Capítulo 42

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03/Noviembre/2019

Hasta hoy nos entregaron el cuerpo de Thiago para poder...sepultarlo. Creo que este va a ser el peor momento de mi vida, ver como le dejan allí, tener que aceptar que ya de verdad no lo volveré a ver nunca más, que todo aquello que vivimos en un año fue una vida para los dos, nuestras altas y bajas, que todo será solo un recuerdo en mi memoria, porque en la de él ya no estará.

Anahí y Dylan pasan por mi, vienen con sus ropas negras que indican el luto en el que estamos, yo tenía mi ropa negra lista en la mañana, pero cuando estaba vestida algo vino a mi mente, pues en el armario vi aquel vestido negro con flores rosas, quizás no es una prenda para un funeral, pero recordé aquellas veces que lo llevaba puesto y estaba con él, entre esos, el día en que me emborrache y el día que me pidió ser su novia.

Amargada, bonito vestido.

Me encanta ese vestido.

Por esto es que decidí ponérmelo el día de hoy, en honor a su gusto, en honor a nuestra relación, en honor a él, a nosotros. Ni siquiera me importó ponerme algo de maquillaje, ni mucho menos peinarme bien, solo traía una coleta baja.

Ya llegamos al cementerio, aunque no lo crean hay demasiada gente, no, si lo pueden creer, pues Thiago era un gran hombre, demasiado amigable, obviamente tenía muchos amigos y conocidos.

—Unos amigos de Thiago quieren verte—me avisa mi hermana.

—No quiero ver a nadie.

—Ailana, no te cierres.

—No me estoy cerrando, solo no quiero que me den sus condolencias cada cinco minutos, que me recuerden la mierda que estoy viviendo—sollocé.

—No puedo obligarte a hacerlo—respondió después de un rato—Pero trata de no aislarte.

Estuve un gran rato sumida en mi, en mis recuerdos, mejor dicho en nuestros recuerdos, estaba sentada a unos metros del cajón en donde el amor de mi vida descansaba, pero al cual no podía acercarme por petición de la abuela y madre de Thiago, pues según sus creencias es malo acercarme al cuerpo en mi estado, así que solo me podré acercar cuando todo vaya a terminar, cuando tenga que despedirme para siempre.

Vi como todos le daban las condolencias a Cynthia y Louis, ellos solo podían asentir sin muchas ganas, algunos me miraban con lastima, otros tratando de descifrar mi lenguaje corporal, otros intentaron acercarse pero mi hermana y Steffany se los llevaban con ellas ¿Con qué excusa? No lo sé.

Trataba de no llorar mucho, pues no es de mi agrado hacerlo enfrente de personas que no conozco, pero a veces las ganas me traicionaron y terminé llorando en un pañuelo, solo para mi. Pero lo que de verdad me hizo llorar y sacar todo fue cuando Dylan habló, eso me destruyó.

—Yo...ammm... Estoy aquí porque no podía dejar que mi hermano se fuera sin escuchar unas palabras de mi parte... Thiago era una persona increíble, compartí con él los mejores momentos de mi vida, era un hombre sencillo, con en que se podía ser feliz con muy poco, hablábamos de todo, no había nada que no nos contáramos, bueno había una excepción: su vida amorosa, nunca estuve al tanto de lo que pasaba en ese aspecto, pues un día, mientras fumábamos encima del techo de mi antigua casa, prometimos varias cosas, entre esas, solo hablar de la mujer que era la indicada para nosotros, con la que veíamos un futuro a su lado, fui el primero en hacerlo, él ya estaba perdiendo la esperanza de que esa mujer llegara, pero un día llegó, y empezó a hablar de ella todo el tiempo, quería saber cómo ser el mejor hombre, intentaba siempre hacerla sentir cómoda, por eso, sé y aseguro que en este momento no estaría muy feliz de que ella este en medio de tanta multitud, él hubiera parado su funeral solo para que ella estuviera cómoda—su mirada cayó en mi.

Coincidir ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora