❥𝑼𝒏 𝒏𝒐𝒗𝒊𝒐 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒑𝒂𝒑𝒂́

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—¡Papi!—grito con euforia el menor de los hermanos al llegar a la casa de su papá.

—tranquilo Rem, sabes que tu papá trabaja mucho, estoy seguro que no quiere nada de ruido—el niño hizo un puchero por lo que dijo su padre.

—tal vez si estoy algo cansado pero, para mis niños siempre voy a estar al cien—México cargo a su hijo menor y empezó a dar vueltas con el menor provocando que esté soltara unas fuertes risas.

—sabes que no debes sobre esforzarte—Rusia tomo al niño de los brazos de su padre y lo bajo—¿por que no van a dejar sus mochilas en sus cuartos?—ambos hermanos asienten sonriendo y van corriendo a sus cuartos.

—¡Tengan cuidado!—el mexicano se dirigió a la cocina con una sonrisa, fue seguido por su aún esposo.

—Mex.
—Dime—el tricolor saco varios platos de la alacena.

—aquí están los papeles faltantes del divorcio—el ruso dejo los papeles en la mesa.

—supongo que tengo que firmarlos ¿No es así?—el ruso hizo un sonido de afirmación y saco su bolígrafo de su bolsillo.

México se acerco a la mesa y firmó donde le indico el ruso.

—mañana a las 9:00am necesito que estés en la oficina del abogado para oficializar el divorcio.
—esta bien, ahí me tendrás—el ruso tomo los papeles y se empezo a encaminar a la puerta.

—¿No te quieres quedar a comer?—el de emblema de águila siguió a su esposo a la puerta extrañado.

—me gustaría pero tengo mucho trabajo que hacer, tal vez la próxima.
—mmm ok—el latino tomo aire y grito—¡Niños vengan a despedirse de su padre!—los niños bajaron rápidamente para darle un abrazo al eslavo.

Rusia soltó una suave risa y devolvió el abrazo a sus hijos de paso acariciando su cabello.

—los veo hasta el lunes enanos, que tengas un buen día Mex.
—igualmente Rusia, saludas a Usa de mi parte—el euroasiático asintió y salió por fin de su antigua casa, México lo observó hasta que se fue en su camioneta.

El adulto suspiro con nostalgia y volteó a ver a sus hijos que lo veían expectantes.

—bueno a lavarse las manos por que ya está el espinazo y no querrán que se enfríe ¿Verdad?—los menores negaron sonriendo y salieron corriendo al baño riendo.

—estos niños—el mexicano miró a un punto inexacto—¿me veré muy mamón si hago fiesta de divorciado?—el chico río por lo que dijo y se dirigió a la cocina una vez más para servir la deliciosa comida que había hecho para sus hijos.