EL RESCATE IV.

247 28 16
                                    

Capítulo IV.

Una semana pasó de modo tranquilo para ambos, nadie intervenía en el cuidado de Max al cautivo y ellos se habían acercado cada vez más.

Erik había conseguido los medicamentos de forma ilícita para mantener saludable a Charles. Le compraba comida diferente cada día y había conseguido un pantalón deportivo y calcetas por que temía que se resfriara y enfermera en esa fría habitación.

Lehnsherr se abrió ante Charles al confesarle que nunca había conocido a sus padres. Que había vívido en casas de acogida entre maltratos y abusos hasta los dieciséis años cuando escapó y fue directo a vivir a las calles. Ahí aprendió el oficio de robar carteras y bolsos, no mintió al decirle que jamás había consumido drogas pero que si las vendía y mitigada de vez en cuando su dolor y culpabilidad en botellas de whisky o ron barato que conseguía en cualquier autoservicio. Qué había conocido a El Jefe en un casino, omitió que ese desgraciado era dueño del lugar y que le había hecho un préstamo significativo tras la deuda que tenía con el mismo casino. Le mencionó que había huido de la ciudad para no pagarle pero la gente de ese hombre había dado con el y ahora estaba participando dentro del secuestro para pagar aquella deuda. Charles creyó cada una de sus palabras y las tomó por ciertas, y se aferró en un abrazo a Erik después de que este le dijera que el era el único que había logrado tocar su corazón frío y sin sentimientos.

Charles lloró otro tanto a su lado, al decirle que su madre era la única que se preocupaba por él. Qué desde que nació había estado enfermo y que su padre había decidido que no tendría más hijos como él. El seguía sin entender que su padre pesé a ser un científico prominente siguiera con aquellas ideas retrógradas y culpara a los genes de su madre por los defectos congénitos con los que había nacido. Erik lo abrazó y le aseguró que no había nada malo en él, que era por mucho el hombre más hermoso que conocía y que aquello se complementaba con la belleza de sus sentimientos y personalidad. Charles le sonrió dulcemente y creyó cada palabra, Erik no podría ser tan bueno para mentir y mirar a los ojos con amor como lo hacía con él.

Esa mañana había algo diferente, Charles no percibía ningún ruido o señal de que alguien estuviese afuera y eso lo alarmó. Por lo regular había el sonido de un televisor o la radio, pero ahora el silencio era casi sepulcral. Empezó a sentirse nervioso y lleno de ansiedad, ¿Y si Erik se había ido y si lo habían abandonado ahí por que su padre no había querido pagar el rescate?, pero si era así, ¿No sería más fácil matarlo que dejarlo vivo como evidencia para meterlos en la cárcel?.

La puerta se abrió y brinco un poco asustado,

-¿Estás bien, amor?, - respiró fuerte y Erik le quitó la mordaza,

-Pensé que te habías ido y que me habías dejado aquí, - Erik quitó la venda y vio sus ojos llenos de miedo,

-Jamás haría eso Charlie, - Charles se lanzó abrazarlo con fuerza, -Salí por qué no hay nadie, aproveché para traerte unas cosas.

Erik le mostró una bolsa, con artículos de uso personal en tamaño de viaje, un par de playeras de manga larga y pantalones de dormir, había varios pares de calcetas afelpadas,

-Está por entrar el invierno y debo mantenerte calentito, - Charles le sonrió y besó en los labios, -También te traje varias bolsitas con chocolates, - Charles le volvió a sonreír y se abrazó de su cuello para besarlo con más efusividad.

Erik le tomó por la espalda y metió la mano debajo de su playera para tocarle la piel y Charles se erizo por completo y siguió profundizando el beso. Lo acostó y se posicionó encima de él para besarle el cuello, los leves suspiros de Charles le incitaron a más. Quitó su playera y lo contempló con la cara sonrojada y el cabello desordenado,

-Deberíamos parar, - dijo Erik ansioso y Charles negó con la cabeza,

-No te detengas, por favor, - Erik se abalanzó de nuevo para besar su torso y viajó hasta su oído,

-Tengo miedo de lastimarte, eres tan hermoso y frágil,

-No tengas miedo, yo no lo tengo. Contigo a mi lado no tengo miedo a lo que venga.

Erik le sonrió de modo dulce para seguir besándole cada rincón. Quitó su pantalón y luego el de Charles, ambos se entregaron por entero en aquel cuarto frío y aislado, olvidando que la realidad era más desastrosa de lo sus mentes podían dilucidar.

Los leves gemidos de Charles tras las primeras embestidas de Erik, lo alarmaron,

-¿Te estoy haciendo daño?, - preguntó sin aliento y Charles le sonrió sonrojado,

-Por el contrario. Estoy dichoso, jamás pensé que sentirse amado sería de este modo. Estoy tan pleno que podría morir ahora mismo, - Erik lo miro a los ojos y parecían brillar al punto del llanto,

-No digas eso. Voy a sacarte de aquí, - Charles asintió y Erik le besó los labios y después la frente para seguir con las embestidas en su estrecha entrada.

Charles gimió un poco más y con un ronco "te amo" no resistió el placer creado por las embestidas de Erik. Se corrió primero en un éxtasis que lo mantuvo lleno de dicha y placer hasta que su amante descargó su blanca semilla dentro de él, en un estruendoso orgasmo.

Ambos quedaron tirados en la cama hasta que el sonido de la televisión y pasos lo hizo volver a la realidad. Erik lo besó y le ayudó a vestirse antes de que alguien tocase a la puerta y los encontrará en una situación que pudiera comprometer el bienestar de Charles.

Solamente dos días pasaron de aquel encuentro, Charles estaba tranquilo por qué sentía sincero el cariño y amor de Erik y sabía que pronto encontraría la manera de escapar juntos de ese cautiverio.

Escuchó la puerta abrirse y la corriente de aire frío que llego hasta sus brazos se lo confirmó.

La voz del hombre que lo había amenazado hace días lo sobresaltó,

-Llevas un maldito mes aquí muchacho y se me esta agotando la paciencia. Tu padre asegura que no cederá a nuestras demandas pero estoy seguro de que tu madre lo hará, - Charles negó con la cabeza y de repente la mordaza fue quitada de su boca con brusquedad. Se mojó los labios antes de hablar,

-Mi madre no tiene dinero. Ella es una inmigrante escocesa que se casó con mi padre. Su familia en la isla es gente humilde y trabajadora, el único que tiene dinero es Brian,

-Le di una semana más al bastardo tu padre para pagar tu rescate, si no lo hace tendrás que morir. Eres una mala inversión, hemos gastado más en ti de lo que hemos recibido. Así que no lo olvides Charles, tu cuenta regresiva acaba de iniciar.

Erik llegó cuando Sebastián había terminado de pronunciar esas palabras. Lo miró atentó y sin ninguna pizca de emoción en el rostro, pero por dentro sabía que le quedaba el mismo tiempo para sacar de ahí a Charles y ponerlo a salvo.

Continuará...

S

aludos a todxs!!!

Pero en especial a midhiel
Seguimos festejando su cumple con otro capítulo de El Rescate.

Saludos también a todxs los que leen, dejan un voto y comentario, les prometo que me daré un tiempo para releer y responder a cada uno de sus comentarios.

Disculpen el retraso al publicar pero la semana se puso de locos.  El próximo capítulo demorará menos en ser publicado, es una promesa.

Un abrazo fuerte y nos leemos pronto...

Kika de Lioncourt🤓🦎

Mini Fics CHERIKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora