CINCO MINUTOS MÁS...

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Charles tenía un trabajo de porquería que odiaba, pero era lo único que había podido conseguir con las pocas habilidades que había adquirido durante su niñez. Abandono sus estudios a los trece años y sus conocimientos sobre ciencias, matemáticas y física eran menos que básicos. Después de ser descartado de varios empleos y despedido de otros más, se había quedado sin opciones y había tenido que acceder a trabajar vendiendo su cuerpo. Recordaba que después de renunciar a sus estudios tuvo que conseguir de inmediato un empleo y así lo hizo, obtuvo un puesto en una panadería cercana a su casa. Le dieron la oportunidad aun con su poca destreza en repostería y todo parecía marchaba de maravilla. Hasta que después de dos semanas sin percances, mágicamente se habían desaparecido unos cuantos dólares de la caja registradora y todos lo acusaron a él, al necesitado e indefenso chico de ropa gastada y pantalones rotos. Para ese momento su madre estaba cansada de mantener a un inútil y bueno para nada, que no era capaz de llevarle unas cuantas monedas para comprar cigarrillos y alcohol barato. Así que sin decir más nada, Sharon tomó una bolsa negra para basura y puso todas sus pertenencias, que consistían básicamente en cuatro playeras y dos camisas viejas, tres pantalones de mezclilla y dos pares de tenis y lo sacó en pleno invierno de su hogar. Y cómo si la boca de su madre profiriera vaticinios, le aseguró que lo único bueno que podría hacer con esa cara inocente y ese cuerpo perfecto, era venderlo. Charles lloró porque él no quería terminar en las calles dando su cuerpo por unas cuantas monedas. Y así, rodando entre los suburbios fue que conoció a Raven. Una hermosa y joven prostituta que le dio un espacio en su casa y que le ofreció trabajar en el burdel en el cual ella trabajaba. Él rechazó el ofrecimiento amablemente asegurándole a su nueva amiga que conseguiría algo pronto y que le pagaría un alquiler simbólico por permitirle quedarse en su casa.
Y así fue que encontró empleo en una pequeña empresa que prestaba los servicios de limpieza de casas. Era un trabajo cansado, pero le hacía ganar buen dinero a la semana y así darse el lujo de hacer dos comidas al día. Todo se fue al caño cuando conoció al hijo de la dueña. Charles mentiría sí dijera que Logan lo enamoró para utilizarlo, ya qué él no había puesto resistencia y cayó simplemente rendido ante los encantos del hijo mayor de los señores Howlett. Él era su primer novio y el hombre del cual estaba ilusionado, así que accedido a tener relaciones sexuales porque estaba completamente enamorado de él, ¿Y quién no?. Si Logan tenía todo. Era guapo, inteligente y con una aura de seguridad que impactaba, para Charles que era solo un chico de dieciséis, Logan lo era todo. Como era de esperarse y después de algunos encuentros sexuales, Charles quedó encinta y la señora Howlett al enterarse lo corrió sin contemplación. Logan supo del embarazo, pero tampoco hizo nada para defenderlo y pedirle que se quedará, después de todo él era hijo de familia y un universitario con un futuro prometedor. Después de que Charles fue botado con el pago de su semana, jamás volvió a saber de aquella gente, ni de la señora Howlett y tampoco de Logan. Hizo lo que pudo para conseguir otro empleo durante los meses en que gestaba al bebé que llevaba en su vientre, fue una temporada tranquila y hermosa. Pero todo se puso realmente mal cuando al poco tiempo de nacido, Daken tuvo problemas para respirar y le diagnosticaron asma. Cuando su empleo como tendero en un café no era suficiente para medicamentos y nebulizaciones, fue que acepto la invitación de Raven para trabajar en "Sweet lips", que era una casa de escorts y prostíbulo. No estaba particularmente orgulloso de su trabajo, pero ganaba lo suficiente para pagar una renta compartida con su amiga y para solventar los tratamientos de su hijo. Y así de ese modo, ya habían transcurrido cuatro largos años, su pequeño estaba por cumplirlos y estaba a nada de entrar al preescolar. No podía sentirse más orgulloso de sí mismo, al haber podido mantener a su hijo por si solo y sin la ayuda de su padre biológico. Charles amaba profundamente a Daken, era todo para él y adoraba que su hijo fuese un niño feliz e inteligente, y muy activo a pesar de tener que vivir con su inhalador en la bolsa del pantalón.

Mini Fics CHERIKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora