mundo sub-real.

Capitulo 40

Allí se encontraba mi cuerpo pálido en el suelo, venable lloraba abrazando mi cuerpo frío, quizás sin vida o quizás por la brisa melancolíca que estaba al tanto de lo que sucedió,  escucho un pitido en mi cabeza insoportable, y una voz que dice: "lo siento señora"
No sé de donde proviene esa voz que quizás es portadora de la noticia que en otra ocasión sería una victoria para mí, pero mi preciosa compañera espera por mí, debo regresar, mis fuerzas son quizás insuficientes. Mis parpados parecen cerrarse, los gritos de unas mujeres parecen querer hacer despertarme, es cierto, es confirmado, puedo sentirlo, mi corazón ha dejado de latir.

Entiendo que mi cuerpo no volverá a vivir, no volverá a sentir el cuerpo desnudo de mina sobre mi piel, sus cálidos sus besos en mis labios, su suave tacto, su sonrisa, su mirada, ya no lo soporto, sentir su ausencia en mi conciencia, en mis recuerdos.

No sé dónde estoy pero voy caminando por un túnel oscuro, escucho gritos que erizan la piel,
Veo una luz fuerte amarilla o roja, quizás naranjada, es color fuego, voy saliendo con más rápidez, veo un gran tribunal, es algo así, el olor a azufre es insoportable, miro hacía el fuego, veo figuras de aspecto humano, sus gritos son horribles, veo grandes serpientes y grandes gusanos por todos lados, es un lugar perturbador, empiezo a alterarme, siento que el calor me quema, es muy real, escucho una fuerte voz que hace estruendo en el lugar.

X: ¡silencio!
El sujeto chasquea sus dedos, y aparecemos en otro lugar, muy extraño. Pero sin duda muy tranquilo.

- quién es usted?

X: disculpa por ser tan descortés, soy lucifer, el diablo, satanás, satan, como quieras llamarme. Dice con su voz gruesa.

- dónde estoy?

L: estas en el infierno, eres tú producto de mi creación.

- qué estoy haciendo aquí?

L: estás muerta, y como todo lo que hago debe regresar a mí, aquí estás.

- pero yo debo regresar con mi compañera.

L: hija mía por eso estamos hablando, quiero negociar contigo.

- qué vamos a negociar?

L: debes traerme la cabeza alexander, o michelle, como se haga llamar, el hombre de cabello gris que te ha mandado aquí, fue mi creación pero me ha traicionado, quiero su cabeza, te doy una semana, si lo logras, podrás seguir viviendo todo una eternidad, y tus poderes serán superiores, claro, siempre y cuando no te claven una estaca al corazón, te corten la cabeza, o succionen toda la sangre, como paso contigo, si no lo logras estarás condenada a estar aquí y servirme. Y bien aceptas mi trato?

-acepto.
Satan chasquea sus dedos y hecho esto mi visión se nubla.
Volveré.

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Pd: vayan a leer mi nueva historia, esta en mi perfil, "mi sultana"