~Veintidós ~

1 0 0
                                    

En menos de un segundo siento como algo en mi interior se estruja igual que el día que Bianca mencionó su paseo romántico en Roma y por un momento puedo jurar como escucho a mi corazón romperse otra vez.

—Oh... —me limito a decir mientras levanto la botella de vino y me sirvo una copa de la que tomo con rapidez para servirme otra —Eso está bien ¿ no ?

—¡¿ Está bien ?! — se ve tan sorprendido como yo por mi cortantes palabras —¿ Cómo eso va a estar bien ? Se supone que tu y yo...

—No tenemos nada —dictaminó con tal seriedad que ahora soy yo quien rompe mi corazón. Sabía que tenía que mantenerme a raya, que esto no podía llegar más allá, que él solo era mi jefe y que estaba mal. Me dejé llevar por mi obsesión con él desde hace años, involucre mis sentimientos en esto —Solo somos jefe y empleada, usted es el Príncipe y yo soy su organizadora. Nada más.

Termino mi copa de un jalon y la dejo sobre la mesita antes de retirarme a mi habitación con una sonrisa llena de falsedad y tristeza y los ojos inundados en lágrimas. Esa noche lloré con todo lo que tenía y luego me arreglé para tomar el vuelo devuelta. Ya en palacio lloré aún más y me rehuse a comer en todo el día, incluso cuando Amalia venía a verme o cuando los niños tocaban a mi puerta permanecí en silencio sin responder. No quería ver a nadie ni dar explicaciones de nada.

Cuando estaba apunto de dormir escuche como tocaros la puerta, por un momento recé por que fuera Aarón con mucha comida y dulces, pero no fue así.

—¿ Julieth ? —escucho a Elías tras la puerta y luego como la abre —¿ Estás aquí ?

—Sí... — me quito la sábana con lentitud y lo observo portar un traje blanco con una rosa roja en el pecho. Me levanto a la velocidad de la luz y lo miro emocionada —¡¿ Lo harás hoy ?!

—Debo volver en una semana así que es ahora o nunca —se acomoda la corbata y sonrie con muchos nervios. Para ser un Príncipe lleno de carisma es un miedoso a más no poder —¿ O tal vez no debería hacerlo hoy ? Tal vez ni deba hacerlo ¡ ella no quiere irse conmigo ¡ Estoy por pedirle que deje todo, su trabajo, su estabilidad económica, a ti, no puedo hacer eso!

—Oye, vamos, ya habíamos pasado por esto —me acerco e intento tranquilizarlo con mis manos en sus hombros —Debes darle el beneficio de la duda, si te echas atrás ahora jamás sabrás si ella dejaría todo por ti. Dale la oportunidad de elegir.

Asiente varias veces aunque con un miedo en los ojos que me estresa —Tienes razón, ¡ lo haré hoy y estaré con ella para siempre !

Lo ánimo a salir de mi habitación e ir por ella, cuando ya esta camino a su encuentro me lanzo a la cama y rezo en mi interior por esos dos. Están hechos el uno para el otro y si no terminan juntos con tres perros cinco hijos y un castillo del tamaño de Alaska, terminare con un problema psicológico muy serio.

♤♤♤

Al día siguiente soy guiada a el comedor exterior para tomar el desayuno en un ambiente más abierto y tranquilizador, en este momento creo que sí no tomo un respiro voy a colapsar. Todo esto de Aarón y Bianca, las reuniones y todos los problemas financieros de mi negocio, creo que podría morirme de un infarto.

—Buenos días, nos alegramos de que esta vez sí pudiera llegar temprano y de que no se quedara dormida — para ser honesta no dormí en lo absoluto, tengo demasiado que pensar como para pegar un solo ojo —Y también de que pueda leer el periódico con nosotros, tenemos entendido que hay un artículo sobre usted en este ejemplar.

Mierda... había olvidado eso.

El periódico de la chica que me entrevistó fuera de la fiesta y que casi la amenazó de muerte, sale hoy. Observo como todos portan un ejemplar en sus manos y hay uno frente a mi.

La Fiesta Del Principe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora