amarte, mi necesidad

capitulo 18: regalo y Decisiones

Poché

Los días pasaban y cada vez se acercaba la maldita clase de baile, ahora ya no lo odio porque si, ahora es más porque tengo que aguantar las ridiculeces de Matu y su grupo, no la soporto y si no fuese por el bicho ya la hubiese puesto en su lugar hace mucho.

_ ¿estás lista para mañana?

_ ¿Qué hay mañana?

_ tus clases, las que tomas con calle

_ todas mis clases son con el bicho, Kim

_ sabes muy bien a que clase me refiero poché, así que no te hagas la desentendida

_ está bien y no, claro que no estoy lista hasta ahora no se ni porque sigo en ese lugar ¿sabe que Matu me sigue provocando?

_ si, calle me lo dijo y me pidió que intentara controlar tu genio cuando ella no está y Matu te provoque – yo la vi sorprendida, eso si no lo sabía y no me gusta nada lo que estoy escuchando.

_ ¿Qué te dijo, que? – Kim me veía como si se acabara de dar cuenta de su metida de pata

_ se supone que no te lo tengo que decir, pero no te enojes con ella, solo quiere que Matu no se salga con la suya y sabes que a veces no puedes controlarte y explotas sin pensar – me había descrito a la perfección, pero ella no tenía por qué saberlo.

_ así que ahora eres amiga del bicho ¿Qué más te dijo?

_ solo me pidió eso y sí somos amigas, hablamos unos días después de conocernos e intercambiamos números - ¿Por qué ella tuvo su número antes que yo? Se supone que yo la conozco desde antes.

_ ¿ella te dio su número un día después de conocerte? Esa niña no aprende, pero me va a escuchar cuando la vea

_ ¿estás celosa? – dijo Kim desconcertándome

_ ¿Qué? Kim ella no puede ir por la vida repartiendo su número a todo mundo, prácticamente siempre está sola y no todos son lo que aparentan, sabes muy bien a lo que me refiero – es como si no me escuchara y solo tomó mi bolso para sacar mi teléfono.

_ tú también lo tienes

_ ¿Cómo sabes? – pregunté arrebatándole el celular de la mano

_ porque ella me lo dijo, solo quiero ver como la agregaste tú porque ella puso unas siglas que no entendí, muéstrame – dijo insistiendo, pero no quise hacerlo

_ ya me voy, tengo clases – ella se puso de pie y caminó conmigo, obviamente insistió mucho pero no se lo mostré

Pasé por la cafetería, pero no vi al bicho ahí, se me hizo raro porque ese parecía ser su lugar favorito, siempre estaba ahí con el grupo de Sebastián. Aun había tiempo así que decidí ir al baño, quería refrescarme para no quedarme dormida en química, desde la última vez la profesora me odia y al bicho también, iba a abrir la puerta cuando escuché hablar a Matu.

_ lo haremos mañana después de clases, tiene que aprender que con nosotros nadie se mete

_ pero si alguien nos ve, podríamos estar en problemas

_ siempre está sola así que eso no es un problema – decía ella tan segura de sí misma, quise entrar y darle su merecido en ese mismo lugar, pero me contuve y preferí ir al salón, ¿ahora que tramaran? Claramente hablaban de mi pero no les tengo miedo.

La profesora llegó, pero no vi entrar al bicho, eso me alarmó un poco, pero Matu y su grupo estaban en clase así que ellos no tuvieron que ver. Esperé a que alguien tocara la puerta y fuera ella pidiendo disculpas por llegar tarde pero jamás apareció.