Capitulo 19

190 21 2
                                    

Capitulo 19

-Pero que... ¡Jensen! -Jared le gritó a su sireno sosteniéndolo de un brazo al ver como nadaba tan campante hacia aquella cosa que los humanos habían bajado hasta su tanque. -Por todas las medusas... ¿A dónde crees que vas?

-Es la camilla - expresó Jensen, como si lo que estuviese diciendo fuese totalmente obvio.

- ¡¿La qué?!

-La camilla... Cuando los humanos la bajan, uno tiene que subir, y entonces ellos pueden sacarte del tanque para ...

Y a partir de ese momento, Jared no necesito escuchar nada más... sacarlo del tanque, ellos pretendían sacar a su sireno del tanque, ¡ellos querían quitárselo!

- Regresa a la roca - ordenó el sireno Alfa a su omega, empujándolo hacía atrás.

- ¿Qué? -preguntó confundido Jensen ante la actitud del otro sireno.

- ¡He dicho que vuelvas a la roca y te quedes ahí... ahora! - Jared se encontró usando una voz más alfa de lo que jamás había usado, mucho menos con su sireno. Pero en ese momento, ni siquiera se podía parar a pesarlo, su mente estaba completamente en rojo.

Jensen se sobresaltó un poco ante la actitud del alfa, una que nunca le había visto ni pensaba que le vería, no hacía él, sin embargo, tampoco fue capaz de contradecirlo, así que, aunque un poco dolido y quizás un poquito asustado, lo obedeció y comenzó a nadar de vuelta hacía aquella roca, escondiéndose una vez más.

Por su parte el alfa se apresuró hasta el lado contrario, hasta aquel objeto trasgresor, arremetiendo contra el mismo, tomándolo con sus manos, con su cola, con sus dientes o lo que pudiese, para comenzar a destruirlo, pieza por pieza, arrancando cada pedazo como si fuese el cuerpo de los humanos malditos que querían llevarse a su sireno.

---

- ¿Qué está pasando? - preguntó Osric a su equipo, al ver como intentaban controlar la grúa, que se movía en todas direcciones.

-No sabemos -contestó uno de los muchachos – tratamos de jalar, pero esta trabada, no se alcanza a ver el fondo porque el agua esta turbia por movimiento.

El biólogo inmediatamente tomó su teléfono llamando a Chad hasta la cabina de vigilancia.

-La está destrozando –rápidamente informó este antes de que Osric siquiera le preguntase.

- ¿Qué? ...

-La camilla, Jared la está destruyendo con sus propias manos... maldición, es muy fuerte, si no se detiene va a tirar la grúa entera.

El biólogo entonces cortó la comunicación y se dirigió nuevamente a su equipo.

-Chicos, tenemos que recuperar el cable, háganlo con cuidado, pero tienen que traerlo arriba. -Estaba preocupado por que el Alfa saliera lastimado si eran demasiado bruscos, pero si esto continuaba, las cosas podían ponerse mucho peor.

Tardaron y sudaron durante algunos momentos más, antes de que finalmente, el cable pareció liberarse, y fueron capaces de subirlo... tras este se encontraron con apenas unos jirones de tela y metal, donde se supondría que tendría que estar la camilla de transporte para sirenos.

Pero no había acabado... casi justo detrás apareció de la nada un claramente enfurecido sireno Alfa, que se abalanzó contra la grúa misma, haciendo que los hombres que la controlaban, tuvieran que echarse hacía atrás.

-Maldición -gruño el biólogo, comenzando a correr hacia el recinto.

- ¿A dónde vas?... ¡Osric, es peligroso!

Fue la angustiada voz de Emily la que se escuchó, que sin embargo no detuvo al otro joven ya entrando hasta la zona del tanque.

En este, Jared continuaba arremetiendo contra la orilla, justo donde se asentaba la base de la grúa, nadando a gran velocidad en círculos para tomar impulso y luego dejándose estampar contra el mismo con tal fiereza que realmente estaba no solo dañando la estructura, sino dañándose a el mismo.

- ¡BASTA JARED! - gritó el biólogo con energía, pero siendo completamente ignorado por el sireno, que continuaba en su ataque de furia. - ¡DEBES DETENERTE!

- ¿Qué hacemos? -preguntó uno de los ayudantes, viendo como la situación estaba completamente fuera de control.

-Trae el rifle - solicitó Osric, dándose cuenta que no había otra opción ahora que usar un dardo tranquilizante para dormir al sireno, antes de que causara un desastre mayor o terminara dañándose seriamente.

El hombre salió rápidamente corriendo hasta la pequeña cabina donde guardaban los utensilios de emergencia, para comenzar a cargar el arma con el dardo. El biólogo se acercó más al tanque, pensando en cómo haría para acertar al sireno que seguía nadando con energía entre cada arremetida, cuando de repente lo vio aparecer.

Jensen emergió justo frente al área de embiste del Alfa, y también justo casi al momento que este se dejó ir una vez contra dicho objetivo ciego en su carrera.

Todo trascurrió en segundos, donde Osric fue del todo consiente e impotente sobre lo que estaba por ocurrir, y como el Alfa sin darse cuenta, terminaría por descargar toda esa fuerza y furia contra el sireno omega. Sin pensar, terminó por acercarse a la orilla del tanque y grito con toda su fuerza.

- ¡DETENTE, LASTIMARAS A JENSEN!

Y entonces como magia, toda la energía del Alfa se contuvo casi como el frenón de un auto a toda velocidad, originando incluso olas que mojaron al científico en la orilla.

Apenas a unos centímetros del sireno más pequeño, Jared se irguió para verlo, haciendo que de forma instantánea sus rasgos cambiaran de la rabia anterior al susto de haber estado a punto de arrollarlo con energía.

Ambos sirenos intercambiaron algunos sonidos marinos durante unos momentos, hasta que finalmente, casi al mismo tiempo, ambos se zambulleron una vez más. Dejando finalmente el área tranquila. Todos los presentes suspiraron aliviados.

-Eso estuvo cerca –fue Emily quien le habló a Osric, él ni siquiera había notado que la chica se le había acercado.

-El entiende –contestó el biólogo, que parecía completamente ido en su propia mente.

- ¿Cómo? -preguntó la etóloga intrigada de lo que era lo que estaba hablando su compañero.

-Jared, él puede entender lo que hablamos.

-Osric, eso no es posible, es un sireno salvaje, una cosa es que los cautivos puedan aprender a comprender el idioma, pero un salvaje no tiene manera...

-Tengo una idea –interrumpió sin embargo el científico, alejándose de la chica con dirección a la parte interna del centro.

-Pero bueno – Emily simplemente suspiró con frustración al verse sola, para luego comenzar a seguir a su compañero dentro.  

SirenosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora