¡Corre!

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EMMA

Subimos las escaleras con cuidado, solo en ese momento hubo silencio entre nosotras, cuando estuvimos completamente arriba Abby retomo la conversación.

–¿Y el señor Archie?– Pregunto.

Alce ambas cejas–¿Todavía no te rindes?–Pregunte divertida.

–Es la última pregunta. Lo prometo.–Dijo con un poco de culpa, esperando a que me pusiera a su par.

Exhale.–Bien, bien.–Temía que me hiciera esa pregunta porque como ya antes lo dije el es increíblemente bueno. Incluso la diferencia de edad no seria un inconveniente porque no está mal visto en la sociedad casarse con un hombre mayor.

El problema no es el. Soy yo. No lo conozco lo suficiente, tal vez sea demasiado desconfiado de mi parte pero el mundo me ha enseñado a no confiar a la primera. Tal vez sea un buen hombre con un pensamiento independiente y no le importe la sociedad en lo absoluto. Y posiblemente es incluso una mejor opción casarme con el que ir en busca de un futuro incierto a la ciudad del fénix.

–No lo sé.–Conteste sinceramente.–Es tan bueno que no creo que pueda ser real y a la vez tengo miedo de que si lo sea.–Mi mirada cayó al piso, temía que pudiera ver a través de ella si le seguía sosteniendo la mirada.

Ella abrió los ojos sorprendida. Probablemente no se esperaba esa repuesta de mi parte. Sinceramente yo tampoco.–¿Porque tiene miedo?–Pregunto vacilante. Y luego agrego.–No tiene que responder si no lo desea. Siento ser tan entrometida.–Sus mejillas se tornaron rojas a causa de su vergüenza.

–Yo...–Mi voz salió tambaleante.–Tengo miedo de que trate de aprovecharse de mi por qué soy joven y quizas aún demasiado ingenua. Tampoco siento nada por el, es atractivo y en general todo lo que ofrece... pero no siento nada por el, ni siquiera creo que lo pueda ver como un objetivo amoroso, bien podría ser mi padre.–Frunci el entrecejo recordando que este había abandonado a mi madre. En ese momento quise callar pero ya no había manera alguna. Todo salió de mi boca.–Y creeme no quiero un padre.–Suspire pesadamente.–En conclusión sabré quién es (o quienes) en cuanto lo vea. (O los vea)

Su boca formó una gran O.–Señorita..¿Usted ya ha estado enamorada?–Me pregunto con un entusiasmo contenido. Sus ojos brillaron con curiosidad.

Sonreí.–La vida es muy corta como para enamorarte una vez.– Repetí las palabras que alguna vez escuché de una amiga en mi mundo anterior. Ella cambiaba de novio cada semana así que...creo que tenía mucho amor que dar. No pude evitar reír ante ese recuerdo.

Espere un poco pero no hubo respuesta alguna por parte de Abby.  Cuando ví que no entendió muy bien tuve que simplificar un poco más mi respuesta.–Si, me he enamorado más de una vez. Pero que ames a alguien no significa que este te vaya o tenga que corresponder. Tan solo puedes atesorar ese hermoso sentimiento.

–Entiendo.–Dijo pensando mi respuesta un poco más. Espere otras dos o tres preguntas invasoras por parte de ella para mí sorpresa ya no hablo.

Cuándo volví a poner atención a mi alrededor estábamos solo a unos pasos de llegar a la puerta y extrañamente el guardia que me custodiaba no estaba. Tuve un mal presentimiento pero lo ignore, mi felicidad lo rebasó, por fin nadie estaba vigilando cada uno de mis movimientos o palabras. Al fin pude respirar en paz, aunque sabía que no duraría tanto como deseaba.

"¿Daniel me esta poniendo a prueba?" Pensé desconfiando de la situacion. "¿Será está la calma antes de la tormenta?" Aproveche para respirar de nuevo antes de volverme a preocupar.

–Es hora de irme señorita–Dijo Abby sacándome de mis pensamientos. Parecía preocupada por qué no estaba el guardia, no podía mentir yo también lo estaba. Mire con atención, la antorcha encendida indicaba que el se había ido hacia poco tiempo. Quizás había ido al baño. Opté por esa hipótesis, parecía lo más obvio.

conseguí un harem en un mundo blDonde viven las historias. Descúbrelo ahora