mundo sub-real.

Capítulo 30

Despierto a la media noche, me siento desesperada, no puedo con la presión en mi pecho. Me levanto y salgo afuera, el bosque llama mi atención, quiero ir a esa apetitosa cascada, no siento miedo, mi visión es perfecta en la oscuridad. Me voy adentrando, ya puedo escuchar el ruido del agua golpear contra las rocas, por fin llegó allí, la noche esta despejada, hay un hermoso cielo estrellado, voy quitando mi ropa y solo quedo en ropa interior, me sumerjo en las aguas que encima de ellas tienen una gruesa capa de neblina, solo siento un poco de frío pero mi cuerpo se adapta, esto me relaja demasiado, mi cuerpo se encuentra flotando en total quietud en el agua, escucho como se parte una rama, el ruido proviene de entre los árboles.

Me pongo en modo alerta, miro a todo mi al rededor, mis ojos de vampira se adaptan y ahora puedo ver cualquier ser que le fluya sangre en su cuerpo a metros de distancia, puedo ver animales, pero mis ojos se detienen hacía un punto donde observó una figura con aspecto humanoide, se mueve entre los árboles y se acerca hacía mi. Mis oídos pueden escuchar los más mínimos ruidos y sonidos, las hojas secas crujen a cada paso que da este sujeto, se acerca muy lentamente, ya esta a punto de salir de la oscuridad a la claridad de la luna. Se detiene un paso antes de salir a la luz.

- se que hay alguien ahí, así que salga a la luz. Mi corazón late fuerte, espero ver la persona que saldrá.

Es la directora, siento un alivio al verla, pero me acuerdo que tengo prohibido estar aquí sola. De nuevo mi corazón se acelera y trago en seco, ella me observa en silencio. Por fin habla.

W: que estás haciendo aquí, a estas horas y sola? Acaso se te ha olvidado mi orden.

-lo siento, no podía dormir necesitaba relajarme.

W: y yo necesito que me obedezcas. Qué hubiera pasado que no hubiera sido yo la que salió de allí, si no otro ser enemigo? dime.

- yo lo siento, pero no lo pensé así. Lo siento de verdad.

W: menos mal y me di de cuenta que te adentrabas al bosque. Ahora sal de allí.

- podrías vigilarme un poquito más.

W: y tú podrías obedecerme.

Yo salgo del agua, ella traga en seco al verme en ropa interior, le doy un beso en los labios.

W: está bien, 20 min más ni más ni menos.

- es más que suficiente. Quieres entrar conmigo?

W: no.

-andale si, por favor.

W: convenceme.
De nuevo le doy un beso pero más largo, nuestras lenguas tienen una guerra.

- y? Te convencí?

W: algo así.
Ella empieza a quitarse su ropa, yo trago en seco al verla sin nada de ropa. - es mejor sin nada de ropa, dice ella muy coqueta.

Yo me quito mi ropa interior, nos tomamos de la mano y entramos a las aguas. El agua es fría pero nuestros cuerpos arden, y no es por fiebre.

Nuestros labios se unen, encajan a la perfección, nuestras lenguas pelean, y nuestras piernas empiezan a entrelazarse, los roces en nuestro centro nos hace jadear, ella besa mi cuello y luego el lunar, suelto un gemido, su mano baja mi centro, y justo cuando va a entrar escuchamos una rama partirse, si ella ya está aquí entonces quién anda por allí?

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