Capítulo 11

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28/Diciembre/2018

Después de un rato de hablar con Thiago tuve que colgar ya que mis padres habían llegado y como es costumbre de la familia hicimos la cena juntos, cenamos y vimos una película en el salón, al acostarnos a dormir también hablé un rato con Thiago que me contó como le fue en su cena de navidad y después me quede dormida.

Ayer habíamos vuelto de casa de nuestros padres, tuvimos que pagar el viaje, los chicos volvían hasta mañana y nosotras no podíamos quedarnos allí porque la familia llegaría hoy.

Estoy recostada en la cama leyendo un ensayo que tengo que entregar cuando entre a la universidad, mi estómago me pedía comida pero hoy al desayuno comí demasiado y puedo volver a subir los dos kilos que ya pude bajar en estos días, no de la mejor manera, pero lo hice, odio cuando me da mucha hambre y no puedo comer hasta que sea el momento indicado, podría comer y comer si así lo quisiera, pero significaría que tendría que provocarme los vómitos para devolver todo y no me gusta mucho volver a hacer eso.

Mis manos comenzaron a temblor un poco y sentía que mi corazón se iba a salir de por el ritmo al que latía , sudaba demasiado que incluso me quite la sudadera que tenía puesta, a veces me daba ansiedad por comer y solo había una cosa que me podía tranquilizar, pero no quiero hacerlo, no quiero caer en la tentación.

Solo uno, para calmarlo.

Solo uno. Me levanté lentamente ya que sentía que cuerpo estaba más pesado de los normal y eso me cansaba, rebusqué en uno de los cajones con más necesidad de la que quisiera admitir, encontré la caja de cigarrillos junto a los tranquilizantes, tome un cigarrillo y lo prendí con el encendedor que estaba en otro de los cajones, me recosté de nuevo en la cama y le di la primera calada que al instante me relajo.

Solo será esta vez.

31/Diciembre/2018

El último día del año, antes de casi dos meses mi vida era totalmente normal, tampoco quería que cambiará, la costumbre siempre es más fuerte, pero todo cambió cuando Anahí me llevo a ese horrible bar. Toda mi vida dio un giró de 180°, pero diría yo que para bien, tengo a 4 nuevas personas con las que puedo convivir sin ningún esfuerzo, con las que me puedo divertir como no lo hacía hace 5 años, agradezco demasiado por eso, quizás al principio lo veía como lo peor que me podía pasar pero ahora no lo veo así, esto era lo que necesitaba, una nueva vida apartada de ese pueblo y de esas personas.

Estoy vistiéndome en mi habitación mientras que espero a que Anahí venga por mi, con los chicos quedamos de ir a la discoteca más grande de la ciudad para celebrar el año nuevo, pero hoy no voy a beber ya que...a decir verdad solo no quiero beber. Ayer Anahí me llevó a comprar lo que hoy tengo puesto, un pantalón claro que se me pega demasiado al cuerpo, algo que no me gustaba pero Anahí insistió en que lo comprará, lo acompañé con un buso negro manga larga y unos tenis negros.

—¿Lista?—llegó Anahí.

—Si—salí del baño en donde me estaba arreglando el cabello.

—Te ves bien, ya quita esa cara.

—No tengo más caras.

—Ailana.

—Solo me siento un poco...insegura.

—No de nuevo Ailana, eres perfecta tal y como eres—tomó mi cara entre sus manos—No vuelvas a caer de nuevo en eso, por favor.

—No lo haré—me dije más para mi misma que para ella.

Coincidir ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora