Traición esperada

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Emma saco un hermoso vestido turquesa de su guardarropas, necesitaba cambiarse a algo un poco mas elegante. Hoy era un día importante, tenían visitas. Denisse había llegado de imprevisto, por ahora Alexander la estaba entreteniendo dándole un recorrido por el castillo. Ya que ella había insistido demasiado y bueno Alexander estaba buscando pistas encubierto.

Lo que es igual a estar coqueteando descaradamente con cualquiera sirvienta o noble, en general alguna mujer. Haciéndose pasar por un nuevo asistente de daniel. Si contará cuántas veces lo había visto besar a alguna sirvienta no podría con una sola mano. Sin contar los gemidos que luego escuchaba cuando exploraba los alrededores del castillo, su cabello alborotado y ropas arrugadas.

"Solo espero que use protección" pensaba emma mientras se vestía.

Normalmente una sirvienta debía de ayudarla a hacer eso pero aún le incomodaba que la vieran desnuda así que las había corrido de la habitación. Le gustaba pasar su tiempo a solas aunque a Daniel no le agradara eso. Quería mantenerla vigilada con la excusa de que podría estar en peligro pero ella sospechaba que había algo más, solo que no insistía demasiado.

Lavo su rostro y tomo un abrigo. Tan pronto como termino de ponerse el abrigo salió apresurada queriendo ver a la que podría llamar su nueva amiga. Abrió la puerta de su oficina y entro haciendo el menor ruido que le fue posible, tomo asiento justo frente a su escritorio esperando a que el se diera cuenta de su presencia. Ya era la segunda vez que se encontraban en el día la primera había sido muy temprano, pues tenia clases con el a esa hora. Todo por su apretada y nueva agenda como heredero no designado del marques.

A pesar de que aun no había sido por completo reconocido las facciones que apoyaban a sus hermanastros principalmente al mayor, Divon había perdido una cantidad inmensa de poder. Los rumores sobre porque habían sido encarcelados cada vez cobraban mas fuerzas desde los mas inocentes hasta los mas descabellados. Claro ninguno realmente le llegaba a la verdad, lastima.

Carraspeó la garganta cuando después de cinco minutos el no le había dirigido una sola palabra. No se molestó pues sabía que no era fácil estar al pendiente del castillo, leyendo todos los informes que Alexander realizaba y prestando atención a los espías de la duquesa.

-¿Esperas a Denisse?-.Pregunto con su nariz metida entre las dos pilas de documentos.

Emma sonrió.-Si.-Agrego.-Incluso me vesti para la ocasión.-Murmuro para si misma emocionada.

Daniel resoplo. O era inocente o era tonta. Pues es más que evidente que debe de sospechar de ella.-No puedes verla. Es una espía, si la vez lo más probable es que te asesine.-Le informo con una voz serena y la mirada aún clavada en los documentos. No le quedó más que informarle. Lo que quería era mantenerla a salvó y esa era su única opción. No quería que fuera a la boca del lobo.

La información le cayó a emma como un bote de agua fría. No supo que responder de hecho fue bueno que estuviera sentada porque si no lo más probable es que se hubiese desplomado.-Ella...-Susurro con incredulidad. Aún no podía creerlo.

Daniel trago grueso. Sabía que a su sirvienta la noticia no le caería de lo mejor.-Si, ella sabe todo, inclusive les ayudaba. Tu no eras su primera víctima pero prometo que serás la última.- Se levanto de su asiento y se dirigió hacía ella. En un intento de consuelo coloco una mano en su hombro y lo apretó.-Siento todo lo que está sucediendo.-Mordió el interior de su mejilla. Todo estaba sucediendo por su culpa. Si emma no fuera cercana a él no le hubiese pasado nada. Sus hermanastros no la hubiesen siquiera mirado. O era ese su pensamiento.

Pero el mismo conoce su egoísmo. Aun aún sabiendo que tal vez emma estaba mejor antes no se arrepiente de haberla arrastrado con el y ahora tenerla a su lado, no solo eso, no le importaría seducirla con todas las riquezas que posee solo para que no se vaya.

conseguí un harem en un mundo blDonde viven las historias. Descúbrelo ahora