Sirenos

Capitulo 23

Unos días apenas después, Jensen parecía haber recuperado finalmente sus energías, aun no era el sireno alegre que jugaba todo el día como antes, pero estaba cerca, dormía mucho menos y pasaba más tiempo nadando por el tanque acompañado siempre de su Alfa que no lo perdía de vista.

-Sabes –le dijo a Jared con quien nadaba con las manos agarradas –Cuando nuestro alevín nazca, le enseñare muchos juegos que solía jugar cuando era más pequeño en el tanque.

Jared sonrió contento también de tener más tiempo con su sireno ahora.

-Yo lo llevare a conocer unas grutas marinas que me encantan, estoy seguro que le gustara jugar con los calamares que viven ahí -comentó el Alfa.

De inmediato eso hizo que Jensen se detuviera volteando a ver a su Alfa.

- ¿Grutas marinas?... ¿En el mar?

-Pues claro mi ondino – dijo este riéndose de lo obvio - ¿Cuándo has visto grutas marinas en un tanque? -se acercó para abrazar a su Omega por la cintura –Los llevare a ti y a nuestro alevín a conocer muchas cosas en el mar en cuanto salgamos de aquí.

- ¿Salir de aquí?, Jared, ¡nosotros no podemos salir de aquí! -exclamo el omega alarmado.

-No por ahora -aceptó el Alfa con algo de frustración por el hecho – pero encontrare la manera de que lo hagamos, ya estoy pensando en algunas formas de engañar a los humanos para que podamos escapar... no son muy listos de todas maneras.

-No es solo eso –exclamo el omega mientras se desenredaba de su alfa para alejarse solo un poco antes de seguir hablando –Es que yo no quiero salir de aquí Jared, ¡Mi alevín no puede nacer en el mar!

El Alfa lo miro con algo de asombro, realmente no esperaba esa reticencia por parte de su omega, era claro que Jared no saldría de ahí sin él, y menos ahora que tenían un pequeño en camino. Pero también era claro que no pensaba quedarse a vivir su vida en un tanque para siempre.

- ¿Por qué no?, muchos alevines de sireno nacen en el mar, yo lo hice Jensen.

Jensen de nuevo negaba, realmente parecía muy asustado con la perspectiva.

-No, en el mar hay muchos peligros Jared, tienes que salir a buscar la comida, y hay depredadores, ¡un tiburón podría comerse a nuestro alevín! –tembló visiblemente de solo pensarlo- Aquí los humanos nos cuidan, nos alimentan, nos curan si nos sentimos mal, ¡aquí estamos seguros!

- ¡Tu no conoces a los humanos Jensen! -Jared ahora levantó la voz marina molesto por ese amor de Jensen por esos seres – Ellos matan sirenos en las redes de pesca o incluso por diversión, y algunos roban a alevines para llevarlos a sus peceras y tenerlos de adorno.

-No Jared –negaba Jensen aún más asustado – ellos no harían eso. Te han engañado, yo si conozco a los humanos y no hacen esas cosas.

- ¡Yo lo he visto!, lo vi con mis propios ojos, la manera como esos amigos de mis padres nadaban desesperados cuando un bote capturó a su hijo, ellos nunca pudieron recuperarlo Jensen, les quitaron a su alevín, y ellos también nos quitaran el nuestro si les da la gana.

Jensen instintivamente se llevó sus manos a su vientre negando fehacientemente.

-No lo harían, los humanos no nos harían eso.

-Lo harían, tú mismo me contaste como te separaron de tus padres cuando eras muy joven.

El Omega repente lo miro, horrorizado.

-Eran salvajes –dijo en una voz más pequeña, aun negándose a ver la verdad -me alejaron de ellos para que no me hicieran daño.

- ¿Y tú aun crees que los sirenos salvajes dañan a otros sirenos? -Preguntó dolido.

El omega entonces solo bajó la cabeza, sin saber ya que decir, confundido y asustado. Jared solo sacudió la suya, nadando nuevamente hasta él y abrazándolo.

