❥𝑼𝒏 𝒏𝒐𝒗𝒊𝒐 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒑𝒂𝒑𝒂́

↝11.1

—el que tendrá la mayor cantidad de acciones en la empresa es...

Los cuatro hermanos cerraban fuertemente sus ojos, realmente no creían que este día por fin llegaría.

—¡Rusia!—el nombre del primogénito se escuchó por el micrófono los hermanos abrieron sus ojos decepcionados, y Rusia feliz se dirigió al escenario para abrazar a su padre.

Ucrania por su parte sentía una mezcla de emociones, enojo, tristeza, decepción y sobre todo rencor, se empezó a retirar del salón pero su hermana le interrumpió.

—Ucrania ¿A dónde vas?—pregunto preocupada la rubia.

—ne-necesito algo de aire es todo—Ucrania no dejo que su hermana siguiera hablando ya que rápidamente fue al balcón más cercano.

México observo como su mejor amigo abandonaba el salón, se preocupo el bicolor denotaba tristeza en todo su ser.

—¿Ocurre algo Mex?—pregunto Austria mirando atento a su acompañante.

—necesito ir a ver a Ucrania.
—ve, no creo que alguien se de cuenta—el austriaco le guiño el ojo, México solo sonrío suavemente y siguió a su amigo.

Mientras Rusia apenas terminaba su abrazo con Urss el cual bajo para estar al lado de sus dos hijos restantes.

—¿Y Ucrania?—pregunto extrañado el soviético.

—fue...al baño—mintió la bielorusa.

Urss no le dió importancia, y volteo a ver atento a su hijo mayor el cual se posicionó enfrente del micrófono para empezar a hablar.

—primero que nada quiero agradecerle a mi padre por confiarme algo tan importante para el como le es la empresa, te juro que no te voy a decepcionar. Pero también le agradezco a esa persona que me apoya para poder demostrar que merezco este poder, realmente gracias amor te amo como no tienes idea tus besos son lo único que hacen que trabajar valga la pena para que tú puedas sonreír y tengas todo lo que te mereces.

—¿Deberíamos decirle que Mex no está aquí?—comento divertido el kazajo distrayendo a su padre del discurso de su hijo.

—es cierto ¿Dónde está México?—pregunto confundido el eslavo.

—no lo se—la rubia volteo a ver al Usa el cual sonreía hacía su hermano—aun que no creo que esas palabras sean para el—susurro la oji verde lo más bajo posible.