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ENDLESS LOVE. Capítulo XI. Final.

Solo quince días transcurrieron para que Erik decidiera mudarse definitivamente al departamento con Charles y los niños, su casa quedaría en renta por si en el futuro deseaban un espacio más grande o solo, tal vez, agrandar su familia adoptando algunos perros o gatos. Los días pasaban y todo estaba marchado bien en el departamento, los niños estaban felices por que Charles les había asignado una habitación a cada uno, y ellos habían decidido decorarlas personalmente, su papá Charlie no tuvo reparos en cambiarlas al color que ellos habían elegido, quería darles la posibilidad de expresar su creatividad.

Una tarde de sábado todos estaban dentro de la habitación de Peter pintando las paredes de un color azul Sonic, como el lo había pedido en la tienda de pinturas, todos sonrieron cuando dijo aquello al vendedor y Charles sacaba su móvil para mostrarle una imagen al señor que los atendía y así obtener el mismo tono de azul del veloz personaje. La familia entera daba color a la habitación cuando el móvil de Charles sonó, sonrió al ver la pantalla antes de responder,

-Hola mamá,

-Ho-hola cariño, ¿Cómo están?, - Sharon aun se impresionaba cuando su hijo la llamaba de ese modo,

-Bien mamá, pintamos la habitación de Peter,

-¿Y cómo están mis niños?,

-Contentos, han estado durmiendo con nosotros mientras se secan sus habitaciones, - la mujer sonrió al otro lado de la línea,

-Ayer hablé con Raven,

-¿Qué te cuenta mi hermana?,

-Sabes que ya tenía elegido el nombre del bebé, pero aún no sabían si sería una niña o un niño, ayer en la ecografía les confirmaron que será un niño, - Charles sonrió amplió,

-Qué alegría,

-Así es cariño. Les llamó por que queremos que vengan a comer a la mansión, me gustaría que mis nietos conozcan el lugar en donde creciste,

-Suena a una magnífica idea,

-Tenemos todo listo para pasar el domingo entero con ustedes,

-Mamá podríamos dejar el plan para el próximo fin de semana, podríamos llegar desde el viernes por la tarde y pasar el fin de semana entero con ustedes, - Wanda y Peter brincaban emocionados a un lado de su papá Charlie,

-Claro hijo, - la voz de Sharon sonaba desilusionada,

-Pero mañana pueden venir al departamento a pasar el día con nosotros, veremos películas y también podríamos ir a comer algún restaurante, ¿Qué dices?,

-Si cariño, estaremos ahí temprano, - el cambió en la voz de su mamá lo hizo sonreír, -Los esperamos mamá, saludos a papá,

-Claro amor, nos vemos mañana, - Charles colgó y los pequeños estaban emocionados,

-¿Mañana vendrán los abuelos?, - preguntó los mellizos,

-Así es mis amores, los abuelos vendrán mañana y el próximo fin de semana iremos a su casa que esta a las afueras de la ciudad, les va encantar, - Erik que permanecía con brocha en mano les sonrió a los tres,

-Entonces vamos a apurarnos a pintar y a salir a hacer compras para prepararle un desayuno delicioso a los abuelos, - una sonrisa de ternura y amor fue dirigida de Charles hacía él.

La tarde se fue volando en terminar de pintar la habitación y salir hacer compras para preparar un desayuno digno de los abuelos, que constaría de muchos pancakes, fruta picada en cubitos, jugo de frutas e interminables tazas de café. Al anochecer Erik estaba en la orilla de la cama acostado y Charles del lado opuesto, en medio Pet y Wanda, Peter abrazado a Erik y Wanda con los dedos enroscados en el cabello castaño de Charles que ahora estaba bastante crecido. Erik no podía ser más feliz, era un hombre pleno que prácticamente tenía todo, a un hombre hermoso en todos los sentidos que le acompañaba el día entero y que le brindaba su mejor sonrisa al despertar por las mañanas, con el cuál podía conversar de cualquier tema y que congeniaba en cuanto el cuidado y crianza de los mellizos, y también en los aspectos laborales. Charles le sonrió a Erik y este le devolvió la sonrisa,