Capitulo 24

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A regañadientes, luego de mucha insistencia, Osric obtuvo sus dos semanas extra de vigilancia antes de que se llevaran al omega, pero las cosas ya no fueron tan fáciles.

En cuanto se enteraron de la cría exitosa, la noticia se difundió rápidamente a los medios, y el lugar pronto de llenó de reporteros y solicitudes de entrevistas para el biólogo, a las que tenía dificultades en negarse, debido a la presión de los directivos del centro.

Aunque lo peor fue él, Mark Pellegrino, el hombre que el acuario envió para estar al pendiente de su sireno omega preñado, ahora el bien más valioso de la empresa, y que debían mantener vigilado.

El hombre, supuestamente también biólogo de profesión, pero algunos murmuraban en algún momento había sido un cazador de alevines de sireno ilegal, que los capturaba para venderlos a acuarios y personas millonarias que los tenían de ornamento en grandes peceras en sus salas de estar, exigía informes diarios de la evolución del omega, insistiendo en apresurar las cosas para poder llevárselo cuanto antes.

Osric lo odiaba, Emily también lo odiaba, incluso Chad lo odiaba, reclamando en todo momento y con prepotencia que le mandara cualquier imagen de vigilancia que probara que el sireno no necesitaba más de estar en un centro y era perfectamente capaz de irse a un acuario.

-Lo que no me explicó -señaló Mark viendo a los sirenos desde el otro lado del tanque con Osric a un lado, luego de que este le entregara el último informe. -Es porque demonios aún tienen a nuestro Omega en el mismo tanque que ese Alfa. ¡Podría lastimarlo y hacer que pierda la cría!

Osric se tragó la bilis, intentando sonar tranquilo al hablar.

-Jared no sería capaz de lastimarlo, en realidad él se dedica a cuidar de Jensen todo el tiempo, y realmente pienso que eso le hace bien al omega, manteniéndolo más tranquilo.

-Tonterías –musitó Pellegrino molesto – Es un Alfa salvaje, seguramente se mantiene cerca buscando aparearse de nuevo, pero el omega ya preñado se negará, y es posible que busque hacerlo a la fuerza, ¡puede dañar la cría!

-De todas maneras -continuó el biólogo asiático luego de volver a auto relajarse para hablar – No podemos sacar a Jensen del tanque, seguramente vio los informes de como reaccionó el Alfa la última vez que lo intentamos, lo más seguro para todos es mantenerlos juntos hasta que se lo tengan que llevar.

-Ya buscaremos la manera -afirmó Mark, dándose la vuelta para alejarse del lugar.

Osric se quedó un rato más, viendo a los sirenos... en un momento, vio sin embargo como el Alfa le devolvió la mirada, y extrañamente, está más que furiosa y salvaje como solía ser cuando se dirigía a cualquier humano, esta vez le pareció mas ¿recelosa?, como si de alguna manera sintiera que algo estaba pasando.

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Y justo así era. Jared lo sentía, fuerte y claro, el peligro, la zozobra de que algo estaba pasando entre los humanos. Cuando de repente, la sala a la que daba el tanque parecía llenarse por momentos de humanos que nunca había visto, los que llevaban unos extraños aparatos con los que apuntaban a los sirenos.

Primero, Jared se había alarmado poniéndose en plan protector e intentando esconder a su omega, sin saber si aquellas cosas le podían hacerle daño, pero luego vio que solo salían luces de los mismos, y que luego de un rato de ellas, ellos se iban.

Jensen por el contrario no estaba nada nervioso con esos humanos, acostumbrado como estaba a ser exhibido y que se le tomaran fotos en muchas ocasiones. Incluso intento explicarle a Jared lo inofensivo de todo el asunto, pero él Alfa no estaba tan convencido.

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