HAN

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Si sentimos que no estamos «completos» con lo que somos, no llenemos esos vacíos a costa de otras personas para convertirnos en «lo que queremos ser».
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CONTENIDO +16

P R Ó L O G O:

La canción que estaba sonando se pausó cuando una llamada comenzó a entrar. Cerré el libro con más fuerza de la necesaria y tomé el móvil de la mesa de noche, incorporándome en la cama.

-¿Jaehee?

-¿Han?

El tono de voz tembloroso de mi hermana me hizo levantarme por completo de la cama.

-¿H-Han, eres tú?

-¿Qué sucede?

Mi hermana tomó una exhalación mientras yo buscaba por todos lados los pantalones que había dejado tirados por ahí cuando llegué del trabajo. Encendí la luz para no tropezar con nada y despertar a mis padres.

La voz de Jaehee no tomó fuerza cuando me respondió.

-¿Puedes venir por mí? -su voz sonaba temblorosa porque estaba llorando.

-¿Dónde estás? -pregunté, poniéndome los pantalones que había encontrado cerca del armario.

-En casa de Hugo.

-¿Pasó algo?

-N-no...

-¿Te hizo algo ese gilipollas?

-¡Han! -me gritó-. No quiero hablar de nada, ¿vale? Sólo ven a buscarme, por favor.

-¿Hay alguien más contigo? ¿Estás sola?

-Es una fiesta, Han, es obvio que no estoy sola.

-Ya me entiendes, Jaehee -dije con un poco de impaciencia, saliendo de casa con las llaves del coche de papá.

Jaehee tomó aire.

-No estoy sola. Holland vino conmigo.

Me detuve en seco, la mano con la que sostenía las llaves se quedó suspendida en antes de llegar a la manija de la puerta.

-¿Han? ¿Sigues ahí?

-¿Qué hace Holland contigo?

-Está de cumpleaños, Han, y no quiso celebrar en casa de sus padres.

-¿Y pensó que era buena idea ir a una fiesta de gente mayor?

-No es una niña, acaba de cumplir dieciocho. ¿Y por qué estás tan preocupado?

Apreté la mandíbula

-Vale, eso no importa. Busca a Holland y esperenme en la avenida.

-Ese es el problema. Perdí a Holland hace como veinte minutos. Date prisa, por favor.

De pronto el sonido de la música se hizo notar del otro lado de la línea. Cuando colgué la llamada con Jaehee y entré al coche, mis manos y toda mi cara estaban cubiertas de sudor.

Solo pensaba en que algo más le pasaba a mi hermana y que Holland, probablemente, estaría enrollándose con un tipo muchísimo mayor que ella.

La perspectiva de lo que pudiera encontrar en esa fiesta no era muy agradable.

No encontré a mi hermana en dónde le había dicho que me esperara, así que el dolor de cabeza que me acompañó durante el camino, aumentó.

Así que tuve que entrar a la casa de Hugo (el novio de mi hermana), aún cuando ni siquiera la conocía y, probablemente, terminaría perdiéndome entre la multitud que tendría que haber dentro.