26/Noviembre/2018Mi día no ha sido el mejor, las clases estuvieron algo aburridas, algo no, muy aburridas y por poco me quedo dormida ¿Pero cómo no? Si no dormí lo suficiente por el concierto, cuando terminé las clases fui a directamente a casa de la señora Marie, en donde trabajo cuidando a su hijo Brian de 7 años, fue el único trabajo que encontré cuando llegue aquí, además me pagan muy bien.
—Ailana ¿Cómo estás?—me preguntó la señora Marie cuando llegue a su casa.
—Muy bien señora Marie ¿Y usted?
—Bien ¿Qué tal las clases?
—Como siempre—me encogí de hombros.
—Brian sale en media hora, en el microondas está la comida y tiene que hacer sus deberes—me informó.
—Si señora.
—Ya me tengo que ir a trabajar, me llamas cualquier cosa—asentí antes de verla salir por la puerta de su casa.
Salí de una vez para ir por Brian, tengo que caminar y si voy con tiempo no tendré que afanarme, es realmente horrible no tener mi propio auto, ya tengo mi licencia ya que Anahí me llevo a sacarla, pero no sirvió de nada porque con lo que gano cuidando a Brian me alcanza exactamente para mis gastos, la comida y lo del transporte por si salgo a algún lugar, pero como no salgo entonces me quedan algunos ahorros que guardo para algo importante, no los gasto en bobadas, en algún momento necesitaré dinero para algo y ahí lo tendré.
Llegué a la Escuela de Brian y espere al otro lado de la cera mientras que salían todos los niños alborotados, ya saben como son, veía algunas cabezas hasta que vi a Brian que salía con una niña muy bonita, cabello negro y ojos miel.
—¡Ailana! Mira ella es Camille, es mi nueva amiga y me invitó a su casa a comer—me dijo Brian emocionado.
—Hola Camille, soy Ailana y creo que primero deberías pedir permiso a tu mamá para invitar a Brian y tú—mire al niño—Tienes que también pedirle permiso a tu mamá para ir.
—Mi tío viene por mi, él puede llamar a mi mamá para decirle— me informó la niña.
—Y tú puedes llamar a mi mamá— aparecen esos ojos de cachorro a los que no me puedo resistir.
—Si su mamá dice que si, entonces yo llamaré a tu mamá— les dije y ellos chillaron emocionados.
Les compre un helado mientras esperábamos a el tío de Camille, el cual creo que se olvido que tenía que venir por la niña.
—¡Tío!—escuché a la niña gritar.
—Llegó el tío de Camille, vamos— Brian me llevo casi corriendo hacía donde corrió la niña.
—Ellos son Ailana y Brian ¿Puedes llamar a mamá para que Brian pueda ir a comer a la casa?—levanté la vista para ver al hombre que estaba al lado de Camille y en frente mío.
—¿Solo Brian? ¿Ella no va a ir?— no recordaba su voz, pero solo escucharla ya me irritó.
El pianista metiche.
—Así que Alana ¿Vas a ir con nosotros?—la forma en que dijo mi nombre me molesto.
—Ailana—le corregí irritada.
—Lo siento, Ailana ¿Vienes con nosotros?
—¡Si! También va a ir ¿Verdad?— preguntó Camille.
—Si, solo tenemos que llamar a mi mamá para que me de permiso—le dijo Brian.
—Donde comen 3 pueden comer 5, los llevaré en mi auto ¿O tú tienes?—me preguntó y él sabía que no lo tenía, lo sabía perfectamente.
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Coincidir ©
Teen FictionAmor. Una palabra que no estaba en mi diccionario, una palabra que quería dejar atrás junto a la niña que deseó ser hoy, pero que no volverá por más que quiera. Hombre. Un ser que me exigía dejar en el pasado, pero uno de ellos cambia mi presente y...