Capitulo 7

253 32 0
                                    

El sonido proveniente de movimiento cercano, había alertado los instintos Alfa de Jared, haciéndolo despertar con un sobresalto y salir de su escondrijo con rapidez... y entonces, encontrarse inesperadamente con el espectáculo más maravilloso que sus ojos habían contemplado jamás.

Una preciosa cola multicolor con perfectas aletas se movía de las maneras más deliciosas y sensuales que podían existir, justo del otro lado de ese vidrio, unida por supuesto al cuerpo del omega más exquisito que el mundo pudiera crear. Haciendo que todo pareciera simplemente demasiado perfecto para ser real... ¿Acaso él no había despertado en realidad y todavía estaba soñando?

Su pregunta fue contestada al momento que el Sireno del otro lado finalmente pareció notar su presencia y paró su fantástico "baile" de forma intempestiva, para quedarse quieto justo frente a él. Luciendo ahora totalmente claro y en todo su perfecto esplendor.

No, no solo era la cola, no solo era el cuerpo, el omega era sencillamente precioso... más aun de lo que la simple palabra era capaz de expresar.

Fue por esto que después de unos momentos no pudo contenerse más y rompió el extraño trance en que habían parecido caer los dos, acercándose al vidrio, tan solo queriendo eliminar cualquier distancia.

Pero desde luego eso pareció alertar al otro Sireno, que también reaccionó, pero en su caso para alejarse... quizás incluso esconderse.

-¡Espera, no te vayas! - gritó entonces el Alfa en su vocabulario consistente en una especie de silbidos y chasquidos y que por sí mismos conformaban un idioma tan complejo como el de los mismos humanos.

Y al parecer el Omega sí que podía entender este idioma (Jared tenía dudas sobre si los sirenos cautivos lo hacían, y luego de no haber hablado con los otros que le habían presentado, esta era la primera vez que se comunicaba con uno). El chico de lo que había visto Jared, intensos ojos verdes, se había detenido al instante luego de la solicitud del Alfa, volteando una vez más, pero esta vez manteniéndose claramente alerta y a distancia.

Jared fue más cauteloso esta vez en acercase y prácticamente pegarse al vidrio, el cual afortunadamente no era capaz de silenciar los sonidos marinos, si acaso atenuarlos un poco.

- ¿Por qué me tienes miedo?... no voy a hacerte daño.

El sireno del otro lado pareció estrechar los ojos, aun suspicaz ante las palabras del Alfa... y este pensó que no le contestaria, sin embargo, de repente con la voz marina más inesperadamente grave y bonita el habló.

-Eres muy grande – dijo finalmente el chico, lo que hizo a Jared soltar un sonido que podría catalogarse como risa marina.

-Si, pero no sería capaz de lastimarte... no a un omega tan lindo como tú.

Fue el turno de Jensen de reír un poco, al recordar que esas habían sido precisamente las palabras que Jeff le dijo antes sobre el Alfa. Jared sin embargo tomó el gesto como algo positivo y posó sus manos sobre el cristal.

-Mi nombre es Tristán -afirmó el sireno –Aunque los humanos de aquí me han llamado Jared.

-Jared -repitió el omega, que por alguna razón le había sido más fácil de captar dentro del extraño acento del Sireno salvaje.

-Si... puedes llamarme como quieras -afirmó el más grande –suena más bonito en ti que en los humanos de todas maneras. ¿Cómo te han llamado a ti?

Luego de apenas unos segundos de vacilación, el sireno más pequeño contestó en el mismo idioma marino que estaban usando.

-Jensen... mi nombre es Jensen.

El Alfa saboreo el nombre dicho por esos dulces y perfectos labios, y consideró que era casi tan bonito como el mismo omega... casi...

-Te va muy bien -Aseguró Jared con sinceridad.

Entonces Jensen pareció de repente tomar un poco de confianza, moviendo su cuerpo, apenas lo suficiente para decir que se acercaba.

- ¿Eres un sireno salvaje? -preguntó finalmente aquello que parecía haberlo estado intrigando.

Una vez más la risa, esta vez clara y marina del Alfa se dejó escuchar.

-Bueno, si por salvaje te refieres a que vengo del mar y soy libre, pues entonces diría que si... si te refieres a si me como a otros sirenos más pequeños que yo, entonces la respuesta es no.

Jensen bajó la mirada, un poco avergonzado de que eso había sido precisamente lo que había estado pensando del Alfa.

- ¿Tú has vivido alguna vez en el mar Jensen? -Fue el turno de Jared ahora de preguntar.

-No... yo no...

Pero el omega no alcanzó a terminar, cuando de repente el ruido proveniente de la vitrina compartida los interrumpió. Dos biólogos parecían haber captado su interacción no pudiendo evitar proferir exclamaciones sorprendidas y emocionadas.

La reacción de Jared fue inesperada, incluso para él mismo, sintiendo como una repentina rabia posesiva se apoderaba de él, llevándolo a lanzarse, esta vez sí demasiado en serio contra aquellos seres inoportunos, en un intento del todo imposible de alejarlos del Sireno omega.

Los científicos acostumbrados a esa clase de reacciones en el Alfa no se sorprendieron demasiado... pero si el joven omega que una vez más pareció asustarse y alejarse con rapidez.

Jared entonces volteó y lanzó un suspiro frustrado, dándose cuenta que acababa de perder cualquier cosa que hubiese ganado... y todo por culpa de esos estúpidos humanos.  

SirenosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora