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—jajajajajajaja —la risa rasposa se escuchaba por todo el automóvil, Rusia solo rodaba los ojos con fastidio.
—¿podrías dejar de reírte de mi desgracia?—comentó molesto tratando de no quitar la vista del frente.
—la verdad es que no quiero, tu vida está llena de desgracias e idioteces, y yo que pensaba que las novelas eran exageradas y poco realistas—el tono de voz que se escuchaba era uno lleno de burla.
—si, si que bueno que te diviertas Alemania pero no necesito tus burlas necesito tus consejos—sentenció el eslavo.
—la verdad es que no se me ocurre absolutamente nada, la tienes complicada, tu cerebro jugándote jugarretas, tu ex suegro con ganas de golpearte y la presencia del ex novio de México, ni como ayudarte, pero mira el lado bueno ya no tienes el problema de tu padre.
—con solucionar un problemas no es suficiente, solo quiero quitarme todo este peso de la espalda pero aun no se por que me siento así.
—no es por nada y no lo tomes a mal, pero puede ser que tu cerebro se sienta comprometido con resignarse a las consecuencias de tus actos.
—¿Podrías traducirlo a nuestro idioma? por que no te entendí ni una mierda.
Un suspiro se escuchó al otro lado de la línea—a lo que me refiero es que tal vez tú todavía amas a Mé-
—¡Te hablo luego!—y colgó sin siquiera dejar que el alemán terminara de hablar.
Inhaló y exhaló lo más despacio que podía, sentía que su corazón latía desesperado, pero su mente no estaba mejor, pensamientos fugaces pasaban por esta misma haciendo al ruso sufrir un martirio, 'Alemania está loco, ya no amo a México' 'Al único que amo es a Usa' '¿pero entonces por que no me siento feliz cuando lo digo?' se dejó caer sin alguna delicadeza en el volante del carro, la bocina de este no tardó en sonar por el peso impuesto en ella.
Al poco tiempo unos leves golpes se escucharon, por lo que volteo encontrándose a su novio tocando levemente el vidrio de la ventana del auto. Sin darse cuenta había manejado tanto que ya había llegado a su casa.
Soltó un suspiro, sacó las llaves apagando el vehículo y terminó saliendo. Inevitablemente una sonrisa se escapó de la boca de Usa al ver a su novio, se aferró a su torso descansando su rostro en el pecho de este, Rusia no sabía por que su pareja estaba tan feliz y amoroso pero intentó responder el acto cariñoso de la mejor manera.
—¿pasa algo amor? ¿por qué estás tan feliz? —Usa soltó una leve risa de felicidad, prosiguió a separarse un poco del eslavo para mirarlo a los ojos.
—¡Mañana tengo una nueva entrevista de trabajo! tal vez esta vez si me contratan—anunció con efusividad.
