VIII. El tiempo de las luciérnagas.

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Capítulo VIII.

Inexorable.

Charles volvió a la habitación hasta pasada la madrugada, Erik estaba esperándolo sentado al borde de la cama. Desde que lo vio entrar supo que estaba ebrio, así que no se atrevió a decir nada, no quería hablar o comentar algo que detonará alguna discusión después de los días tan tranquilos que habían vivido juntos. Lo vio avanzar hasta la cama y pegar la silla al borde. Subió a ella en dos movimientos y quedó tumbado de lado con la cara contra el colchón. Después de eso ya no se movió y Erik se levantó para ir del otro lado y moverlo para que se recostara de una forma adecuada. Trató de despertarlo, pero no lo consiguió. Moverlo sería imposible con un solo brazo, así que salió de la habitación y fue a buscar a Logan. Le comento que necesitaba ayuda con Charles y este ni siquiera pregunto para qué, solo lo siguió hasta la habitación.

Ambos entraron y Charles seguía en la misma posición, Logan prácticamente lo cargó para dejarlo acostado sobre su costado derecho, Charles empezó a murmurar al principio y después nombró a su amigo,

—Logan,

—¿Qué sucede Charles?,

—Dile que se vaya,

—¿A quién?,

—A Erik. No lo quiero aquí, – Erik regresó a ver a Logan y su semblante estaba dolido,

—Erik se quedará, porque al igual que tú necesita descansar,

—Él se va a ir ahora mismo de mi habitación, – Erik asintió y caminó rumbo a la puerta.

Logan dejó a Charles y fue detrás de él para detenerlo antes de salir,

—No te vayas, está muy ebrio y no sabe lo que dice, – Erik hizo una mueca parecida a una sonrisa amarga,

—Es mejor que me vaya. Le diré a la señora Hellen que venga a apoyarte con el aseo de Charles y por favor quédate con él toda la noche, eso me dejaría más tranquilo, – Logan asintió y lo dejó partir. Hellen llegó después y Erik fue directo a la cabaña de trabajadores a descansar. Al menos intentaría hacerlo, toda la situación con Charles lo estaba sobrepasando.

Charles despertó con resaca y un humor insoportable. Vio a Logan dormido en el sillón individual a un lado de su cama, después volteó a su lado izquierdo y Erik, no se encontraba ahí,

—Logan, despierta, – esté bostezo y abrió los ojos,

—¿Qué sucede Xavier?,

—¿Y Erik?,

—Ayer por la noche lo corriste de tu habitación, – Charles se tocó la nuca y desvío la mirada antes de hablar,

—Es mejor así, Logan. Así será todo más sencillo,

—Espero que no te estés equivocando, Charles, – este regresó a verlo decidido antes de contestar,

—Yo nunca me equivocó, Logan. Y por favor, al salir, ve a buscar a Erik y dile que quiero platicar con él,

—¿Qué venga aquí o al despacho?,

—Aquí. Quiero hablar de como se siente. Si él ya está mejor, deberá volver a la casa de los trabajadores,

—Y vas a sacarlo así, sin más. Prefieres que él crea que eres un desgraciado, a confesarle que todo lo que haces es para protegerlo de la loca de tu hermana,

—Mide tus palabras, Logan. No olvides que por muy amigos que seamos, aún sigo siendo tu patrón,

—Al diablo con eso, Charles. Es imposible verte actuar y no tratar de ayudarte, es como verte ir directo al matadero,

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