conseguí un harem en un mundo bl

La inoportuna desconfianza

Regrese a la iglesia antes del anochecer, no me gustaba estar fuera tan tarde, la tasa de crímenes en lugares concurridos era bastante alta; aunque fuesen pueblos cercanos a la iglesia, de santos no tenían mucho. Si en la misma iglesia ocurrían un sin fin de pecados ¿Que podía esperar de fuera?

Apenas pase la barandilla de metal una Rosa asustada, sorprendida y muy molesta me recibió.

"Nada mejor que estar en casa" dijo sarcásticamente mi cerebro.

Me tomo con dureza del brazo, como una madre que encuentra a su hija en malos pasos y forzó a caminar a su lado. Sus mejillas rosas y sus ojos llorosos de la furia. Estaba en bastantes problemas. -¿Que hiciste emma?-Siseo con la mandíbula apretada, su agarre también tembló.

No entendí su descontento. Alce las cejas y sonreí con inocencia.-¿Que hice de que? Salí a comprarle un pastel a una de mis alumnas. Cumple años el lunes y quiero hacer de ese día algo especial.

Inhaló y exhaló irregularmente, las lágrimas que había estado conteniendo rodaron por sus mejillas. Sorbio la nariz y se aclaró la garganta mientras me miraba con una profunda decepción. Me sentía como una completa basura, y seguia sin saber porque. Creo que comienzo a entender a los novios.

Mordió su labio inferior tembloroso, luego su mejilla y luego parpadeo varias veces mientras miraba todos los alrededores. No sabía que intentaba hacer pero parecía estar buscando algo.-¿Con quién te acostaste?-Mierda, Mierda ¡Mierda!

Quedé estupefacta. ¿Que podía contestarle? 'Si, de hecho me acosté con un hombre poderoso y muy rico muy rico por lo que parece. Con un sacerdote, ah, pero no te preocupes que tú lo conoces. Y si te lo preguntas me acosté con el porque me chantajeó, quizás aquí no existe la quema de brujas pero si que existen los juicios por vender o comprar ese tipo de material'

El agarre de Rosa se apretó más allá de lo soportable.-Rosa, tranquila por favor. Me estás lastimando.-Hice una mueca.-Hablemos, pero aquí no. La gente es muy chismosa cuando no tienen nada que hacer más que dormir.

Negó con la cabeza tanto que después le dolería el cuello.-Dime la verdad ¿Con quién? ¿Que te hizo para que aceptarás?¿Lo hiciste por dinero?-La profunda tristeza de sus ojos, simplemente no podía negarme. No quería estar peleada con ella ahora que lo habíamos dejado todo.

-Caminemos.-Seque las lágrimas de sus mejillas con un pañuelo y la tome de la mano. Nos sentamos en una banca que estaba cerca, todo su cuerpo temblaba y su mirada aún me mandaba a la mierda aunque con un poco de indecisión, supongo que estaba a la espera de mis respuestas para mandarme con total seguridad.

Sus ojos se hincharon un poco al igual que sus labios, en su frente y pecho perlas de sudor brillaban, su cabello siempre bien peinado se había desordenado y su ropa arrugado. Algo había pasado, de eso estaba segura. Rosa no es de las que hace escándalos por diversión.

Exhale, reuniendo todo el coraje en mi. No me gustaba comunicar mi vida sexual a la gente, prefería mantener todo privado. Pero era Rosa y si lo preguntaba era por algo.-Si me acosté con alguien. Pero no fue por dinero-Le di un apretón a sus manos y sonreí, allí estaba para ella.

-¿Segura?-Limpio su nariz con mi pañuelo lo que me saco una sonrisa.-Lo prometo.-Conteste con serenidad.

-Ahora explícame que pasa.

Sorbio un par de veces su nariz.-Nos cambiaron de habitación a una privada en la iglesia y todas las mujeres ahora me odian porque piensan que por ser bonita fui yo quien se acostó con alguien.-En un movimiento rápido la abracé para consolarla. Su tono de voz era cada vez más fuerte. Le acaricie la cabeza y le hice saber que estaba allí, para ella.-Cuando las confronte y les dije que no había sido yo enseguida te tacharon de prostituta, dijeron que en muchos estados la prostitución ilegal era castigada y les costaban el cabello tan corto como a ti. Que de seguro eras una puta retirada.-No pude evitar que una risa se escapara de mi garganta. Si tuviera esa imaginación ya fuera la siguiente Oscar Wilde.