Poché
No podía perder más tiempo así que corrí en cuando vi a Kim, era mi oportunidad de hacer sufrir al bicho, tiene que admitir que les tiene miedo a los juegos un poco peligrosos, aunque solo implica un poco de altura.
_ hola Kim necesito que me ayudes
_ poché ¿Qué haces aquí?
_ vine con vale y el bicho – dije señalando a las dos mientras Kim caminaba en dirección a ellas
_ hola Kim – dijo vale corriendo para abrazarla, siempre congeniaron muy bien y era prácticamente mi única amiga.
_ ¿Cómo estas Dani? – el bicho iba a responder, pero me apresuré a hacerlo por ella, quería diversión pues es lo que le daré.
_ justamente por eso te necesitábamos ¿cuidarías a vale mientras nosotras nos subimos a ese juego? – lo señalé y vio inmediatamente al bicho
_ ¿no tienen miedo? – respondió sorprendida y claro que no dejé responder al bicho
_ dijimos que subiríamos a todos los juegos y que nos partiríamos el trasero es obvio que no tenemos miedo, o..... – vi al bicho y estaba completamente aterrada, yo solo esperaba que dijera que no quiere subirse porque tiene miedo, pero como ya es de costumbre, me retó.
_ subiré a cada uno de esos juegos, hasta que aceptes que tú eres la que tiene miedo
_ suerte con eso – dije sonriéndole, estábamos muy cerca y casi que nuestras narices se tocaban ¿Por qué simplemente no admite que es una cobarde?
_ ¿se van a besar? – escuché y me alejé de inmediato, esto sí que fue incomodo, pero el bicho solo me sonreía
_ ni que tuviese tanta suerte – dijo viendo a vale y creo que me puse más roja de lo normal, quería matar a valentina por decir que nos besaríamos y al maldito bicho por decir aquello y actuar como si nada.
_ camina, y Kim cuida a mi hermana – dije tomando la mano del bicho para llevarla a la fila de aquel juego, conforme iba avanzando y viendo cómo funcionaba mi respiración como que se aceleraba un poco, de lejos no se veía tan aterrador como ahora
_ si tienes miedo podemos dejarlo y buscar otro – dijo sonriendo
_ ¿Qué te hace pensar que tengo miedo?
_ bueno, digamos que me estas destruyendo los dedos – señaló hacia abajo y me di cuenta que aun seguíamos tomadas de la mano, no sabía que decir ante esto y no podía inventar alguna excusa del por qué sujetaba de esa manera su mano.
_ perdón por eso, pero no era miedo sino adrenalina, ya casi es nuestro turno ¿no te emociona? – dije y ella cambió su expresión, ¡genial! Ella tiene que desistir primero así no seré yo quien admita que se caga de miedo.
_ corrección, ya es nuestro turno – giré mi rostro y era cierto, estábamos a punto de subirnos y ella que no se echaba para atrás.
Ninguna de las dos lo admitió y ya era demasiado tarde para eso, el juego giró levemente para que más personas suban y en la multitud pude ver a vale y Kim.
_ ¿Por qué no admitiste que también tienes miedo?
_ tu tenías que decirlo primero – dije en el mismo tono y ella se cubrió el rostro con las manos
_ voy a morir y todo será tu culpa María José – estaba realmente asustada y para que miento yo estaba igual o peor que ella, pero tenía que ser fuerte por ambas, nada ganamos poniéndonos histéricas.
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amarte, mi necesidad
أدب الهواةDaniela calle una joven llena de ideales y planes a futuro llegará a la vida de María José Garzón en el momento correcto, ayudándola a conocerse y afrontar sus miedos, se descubrirá y descubrirá sentimientos reprimidos, sentimientos que la ayudaran...