amarte, mi necesidad

capitulo 3: Aceptarlo

Poché

Traté de no hacer ruido al llegar a casa pero no funcionó de nada ya que al abrir la puerta me encontré con mi papá sentado en el sofá, sus ojos me recorrieron y por un momento pensé que explotaría y diría mil y un cosas que seguramente solo afirmaría pero jamás cumpliría, era mi día a día.

No pude contener la vista, su mirada era firme y solo agaché la cabeza, era ilógico seguir insistiendo con algo que no sucederá, él tomó su decisión y no iba a cambiarla por nada del mundo así que solo cerré mis ojos para evitar que mis lágrimas se hagan presentes pero no pude, iba a correr a mi habitación cuando unos brazos envolvieron mi cuerpo, no tenía intenciones de abrir los ojos así que me aferré a los brazos de mi papá, lo extrañaba, extrañaba esa demostración de amor entre nosotros y ahí me pude dar cuenta.

_ ¿Dónde te metiste? Te busqué por todos lados poché, me preocupé mucho

_ perdón papá, solo quería estar sola

_ creí que usabas tu habitación para eso, poché por favor no vuelvas a hacer eso – solo asentí pero no quería soltarme, siento que en cuanto lo haga volveré a sentirme tan vacía como siempre.

_ solo trataba de ordenar mi cabeza papá – él se separó de mí y limpió mis lágrimas, no quise seguir hablando y tampoco tenía mucho que decir.

_ quiero que sepas que no cambiaré mi decisión respecto a la escuela, el lunes asistirás y trataras de rehacer tu vida, hija solo quiero que vuelvas a ser la de antes y si no se puede al menos una que vea la vida de otra manera, vive poche, experimenta, trata de encontrarte y sé feliz – todo lo que dice está tan lejos de la realidad pero no quiero desmentirlo, él parece ser feliz cuando miento diciendo que lo intentaré y no cambiaré eso.

_ está bien papá, trataré de hacerlo – dije lo más convincente que puedo ser

_ me conformo con eso, ahora ve a descansar porque tienes que comprar muchas cosas para la escuela y seguramente vale querrá ir contigo a comprar todo.

_ descansa – fue lo único que se me ocurrió y subí las escaleras hasta mi habitación, quisiera cerrar los ojos y que cuando los abra caiga en cuenta que solo se trataba de un mal sueño, un horrendo sueño, si tan solo todo fuese más fácil y pudiese expresar lo que siento en palabras quizá sería diferente, pero no, nunca pude hacerlo y ahora menos, con mi madre aquí nunca tuve que decirlo porque ella ya lo sabía y nunca supe cómo, ella era la única que me entendía aun si yo no quería decir ni una sola palabra o lo negara siempre, ella sabía que es lo que yo necesitaba.

_ poché....

_ duerme vale – dije abriendo la puerta de mi habitación

_ te quiero – me quedé quieta por unos segundos y giré para ver a mi hermana, tenía los ojitos rojos y el pecho me comenzó a doler, fue por culpa mía que estuvo llorando, de eso no tengo dudas.

_ yo también te quiero vale, vuelve a dormir que mañana me tendrás que acompañar a comprar las cosas para la escuela

_ ¿si iras? – dijo acercándose

_ no tengo otra opción ¿no? Ahora ve que tienes que dor...

_ ¿te puedo dar un beso? – solo asentí y me incliné un poco, le di un abrazo y luego corrió a su habitación, amo a mi hermana, pero solo logro lastimarla con lo que digo o hago y eso me frustra mucho, ella no se merece nada de eso.

Respiré profundo y cerré la puerta, necesitaba descansar hoy fue una noche llena de sorpresas para mí y no fueron de las buenas, aun no entiendo cómo es que casi hago una locura, estuve tan cerca de acabar con todo.

Preferí dejar de pensar en eso, ya suficiente tuve con repetirlo en mi cabeza hasta llegar a casa, cerré los ojos y me quedé profundamente dormida.

Cuando desperté tomé una ducha con agua fría, me puse ropa cómoda y solo me puse algo de maquillaje, al bajar a la cocina encontré una nota de mi papá donde me decía que utilice la tarjeta de crédito para comprar lo que necesite, solo vi la tarjeta en la mesa y cerré los ojos pidiendo ayuda cuando vale bajó corriendo a saludar.