no vas a asear a tus hijos antes de la cena ? A mamá no le gusta que ensucien el comedor — habla con una ceja alzada haciendo que ella se detenga en seco y lo mire molesta.

—No me digas que hacer Aarón, te recuerdo que yo soy mayor que tú en todo caso yo debería decirte a ti lo que hacer — bufa incrédula y luego toma a sus pequeñas y se va quejándose por el camino.

—Tu si que sabes poner a esas fieras en su lugar, ¡ eres increíble ! — exclamo cuando estamos caminando descalzos por el pasillo hacia nuestras habitaciones.

Él solo se limita a darme una sonrisa de boca cerrada y a desviar la mirada , de lejos puedo notar que hacer a su hermana enojar o defenderme de ella no le gusta para nada, no digo nada más para no parecer entrometida. Seguimos caminando en completo silencio hasta que llegamos frente a mi habitación, nos miramos por un segundo y luego hablo.

—Fue un placer pasar esta tarde con usted, sus hermanos y sobrinas, alteza — hice una reverencia en broma a lo que él bufo divertido.

—Me alegro de que te divertieras, en cambio yo creo que estaré sacándome lodo de la cabeza por una semana más, gracias por eso —estallo en carcajadas, tanta es mi diversión que me tengo que sostener de él para no irme de nalga cuando arqueo mi espalda para reír más a gusto. Aarón me mira de arriba a abajo con un ademán de reír igual —No me parece gracioso...

—Lo... yo lo sien... —no puedo ni hablar de la risa, y la verdad es que no me daba risa lo que dijo sino su cara y sus gestos cuando lo dijo. Estaban como para enmarcarlas y llevarlas contigo al trabajo. Me relajo un poco y recuperó la compostura aunque no suelto a Aarón —Perdón, si te sirve de consuelo yo estaré sacándome tierra de entre los pechos por más que una semana.

Inconscientemente meto una de mis manos en mi top y sacudo un poco, dándole la corta oportunidad de ver parte de mi sostén, oportunidad que él toma sin ningún problema. Es más que obvio que, yo lo estaba haciendo apropósito y que él quería ver más allá de la parte superior de mi lencería, casi que quería tener rayos x para así verme los pechos sin ningún morbo.

—Tal vez puedo ayudarte con eso, —pone una de sus manos en mi cintura y me atrae hacia él, estrellando mi pecho contra el suyo —Si lo deseas, claro está.

Muerdo mi labio inferior y esbozo una sonrisa con una cantidad increíble de picardía, una cantidad que no sabía que tenía hasta ahora. Me desconozco desde que empecé este juego sin fin con él, no sé cuando me volví tan atrevida teniendo en cuenta de que toda mi vida he sido una tímida sin remedio esto es un claro avance. Tomo el cuello de su camisa atrayendolo mucho más a mi, tanto que nuestras respiraciones se mezclan.

—Tal vez si lo deseo, con toda mi alma... — y vaya que así era. No sabía que tenía esta capacidad de desear algo con tantas ansias, desde que me dejó en el pasillo con la promesa de que haría mi espera corta, estoy anhelando que nuestros labios se junten y nuestros cuerpos se vuelvan uno —La pregunta es... ¿ usted lo desea, Príncipe Aarón ?

Lo escucho bufar antes de empezar a acercarse más a mis labios —Con toda mi alma... — y es allí, cuando tengo sus labios, los rojos y carnosos labios del príncipe de Dinamarca, a centímetros de los míos es cuando pongo uno de mis dedos sobre su boca y sonrio.

Escucho una queja proveniente de su garganta cuando abre los ojos, encontrándose con mi expresión de venganza. Soy feliz, justo ahora soy lo más feliz que podré ser en mucho tiempo, porque sabía que tenía al príncipe comiendo de mi mano y eso me hacía sentir poderosa. De nuevo soy yo quien tiene el control.