❥𝑼𝒏 𝒏𝒐𝒗𝒊𝒐 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒑𝒂𝒑𝒂́

⛅

Es tu decisión si quieres que terminemos.
No me importa.
Sólo haz lo que quieras.
No es importante para mi.
Tan sólo iré a dormir.
Todos los días.
Todas las noches.
Me siento como un tonto.
Tienes que saberlo, ¿Por qué?.
¿Por qué siempre estás... enojado conmigo?.
¿Podemos volver a ser como antes?.
Si lo dices tú, todo es correcto.
Si tú lo haces, nunca podré ganar.
De repente, te conviertes en una persona diferente.
Cuando nos llevamos bien, estoy más nervioso.
Si lo hago, si yo lo hago, si digo algo.
Siempre dices que vamos a terminar.
Así que no puedo acercarme más.
No puedo profundizar mi amor por ti.

2:25━━━━━━━━━━━❍────── -3:35
↻⊲∥⊳ ↺

𝐺𝑜𝑡7- 𝐼𝑓 𝑦𝑜𝑢 𝑑𝑜

—¡Rusia no tiene nada de malo!—gritó el americano hacía su esposo el cual lo miraba molesto.

—¡mi papá ya te había ofrecido trabajo anteriormente por que no lo aceptaste!—respondió de la misma manera el ruso...gritando.

—¡¿tiene algo de malo que quiera superarme a mí mismo!?

—¡lo puedes hacer siendo mi asistente!—dijo el euroasiático acariciando su cien.

—tengo suficiente viéndote todos los días, pero no quiero hacerlo las 24 horas del día —el eslavo hizo un sonido de indignación.

—¡pues si tanto te putas molesta verme todos los días entonces ya manada todo a la mierda! —grito molesto Rusia, México solo lo ignoro y se fue caminando hacia las escaleras.

—¡te estoy hablando!—el ruso iba a perseguir al menor pero, el mexicano solo extendió su palma en manera de que parara.

—¡escúchame bien, YO hago lo que se me de la gana por que soy alguien que tiene libertad y derechos —agregó molesto el mexicano.

—y si quieres terminar, esta bien, no me importa, haz lo que quieras—el menor siguió subiendo las escaleras con la mirada atenta de su marido.

—¡¿por qué siempre tienes que dejar todo a medias?!—el ruso miraba a su cónyuge con rencor.

—por que no vale la pena pelear con alguien que simplemente no entiende—el chico se asomó por el balcón con vista a la entrada donde se encontraba el ruso

—¡aaa pero cuando yo lo hago soy un maldito cobarde ¿verdad?!—el latino lo miró con esos ojos con los que ves a alguien que te cae mal, para proseguir a subir sus hombros sin importancia y decir "ya te dije que no me importa lo que tu digas" para por fin encerrarse en su habitación.