08/Diciembre/2018El dolor de cabeza que tengo en este momento es difícil de explicar, mis ojos y oídos me duelen, todo en mi entorno da demasiadas vueltas, eso no me deja saber con certeza en donde estoy, podría estar en el sótano de algún asesino serial apuntó de morir y no lo sabría.
Pero esa suposición se fue cuando salí corriendo a una puerta que supuse era el baño, donde vomité todo lo que pude comer en una semana entera, cuando vi el sanitario confirme que si era el baño pero además que era mi baño, me levanté y quedé de frente en el espejo, todavía tenía puesto mi vestido, eso es bueno, mi cabello era un desastre y pues como menos mal no me puse maquillaje, mi cara esta a salvo. Me cepillé los dientes y me di una buena ducha, que me ayudo a despertar un poco, al salir me vestí con un pantalón de tela y con una camisa de tirantes, busqué por todo lado mi celular pero recordé que lo había dejado en el bar.
Me recosté en la cama y trate de recordar que había pasado después de salir del bar, es que no me acuerdo de nada ¡Esto es horrible! ¿Y si hice algo malo? o ¿Si le dije algo a Thiago?
Algunas imágenes venían a mi mente, como flashbacks, de Thiago y yo afuera del bar, al lado había un bote de basura y yo ¿vomité? ¡Oh por Dios! ¡Vomité enfrente del pianista metiche! Eso es muy vergonzoso, lo peor es que él me ayudó ¿Cómo voy volver a verlo sin morirme de la vergüenza? Y no tuve suficiente con eso como para también dormirme afuera, eso significa que él me entro y me recostó en la cama.
¡Que vergüenza!
—Buenos días—llegó Anahí.
—Días, porque no son para nada buenos—murmuré con una almohada tapándome la cabeza.
—Venga, vamos a desayunar con todos.
¿Todos? Eso significa ver a Thiago, no quiero hacerlo todavía.
—No me siento bien, vayan ustedes—me excusé.
—Si te alimentas te sentirás mejor.
—No quiero salir, anoche ya fui de fiesta contigo, déjame el día libre hoy. Por favor.
—Bien, pero aquí te traje una aspirina, al menos tómatela y también traje tu bolso.
—Si, gracias—dicho esto ella salió de la habitación.
Me tomé la aspirina y me recosté en la cama un buen rato con las cortinas cerradas o definitivamente me daría más dolor de cabeza. El sonido de mi celular me hizo levantar para buscarlo en mi bolso, cuando lo encontré vi que era un mensaje de un número desconocido.
Desconocido: Amargada, veo que no viniste a desayunar, espero que te recuperes pronto de la resaca.
Solo con la primera palabra ya sé quién es y eso me hace calentar las mejillas de una vez, ni siquiera fui capaz de responder algo, solo deje el celular en la mesita de noche y me volví a meter entre las cobijas.
₪
13/Diciembre/2018
Todos estos días he estado evitando a todos los de la banda, pero sobre todo a Thiago, ellos me han invitado a bares y a uno de sus conciertos, obviamente por medio de Anahí, pero siempre decía que estaba muy ocupada con la universidad o que tenía trabajar, cosas que no eran verdad, pero ellos me creyeron y eso es lo que vale.
Pero hoy sería la excepción ¿Por qué? Porque Anahí otra vez me obligó a ir con ellos, sacando la excusa de que ya eran varios días sin salir de mi habitación y que tenía que aprender a socializar y además no iríamos a ningún bar, si no que harían una comida en casa de Sophie. Todas las veces que le dije que no iría, no sirvieron de nada, porque aquí estoy en la puerta de la casa de Sophie, vestida de una manera que no es la mía, ya que Anahí escogió otra vez mi ropa, un pantalón claro con varios rotos, unas zapatillas blancas y un crop top rosa que no se de donde salió, lo bueno es que alcancé a sacar una sudadera antes de cerrar la puerta y está es la que me protege ahora.
ESTÁS LEYENDO
Coincidir ©
Teen FictionAmor. Una palabra que no estaba en mi diccionario, una palabra que quería dejar atrás junto a la niña que deseó ser hoy, pero que no volverá por más que quiera. Hombre. Un ser que me exigía dejar en el pasado, pero uno de ellos cambia mi presente y...