Sirenos

Capitulo 2

Osric sale prácticamente corriendo de su cubículo en cuanto Emily le da la noticia que el tanque con el omega finalmente llegó, de hecho, estuvo a punto de perder sus gafas luego de tropezar por el camino debido a la emoción, pero finalmente es capaz de llegar sano y salvo.

-Jeff–Saluda al cuidador del acuario de omegas que se encuentra un lado del camión con la valiosa carga –No sabía que vendrías también -le habla con una sonrisa.

-Por supuesto –Contesta el hombre de pelo entrecano –No iba a dejar que mi más hermoso y perfecto omega hiciera este viaje solo –Le sonríe a su vez al biólogo de ascendencia asiática.

- ¿En verdad lo es? - pregunta ahora el chico emocionado y Jeff le vuelve a sonreír.

-Tal como te lo prometí, pero mejor velo por ti mismo. -Ofrece Morgan, caminando unos pasos hasta donde se nota una pequeña compuerta que destraba para deslizar, dando paso a una ventana de vidrio grueso.

El biólogo no tarda en apresurarse a asomarse buscando con ansiedad, hasta que es capaz de enfocar a la preciosa criatura que hay dentro. Un espectacular sireno omega, de un excelente tamaño y complexión, que nada lentamente en las aguas claras del tanque... y así como Jeff acababa de decirlo, era simplemente perfecto. Los colores de su cola son vivos y vibrantes, las aletas están impecables y brillan de una manera maravillosa y encima, su rostro y características humanoides son absolutamente hermosas.

Maldita sea si el Alfa va a ser capaz de rechazar semejante prospecto en ofrecimiento, como lo había hecho en los dos intentos anteriores.

Osric Chau sabía que esta era la última oportunidad que le daban con este proyecto, después de esto, si no funcionaba una vez más, el Alfa sería liberado al mar y se detendría la idea por completo. Sin embargo, después de ver a este omega, sus esperanzas volvieron a crecer, pensando que finalmente lo lograrían.

-Te has lucido Jeff, estoy seguro que este es justo el Omega que el proyecto necesita.

-Desde luego que sí -Acepta el hombre mayor, mientras cierra la compuerta una vez más con cuidado. - Además de su belleza, Jensen es un omega fuerte y muy saludable, características que todo Sireno Alfa aprecia en sus parejas. No es experimentado eso sí, de hecho, será la primera vez que estará cerca de un Alfa, pero pues, considerando que aquí el que tiene que hacer el trabajo es tu muchacho, no creo que eso afecte mucho.

-No, no lo hará-aceptó el biólogo sin preocuparse por el asunto. -Y entonces ¿Cuándo podemos comenzar la descarga? -Preguntó a su vez.

-Cuando ustedes estén listos -aseguró el cuidador – seguro mi chico agradecerá que sea cuanto antes, lleva todo el día en ese pequeño tanque y más que seguro que querrá estirar las aletas -sonrió - imagino que no lo van a poner ahora mismo con el Alfa de buenas a primeras ¿no?

-No, claro que no -contestó Chau mientras comenzaba a caminar haciendo una seña al hombre mayor para que lo siguiera – Lo pondremos en un tanque aledaño al de Jared... es el nombre que le hemos puesto al Alfa -Aclaró - Podrán verse por un vidrio grueso, pero no tendrán contacto, y así analizaremos primero como reaccionan uno al otro.

- ¿Y cómo ha salido hasta ahora? -Preguntó Jeff, dándose cuenta de que estaban entrando al recinto.

Osric se encogió de hombros sin mucho ánimo -No muy bien la verdad, Jared simplemente ignoró al primer Omega que le presentamos, incluso una vez que lo metimos al tanque con él ni siquiera se le acercó y luego se mostró algo agresivo con el segundo omega a través del vidrio, por lo que ni siquiera nos atrevimos a meterlo en su tanque por miedo a que le hiciera daño... Fue bastante desilusionante.

-Vaya –Solo atinó a decir el cuidador, mostrando también un poco de preocupación.

Chau sin embargo se disculpó un momento con Morgan y se dirigió a unos trabajadores, para pedirles que comenzaran el proceso de preparación del traslado del sireno a su nuevo tanque, después de esto regreso con el hombre.

-Pronto estará todo listo –aviso recobrando su emoción -Ahora ven, te lo mostrare.

Jeff siguió al chico por un par de pasillos más, hasta que estuvieron ahí, una enorme vitrina que daba a un tanque, algo más oscuros que los que tenían en su propio acuario para sus omegas, pero bastante espacioso y bien cuidado.

El hombre de pelo cano sonrió emocionado, captando quien sería el habitante de ese lugar.

- ¿Está escondido? -Preguntó, al no ver sin embargo a ningún sireno a la vista...

-Al ser salvaje, no tiene mucho aprecio por la compañía humana -afirmó el biólogo, sin embargo, apenas había terminado de decir la última palabra, la punta de una gran cola verde se dejó ver desde uno de los rincones más oscuros.

Y luego, de la nada, un enorme sireno se dejó ir contra el vidrio donde los hombres se encontraban, como si fuese a atacarlos, para cambiar su trayectoria justo a lo que pareció unos cm de chocar.

Morgan no pudo evitar echarse instintivamente hacia atrás e incluso proferir un suspiro de susto, Osric, más acostumbrado, no se movió de su sitio.

-Le gusta alardear –aseguró el biólogo, admirando al sireno que seguía visible dando vueltas y batiendo su cola de manera violenta – Casi todos los Alfas son así, algunos más que otros.

-Es muy grande – Profirió Jeff, aun asombrado mirando el aspecto del sireno frente a él, ojos fieros y rasgados pero bonitos en una asombrosa mezcla de colores, cabello peludo que flotaba en todas direcciones, y un tamaño bastante imponente– incluso es más grande que cualquier Alfa que haya visto antes... ya no decir de los omegas de mi acuario.

-Si –aceptó el otro – Es un ejemplar magnifico, y perfectamente sano... si lográramos la reproducción, entre esta belleza y la tuya, tendríamos a los sirenos más perfectos que se puedan crear.

El cuidador estuvo totalmente de acuerdo, quedándose un momento más embelesado viendo a ese enorme Alfa que parecía haberse tranquilizado un poco, y ahora se conformaba con ignorar por completo a los humanos y nadar más lentamente.

Un joven se acercó a Chau dándole un mensaje con el que este pareció muy complacido.

-Todo está listo... tu Jensen está siendo sacado del tanque móvil, y en unos minutos será traído al tanque aledaño al de Jared... -informó señalando otra ventana, un poco más pequeña al lado de la que se encontraban. -Pero creo que será mejor estar durante el traslado para asegurarnos que todo salga bien.

Y así ambos hombres volvieron sus pasos de nuevo hasta el estacionamiento, donde comenzaba la cuidadosa remoción de un sireno del camión, con la ayuda de una grúa especializada.