Capitulo 18

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- ¿Está todo listo? -preguntó Osric a uno de sus ayudantes, al llegar al área externa de los tanques.

-En unos minutos -contestó este, apresurándose a continuar con su trabajo.

Emily a su vez se acercó hasta el biólogo, mirándolo claramente no muy convencida.

- ¿Estás seguro de esto Chau?

-No nos queda de otra -contestó el asiático, mostrando un talante algo cansado – No hay manera de hacer que el Alfa se aleje de Jensen ni siquiera por unos minutos, y es imposible acercarse con este ahí, ha atacado ya a varios del equipo.

-Ni que lo digas - habló la chica recordando su propio ataque – aun así, no creo que Jared este mucho más contento si sacas a Jensen del tanque como planeas.

-No, no lo estará, pero es todo lo que nos queda por hacer. Los síntomas de Jensen solo continúan, aunque ya no ha vomitado, el esta apático y apartado, oculto casi todo el día entre las rocas, tenemos que cerciorarnos de que es lo que le pasa, e incluso en caso de estar preñado como sospechamos, tenemos que estar seguros de que todo va bien.

- ¿Y cómo planeas hacerlo? -preguntó la etóloga entonces.

-Bueno, Jensen es un sireno bien entrenado y obediente, él sabe que debe subirse a la camilla y según me contó Jeff siempre lo ha hecho sin problemas. Así que, usando la grúa, no nos tendremos que acercar demasiado para sacarlo y poder llevarlo a otro tanque temporal donde poder revisarlo.

Emily asintió, no del todo convencida de que el plan fuese a funcionar, no luego de ver la posesividad de Jared para con el sireno omega, y la fiereza con la que evitaba que nadie se le acercase.

El problema es que, si las cosas no salían bien, el único camino que les quedaría era sedar al Alfa para poder acercarse a Jensen, algo que todos en el recinto preferían no hacer, ya que era un camino que solía afectar bastante a esas criaturas tan inteligentes y sensibles.

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En el tanque, Jared estaba bastante intranquilo. Y eran varias las razones para esto. Desde la nueva actitud de su omega, que lo había estado prácticamente ignorando, negándose ya no solo a aparearse, sino incluso a jugar con él, manteniéndose casi todo el tiempo metido entre los arrecifes descansado... ¿Acaso estaría enfermo?... ¿Acaso ya no quería estar cerca de él?

Ambas cosas estaban asustando al Alfa, aunque no quisiera admitirlo, y por alguna razón, esto o algo más que no podía explicar, lo hacían sentirse más posesivo y protector con el sireno omega, de manera que le resultaba casi imposible pensar en perderlo de vista, como si sintiera que cualquiera le podía hacer daño, y que era algo que él no podía permitir.

Y a todo esto, ese día en particular, algo más se sumó a la intranquilidad del sireno más grande, cuando comenzó a ver movimientos entre los humanos... algo que nunca le gustaba y mucho menos en estos momentos.

Esos imbéciles no entendían, ya habían querido acercase a su omega en varias ocasiones los últimos días, y por más que les dejaba más que claro que cortaría y probablemente comería la cabeza de cualquiera que lo intentara, no estaban por desistir... al punto de que ahora parecían tener otro plan para hacerlo. Y fuese lo que fuese, definitivamente no iba a permitir que funcionase. Aun cuando Jensen se enojará con él, estaba más que dispuesto a dejar a cualquiera de ellos sin brazo si se les ocurría poner una mano sobre su sireno.

-Jensen -llamó al omega acercándose a la roca donde estaba oculto y donde él debido a su tamaño, no podía entrar.

Silencio...

-Si -contestó finalmente este, luego de unos largos segundos.

- ¿Podrías venir un momento mi ondino?

El sireno no respondió esta vez, pero entonces se escuchó un movimiento y este apareció saliendo de la roca.

-Hola –le sonrió el alfa, verdaderamente feliz de verlo, aun cuando su aspecto fuera claramente más demacrado con manchas oscuras bajo sus ojos.

-Hola- contestó Jensen, dejando ver su propia sonrisa, algo agotada pero igualmente se notaba contenta de ver al otro sireno.

- ¿Estas bien? -preguntó ahora Jared acercándose para tocar su rostro.

-Si, solo estaba durmiendo -respondió el omega, moviéndose para disfrutar más de aquellas caricias.

Jared aprovechó para acercarse más y abrazarlo, fuerte y necesitado.

-Te extraño -confesó el sireno Alfa.

-Lo siento... tratare de dormir menos –Jensen se dejó absorber por los brazos de su Alfa y lo correspondió, lo cierto es que, aunque algo en su mente lo guiaba a buscar lugares ocultos y estrechos para simplemente descansar, el también echaba de menos la cercanía del otro sireno.

-No es eso... - trató de aclarar Jared, pero en ese justo momento un fuerte ruido desde arriba detuvo su diatriba, haciendo que ambos callasen y volteasen.

Y ahí vieron como aquel aparato descendía desde los cielos, hasta entrar en el agua, y luego seguir bajando... Jensen la reconoció casi de inmediato, era algo que estaba acostumbrado a ver desde que era muy joven... Jared no sabía lo que era, pero igualmente, no le gustó nada que aquello apareciera en su territorio, con su omega... y mucho menos le gusto, cuando su sireno comenzó a desenredarse de su abrazo, para comenzar a nadar lentamente hacía la cosa.  

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