14/Febrero/2019Quisiera decir que desperté de buen humor el día de hoy pero la verdad es que no, tuve que madrugar ya que me cambiaron una clase para más temprano y cabe aclarar que no soy mucho de madrugar, no me gusta para nada, aparte que dado al cambió no pude desayunar y mi estómago ruge por comida, pero no puedo salir hasta que acabe la clase, siguiendo con las malas noticias se me olvidó mi trabajo en la habitación, tuve que rogarle al profesor que me dejará traérselo mañana que yo nunca le fallaba, al final si acepto no sin antes darme un buen regaño y una charla sobre la responsabilidad.
En pocas palabras, mi mañana no fue la mejor.
Hablé con Anahí hace un rato, bueno en si no hablamos ya que estaba de camino a la peluquería para arreglarse, ya saben, hoy es San Valentín, tiene que arreglarse para la cita que tiene con Dylan. Yo todavía tengo tiempo para arreglarme, además de que ya tengo mi outfit para esta noche, no tengo que preocuparme mucho.
—Aliana—alguien me llamó a mis espaldas.
¿De qué otra forma me van a llamar?
—¿Si?—respondí al tiempo que giraba para encontrarme con Milly.
Molly.
—¿Cómo estás?—me preguntó amablemente.
Ya sé a que viene todo, la banda, y también sé que me va a hacer perder el tiempo.
—Solo dime que necesitas Milly, no tengo mucho tiempo.
—¿Qué te hace pensar que quiero algo?—trato de sonar indignada.
—Que nunca hablamos, solo dime lo que necesitas y ya, no necesitas preguntarme como estoy o si ya comí.
—Entonces voy al grano, FullMoon tocará en unos días en una discoteca cerca, no alcancé a comprar boleta y como tu sales con el pianista quería saber si ¿Me puedes llevar contigo?— seguía analizando lo que acababa de decir.
—Milly, primero que todo, yo no salgo con el pianista, segundo, yo no he sido invitada y así lo estuviera no me tomaría el atrevimiento de llevar acompañante y mucho menos a alguien con la que nunca hablo— me encogí de hombros.
—Que odiosa eres, al menos me conformo con saber que tu tampoco irás—con su cara de desagrado que va cargada hacía mi, yo ya estaría tres mil metros bajo tierra.
—Y eso a mi no me quita el sueño, Milly—dije antes de salir de allí.
Al salir de la universidad comí algo liviano, para después ir a mi habitación y encerrarme entre mis cuatro paredes y esperar que llegará el momento de salir, hablé con mis padres casi una hora contándoles como me iba y ellos quedar seguros de que me estoy alimentando bien, de una vez guarde mi trabajo en la mochila para que mañana no se me olvidará. Cuando ya no tenía que hacer me recosté en la cama, mire mi celular que marcaba 3:40 pm, todavía tenía bastante tiempo para empezar a arreglarme así que me acomodé mejor en la cama y de un momento a otro ya estaba totalmente dormida.
{Cuatro horas después}
A lo lejos podía escuchar mi celular sonar ¿Qué si me molestaba? Claro que me molestaba, demasiado, estaban interrumpiendo mi hermoso sueño, con mucha molestia me levanté de la cama y tomé mi celular descolgando aquella llamada.
—¿Si?—respondí con voz ronca.
—Fiona, que gusto que contestes una de mi llamadas—escuché la voz de Thiago al otro lado de la línea.
—¿Eh?—no entendía de que hablaba.
—Te llamé varias veces durante toda la tarde, pero hasta ahora me contestaste.
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Coincidir ©
Teen FictionAmor. Una palabra que no estaba en mi diccionario, una palabra que quería dejar atrás junto a la niña que deseó ser hoy, pero que no volverá por más que quiera. Hombre. Un ser que me exigía dejar en el pasado, pero uno de ellos cambia mi presente y...