amarte, mi necesidad

capitulo 31: Arquitecta Garzón

Calle

_ poché, bebé responde

_ humm – decía con los ojitos cerrados

_ ¿por qué te molesta que piense en él de manera romántica? – ella se aferró mucho más a mí hasta que en una voz casi inaudible intentó responder

_ porque...cre..o..que..me..gu... - estaba expectante a que terminara de hablar pero se quedó dormida, eso le pasa por tomar, quedamos en nada de alcohol y apenas se enoja toma lo que le da la gana, pero mañana me va a escuchar.

Cuando desperté ella ya no estaba, eso me parecía un milagro porque siempre es la última en despertar y eso que yo tengo que despertarla, revisé el baño y no había rastros de ella, su ropa seguía ahí así que no creo que haya salido en pijama a la calle.

Pero cuando bajé las escaleras me encontré con la mejor de las escenas, en mi vida me hubiese imaginado esto y más viniendo de ella.

_ ¿poché que haces? – ella se sobresaltó y luego se tomó el pecho respirando más tranquila

_ se suponía que te estaba haciendo el desayuno para que me perdones por haber tomado ayer pero no sé qué carajo estoy haciendo – intentaba no reír, pero verla completamente sucia y la cocina un desastre era inevitable para cualquiera, no me creo que esta es la misma chica que apenas podía hablar porque no soportaba a nadie.

_ ¿te ayudo? – ella se negó

_ mejor te invito a desayunar a algún lado, en verdad no sé que estoy haciendo, en el video de YouTube se me hacía más fácil, esto ni se cocina – dijo mostrando unos panques en la sarten

_ creo que no encendiste la cocina – dije señalando que eso no tiene fuego y ella se golpeó la frente embarrándose aún más de harina y ya no me pude contener estallando en carcajadas

_ no te burles calle, al menos lo intenté ¿Cómo iba a saber que eso estaba apagado? Estuve esperando por casi 10 minutos – los gestos que hace son tan tiernos que solo quiero tomarle el rostro y llenarlo de besos ¿Cómo puede ser tan linda?

_ ok, ya no me reiré, pero ahora tengo hambre – ella corrió hacia las escaleras y luego regresó por mi

_ me ducharé rápido, tu ve cambiándote – no me dio tiempo ni para responder cuando se metió a la ducha dejando abierto la puerta del baño.

Estaba eligiendo la ropa que me pondría cuando vi la silueta de su cuerpo desnudo cuando me encaminaba a la cama, se untaba jabón por todo el cuerpo mientras tarareaba algo, estaba perdida en esa maravillosa imagen cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo, era su privacidad y yo no puedo hacer eso, ¡dios ¿Qué te pasa Daniela?! Ella es tu amiga.

_ ¡calle! – escuché su voz y me sacó de mis pensamientos

_ ¡dime! – respondí tratando de controlar mi respiración

_ olvidé la toalla ¿me la pasas? – vi sobre la cama y en efecto ahí estaba, la tomé y caminé hasta donde estaba ella, solo extendió el brazo y la tomó, quise salir de inmediato

_ calle – me giré rápido y choqué con ella, estuvimos a punto de caer, pero eso no era lo que me asustó, sino que por poco nuestros labios se juntan, ella se detuvo a tiempo y creo que yo también.

_ perdón soy muy torpe – dije disculpándome y ella me sonrió

_ no pasa nada, fue mi culpa por llamarte y era solo para pedirte ayuda con la crema, ¿podrías ponérmelo en el tatuaje?

_ claro ¿Dónde están? – ella señaló la repisa y la tomé, cuando estaba por salir del baño, ella me detuvo un momento

_ un momentito – esperé a que me dijera que siguiera y cuando por fin lo hizo ella ya tenía puesto el jean, solo que estaba sin camiseta y dios, tenía un cuerpo de infarto.