conseguí un harem en un mundo bl

El arte de la seducción

Alexander

Le demostraré que no estoy precisamente enojado por una cuchara.

"Si me acerco más puedo besarla"

Lo haré despacio y con cautela si ella me da alguna señal de que no desea ser besada me alejaré. Si quiero seducirla es mejor no arrinconarla demasiado.

Eso no funciona. Lo sé por experiencia.

Tome su rostro entre mis manos y pase un pulgar por sus labios.

Ella se sobresalto. Creo que empieza a darse cuenta en qué dirección va la situación.

Me miró confundida. Si Confundida, ni siquiera avergonzada, timida o cualquier otra reacción que una señorita podría tener.

Y entonces me decidí, quería ver su rostro sonrojado, avergonzada y ella siendo timida.

Nunca la he visto siendo timida de hecho creo que el término timida no está en su diccionario. Es todo menos eso.

Acerque mi rostro al suyo tanto como para que nuestras miradas quedarán a la par. Y le di una mirada llena de deseo.

Un deseo ardiente que amenazaba con quemar mi cuerpo.

De solo pensar en besarla todo mi cuerpo respondía y me sentía acalorado.

Incluso mi corazón se llenaba con un cálido sentimiento. Un sentimiento extraño, agradable pero muy extraño.

Podía sentir su respiración agitada ¿O era mi respiración?

El sonido de su corazón latiendo rápido. ¿O era mi corazón?

No lo sé. ¿Que pertenece a ella y que a mí?

Me volvió a mirar pero está vez era una mirada impaciente. Casi tenía escrito en su frente. "Si vas a hacer algo hazlo rápido"

Y quise sonreír como un estúpido. No, está no iba a ser una sonrisa falsa que siempre doy para llevar a alguien a la cama, si no una genuina que pocas veces doy.

Jamás había pasado algo así. El amor, los sentimientos. Eso no va con mi trabajo.

Mi regla es compromete tu cuerpo, no tu corazón. Simple

Escuché un suspiro exasperado de parte de ella y entonces me besó.

Paso sus brazos por mi cuello, pegando nuestros cuerpos y juntó sus suaves labios con los míos. Pensé que solo iba a ser un beso corto algo insignificante, pero no termino allí.

Con su lengua separo mis dientes y se abrió paso entre mi boca. Para después enredarse con mi lengua.

Reprimi un gemido en mi garganta.

No me lo esperaba en lo absoluto, no se veía como alguien que siquiera hubiese dado su primer beso.

Ella está jugando con fuego.

Era un beso acalorado, pero por sus movimientos todavía era una principiante y sin embargo tomaba la iniciativa.

"Me gusta, Nada mal" Pensé divertido con la situación.

En algún momento ella besara tan salvaje como pelea. Y eso hace que lo esté esperando con ansias.

Si la voy a joder ¿Porque no disfrutarlo?

Enrede una mano en su alborotado cabello y la pegue a mi sacándole un suave gemido casi imperceptible. No deseaba terminar este beso, quería que durará un poco más.

Quería saborear su dulce boca tanto como me fuera posible.

No me había equivocado en su apodo. Dolcelzza que significa dulzura en zaa le queda muy bien.