-Tengo miedo -susurró finalmente el omega metiendo su cara en el pecho de su Alfa.

-Lo sé –lo consoló el Alfa suavemente... -Pero te lo dije mi ondino, no dejare que nadie les haga daño, ni a ti, ni a nuestro Alevín, ni aquí ni en el mar.

Osric presionó finalmente el botón de enviar, y el informe que avisaba sobre la cría exitosa del omega en cautiverio finalmente fue mandada. Aunque quisiera, sabía que no podía retrasarlo más. No solo porque seguía recibiendo demandas al respecto, sino porque gran parte de su equipo ya lo sabía y la información saldría igualmente a la luz tarde o temprano, y a él podría irle bastante mal por haberla retenido. Lo último que necesitaba ahora es que lo alejaran del proyecto.

Cansado, se puso de pie y se dirigió hasta el cubículo de Chad. El informático lo saludo con una seña mientras cenaba algo. Osric respondió el saludo, pero no le habló, solo se sentó mirando fijamente una de las pantallas que estaba fija ahora a donde los sirenos se encontraban Jensen sentado sobre la cola de su Alfa, y al parecer haciendo una especie de juego con las manos y ambos mostrando algo parecido a una sonrisa.

Desde que Jensen recuperó sus energías, una vez más habían vuelto a ser inseparables, no tenían juegos tan enérgicos como antes, pero aun así parecían estar contentos de estar juntos, incluso Chad había reportado que ellos se habían apareado un par de veces y tenidos juegos sexuales en otras ocasiones, lo cual era del todo ilógico desde que el omega ya estaba preñado, y más parecido a un comportamiento humano, de aparearse por el puro placer de estar unidos. Osric había visto los videos, y notó también como los apareamientos parecían ser mucho más suaves y cuidadosos de parte del Alfa, empeñándose en no lastimar a su omega preñado.

- ¿Lo enviaste? -la pregunta de la etóloga que acababa de entrar al cubículo de Chad también lo sacó de sus pensamientos.

Osric asintió y la chica suspiró aliviada. El biólogo sabía que no era porque ella no lo apoyara, sino porque estaba seriamente preocupada de que él se pudiese meter en problemas por postergar el informe.

- ¿Cuánto tiempo crees que te den? -preguntó una vez Emily sentándose a su lado.

-Un par de semanas, si tengo suerte en convencerlos por ellas. Alegaré que necesitamos estar seguros de que no haya problemas con la cría.

- ¿Crees que funcionara? –preguntó ella viendo la pantalla que el científico veía a los sirenos aun contentos jugueteando con sus manos, y suspirando al pensar en el poco tiempo que les quedaba juntos.

-No lo sé –Osric se bajó los anteojos y se froto los ojos cansados. -ciertamente el acuario estará ansioso por llevarse a su omega y hacer el anuncio en los medios de contar con el primer sireno preñado en cautiverio.

Ambos quedaron en silencio un momento más, hasta que Emily una vez más habló.

-Igualmente no es como si hubiera opción Osric, tú mismo has dicho que no quisieras que Jared se quedara en un tanque, y dudo mucho que Jensen pudiese sobrevivir lejos de uno, él ha estado toda su vida encerrado, no sabe pescar ni defenderse de los depredadores.

Luego de pensar un poco, el científico contestó también.

-Jared si sabe, tal vez... tal vez él pudiese cuidar de Jensen, o enseñarlo una vez en libertad, así como a su alevín.

Ella lo miró asustada, acaso Chao estaba insinuando liberar a Jensen, un sireno que ni siquiera les pertenecía.

-Ni se te ocurra Osric, terminarías en la cárcel... además, eso de Jared cuidando del omega y formando una pareja, es solo una teoría tuya, probablemente una vez en el mar, Jared se aleje a buscar otros omegas y Jensen termine muriendo de hambre o depredado.

Luego de un momento más de silenció el biólogo solo asintió.

-Si, probablemente tengas razón.