cap 11

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Emma

Las mujeres frente a mi están sumamente desconcertadas con mi ataque de risa.

Nunca pensé que un tic nervioso me salvaría el trasero.

Cuando estoy sumamente nerviosa, arrinconada en una situación de la cual no logro desprenderme me río. A veces divertida con la situación, a veces aterrada pero siempre logra desconcertar a la gente de mi alrededor.

Unos instantes más tarde siento una punzada de dolor en mi estómago, no debo de ser un genio para saber que el culpable es mi anterior ataque de risas.

Sin aliento jadeo tratando de recuperar el aire. No siento mis mejillas asi que mis repetidos esfuerzos por quitar mi sonrisa son en vano.

Ambas sirvientas tienen el entrecejo fruncido, sus expresiones  cambian de unas llenas de desconcierto a unas llenas de irá.

"Creo que se dieron cuenta que ellas son las causantes de mi ataque de risa" pienso aún divertida.

La chica pequeña, con unos kilos de más y pecosa la cual me gusta llamar *perro faldero* se acerca hacia mi caminando como si fuese la miss universo del reino y lo que viene enseguida hace que todo mi autocontrol muera en un instante.

Aspira, junta su saliva haciendo sonidos raros y luego...me escupe en el pie.

Realmente no siento nada en el lugar afectado. Estoy mojada y llena de tierra que en este punto ya se convirtió en lodo, así que es imposible que sienta mojado o algo así. Es la primera vez que me escupen así que no se como se debería de sentir.

"¿Porque aún sin sentir sensación alguna todas mis entrañas se retuercen?" Me preguntó tratando de mantener la cordura.

Jamás me imaginé algo más denigrante que eso. Me siento humillada en todos los sentidos es como si para ellas fuese algo menos que un simple insecto.

Dejo la caja de tazas a un lado. Diviso un pedazo de madera que esta tirada en el piso adentro del cuarto-casa de Daniel y  lo tomo.

Estoy hirviendo de irá, esto ha ido demasiado lejos, mi mente se nubla, dejo de pensar razonablemente de hecho dejo pensar totalmente. Me mueve la rabia que siento en este mismo instante.

Estoy caliente, siento que la sangre de mi rostro hierve, no solo eso, siento que cada gota de sangre en mi cuerpo hierve.

No me toma ningún esfuerzo alcanzarla en su camino de regreso con la pelirroja ya que camina sumamente lento como si fuera la reina del lugar.

Tomo su cabello por detrás con mi mano libre y lo jalo con la suficiente fuerza como para hacer que grité y deje escapar un sollozo lleno de dolor. Siento como intenta desesperadamente desprenderse de mi agarre rasguñando mi brazo, mi rostro, incluso llegando a los extremos de morderme, sin embargo no siento dolor alguno.

Mi mente dicta que esto no es suficiente, necesita sufrir más, necesito que sea tan humillada como yo lo fui, que se sienta tan sucia como yo me siento.

Jalo su cabello acercándola más hasta que estamos en una pocisión donde puedo ver su rostro y ella el mío. Ella suelta un chillido escandaloso el cual hace que mis tímpanos duelan.

La aviento con todas mis fuerzas, ella cae de lado dando un quejido agudo de dolor,  en cuanto sus ojos se encuentran con los míos me da una mirada que tiene una mezcla de miedo y odio, su expresión ni siquiera me inmuta.

Camino hacia donde ella se encuentra tratando de levantarse,  cada vez que lo intenta cae miserablemente, lágrimas de frustración empiezan a recorrer sus mejillas. Cuando cae en cuanta de que yo estoy a su lado empieza a temblar como un cordero asustado.

conseguí un harem en un mundo blDonde viven las historias. Descúbrelo ahora