Sirenos

Capitulo 10

-¿Cómo va todo? -Fue Emily la que preguntó, recién llegada a la cabina de monitoreo, desde donde vigilaban la nueva interacción entre los Sirenos del proyecto.

-Bastante bien... Llevan un buen rato cerca y comunicándose, y la interacción es genial, incluso, a riesgo de sonar como loco, puedo sentir una especie de digamos "tensión sexual" entre ellos - afirmó Osric con una sonrisa satisfecha.

La cara que le dedico Chad dejó claro que el sí que pensaba que el biólogo estaba muy loco, Emily sin embargo no reaccionó a esa declaración e hizo una pregunta en su lugar.

- ¿Entonces piensas mudar al omega de tanque hoy?

-No estoy muy seguro... quiero decir, las cosas se ven bien, sin embargo, Jensen se mostró bastante temeroso en un principio, tengo miedo de que sea demasiado pronto para él y arruinar todo.

Sin contestar, la científica tomó asiento a un lado de Chau viendo por ella misma ahora la manera como los Sirenos seguían comunicándose, estando bastante cerca uno del otro, a pesar del vidrio que los separaba... y entonces una idea le vino a la mente.

- ¿Por qué no dejas que sea él quien decida?

- ¿Qué? - preguntó el biólogo sin entender.

-Si, que sea Jensen quien tome la decisión de entrar con el Alfa o no.

- ¿Eso se puede hacer? -fue Chad sin embargo quien preguntó, no entendiendo muy bien como este par lograría algo así.

-Esta la compuerta pequeña que separa ambos tanques -siguió la chica– bastante seguro que el Alfa no podría pasar su cuerpo por ahí, pero el omega es más pequeño... quizás batalle un poco, pero si él quiere, entrara al tanque vecino.

-Vaya, eso suena como una gran idea Emily -confirmó Osric animado.

-Desde luego -continuó ella orgullosa –no por nada soy especialista en etología marina - guiño el ojo a ambos hombres. -Chad ¿Esa compuerta esta automatizada no es así?

-Si, supongo que sí, todas las del recinto lo están... aunque tengo que buscarla en el plano, no suele usarse mucho.

-Hazlo -pidió Osric, y nos avisas cuando esté listo, por ahora tenemos mucho que poner en marcha en caso de que el plan funcione y Jensen tome la decisión que esperamos.

....

Después de la buena experiencia que habían tenido esa mañana, se decidió que fuese Emily la encargada de alimentar al omega de ahora en adelante, lo cual dejó bastante más tranquilo a Osric, desde que la chica era mucho más empática con estas criaturas que el resto de personal del centro.

-Hey Jensen, ya supe que conociste al Alfa hoy... –le habló a la chica al sireno, mientras comenzaba a servirle un platón con trozos de los que Jeff había dicho, eran los mariscos favoritos del omega – ¿Qué tal?, ¿Te gusto?...

Por supuesto que Jensen no contestó, en su lugar se sumergió un poco, dando una vuelta rápida y nerviosa alrededor del tanque... la chica sonrió, cada vez pensando que entendía más de estos interesantes y adorables seres.

-No tienes que avergonzarte –siguió ella, dejando el plato en el lugar indicado donde sería fácil para el Sireno alimentarse –Después de todo, el tipo es muy guapo, bastante seguro que si yo fuese un sireno omega, también me gustaría.

Tal vez se estuviera volviendo tan loca como Osric, porque casi podría jurar que escuchó una risa de parte de la criatura.

-Entonces... -siguió ella mientras Jensen daba sus primeros bocados, tomándolos con la mano y llevándolos a la boca, como hacían todos los de su especie. - ¿Qué dices de ir a conocerlo más cerca... ya sabes, sin el vidrio de por medio?

El omega de repente dejó de alimentarse para voltear a verla abriendo mucho los ojos.

-No, no te asustes... eso solo será si tú quieres hacerlo, te prometo que nadie te va a obligar a nada Jensen, será solo cuando tú quieras y si no quieres, pues no... ¿Qué tal eso?

Jensen pareció sopesarlo unos momentos, luego, solo suspiró y volvió a su comida, Emily ya no dijo nada más sobre ese tema.

....

Jared estaba ansioso... había comido muy rápido, deseando volver cuanto antes al fondo del tanque para volver a ver a su omega. Habían pasado horas juntos platicando hacía un rato, hasta que los estúpidos humanos los llamaron a comer y tuvieron que separarse.

Ahora, él había vuelto ya, pero el omega todavía seguía en la superficie... y ya tenía muchas ganas de verlo de nuevo.

Pero había algo más que le mantenía de nervios... esos humanos tontos algo planeaban. Llevaban demasiado tiempo asomándose por el ventanal y hablando entre ellos, lamentablemente demasiado bajo para escucharlos... pero si los había visto señalar a partes del tanque. Y Jared no estaba muy seguro si eso le gustaba o no.

Primero había pensado que estaban planeando mudar al omega a su tanque, lo cual era fantástico y él estaba completamente a bordo con ello, sin embargo, era extraño, porque esos traslados se hacían desde la parte superior, y no tendrían que estar viendo el tanque desde abajo.

Y entonces le vino otra loca idea de la nada... ¿Qué tal si el plan en realidad es llevarse al omega y traer a otro?

No, eso si no le gustaba, eso si no podía permitir... y el solo pensar en la posibilidad y como en dado caso, no sería capaz de impedirlo, le hacían agitarse completo, entre ansiedad y furia.

Y entonces de repente, el omega apareció nadando una vez más en su campo de visión, y todos los sentimientos negativos desaparecieron de golpe. Aunque solo fue por un momento, porque casi al mismo tiempo el ventanal se llenaba de humanos, todos viendo en la dirección de su Sireno, y las ganas de arrancar cabezas volvieron con la misma rapidez.

Pero esta vez se contuvo, simplemente porque no quería asustar a su chico una vez más... aunque la intriga y desasosiego de no saber que querían los humanos lo estaban volviendo loco, haciendo que comenzara a dar vueltas y vueltas entre su lado del ventanal y el vidrio.

El mismo Omega también pareció comenzar a ponerse nervioso, nadando a su vez de arriba abajo por el espacio del vidrio, el mismo sin comprender que pasaba, pero consiente también de que algo estaba por acontecer.

Hasta que ambos sirenos se quedaron repentinamente quietos cuando un ruido fuerte se escuchó, justo a un lado del vidrio... y luego una rara corriente apareció.

El Alfa se estremeció de arriba a abajo cuando sintió como el agua de su tanque se comenzaba a perfumar con el aroma más delicioso que hubiese llegado alguna vez a su nariz humanoide. Y siguiendo este rastro lo encontró, una pequeña puerta que nunca antes había notado, al estar permanentemente cerrada. Pero ahora estaba abierta, abierta y conectada por un túnel estrecho a donde su hermoso omega se encontraba.

Sin siquiera calcular Jared de inmediato se lanzó intentando traspasar, para darse pronto cuenta que con su volumen le sería imposible, podría atravesar la apertura sin dificultad, pero no había manera para él de cruzar el túnel que conectaba. Volvió rápidamente al vidrio, y vio que, del otro lado, el Sireno más pequeño había descubierto también la abertura, y la miraba completamente indeciso.

-Jensen -llamó el alfa en idioma marino –¿Puedes venir aquí Jen?

El omega miro al Alfa, y luego nuevamente a la compuerta... intentando desesperadamente tomar una decisión...