EL RESCATE II.

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Capítulo II.

El día viernes había llegado más rápido de lo que Erik hubiese querido. Había arribado una hora antes de lo previsto, quería ver la zona y el movimiento de automóviles. Observar el ir y venir de transeúntes, y corroborar lo que Shaw le había dicho, que era una zona poco transitada y sin vigilancia. Después de peinar la zona comprendió por qué era el lugar ideal para secuestrar al jovencito millonario hijo de Brian Xavier.

Vio salir del club a un par de caballeros mayores y subir cada uno a su respectivo automóvil. Después otro par de hombres más jóvenes que se fueron caminando a pasos seguros en dirección opuesta a la Van en donde escudriñaba todo con sigilo. Observó a través del parabrisas y reconoció al instante al joven de la foto, era él pero algo no cuadraba. El infeliz de Sebastian jamás había mencionado que el chico era minusválido y que estaba en una silla de ruedas. Tomó su móvil y llamó de inmediato a ese malnacido,

-¿Lo tienes?, - fue lo primero que respondió Shaw.

Erik observaba como el joven se despedía de otro alto y de lentes,

-No,

-¿Y qué demonios esperas?,

-Nunca mencionaste que el chico no puede caminar. Está mal reptarlo, no lo haré,

-Me importa un carajo si piensas que es correcto o no Eisenhardt. Quiero que lo traigas aquí, ahora,

-No, - dijo seguro y seguía observando como el chico agitaba su mano para despedir al otro que se iba en su automóvil,

-Me importa una mierda tu renovada conciencia Max. Recuerda que me debes la vida, así que tráelo, ahora.

Erik colgó y golpeó el volante con furia. Se colocó la máscara y antes de bajar de la Van, observó en ambas direcciones. El único en esa calle era ese joven, que había avanzado apenas y unos cuantos metros de dónde se encontraba estacionada la furgoneta.

Respiró con fuerza y de cuatro zancadas llegó hasta él. El chico ni siquiera lo siento detrás. Erik seguía pensando que era un error secuestrarlo, pero aún así, le tomó la cara por detrás para taparle la boca. Charles empezó a moverse con desesperación y sin saber que estaba ocurriendo. Erik hizo chocar su aliento contra el oído ajeno para pedirle que no gritará. Charles asintió lleno de miedo y Lehnsherr se arrodilló frente a él. Charles lo observó fijamente y no pudo ver más que esos enigmáticos ojos verdes grisáceos, ya que la máscara le cubría el rostro. Erik vio los suyos de un tono azul cautivante pero que estaban cargados de terror y al borde de las lágrimas,

-No quiero hacerte daño pero no debes gritar, - Charles asintió de nuevo, -Promete que no gritaras, - el shock no lo dejaba responder y asintió de nuevo.

Erik olvidando todo protocolo, lo cargó y pegó con demasiada fuerza a su pecho. Charles vio en esa acción la posibilidad de tratar de quitarle la máscara. Apenas y sus dedos rozaron el plástico, cuando Erik lo abofeteó con fuerza para qué lo dejará en paz. El chico en sus brazos quedó inconsciente tras el duro golpe y ahora inerte, lo cargó como quién levanta una pluma de ave para llevarlo al interior de la Van.

Colocó sus brazos detrás de la espalda y ajustó las esposas en sus muñecas. Vio su rostro pálido e inanimado y un sentimiento de tristeza lo invadió al ver que con aquel sencillo golpe había conseguido romperle el labio. Estaba enfadado consigo mismo por caer en el chantaje de Sebastian para saldar su deuda secuestrando a ese jovencito.

Fue directo por la silla de ruedas la cuál dobló y metió dentro de la furgoneta, partió rumbo al cual sería el hogar permanente de ese joven hasta que su familia pagara el exorbitante rescate.

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