Capítulo 18

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Mata momentos

Realmente no sabía que estaba pasando. Cómo podía Lucas ser mi amigo de infancia, sí no tengo un recuerdo con el?. De verdad le gustaba?.

Al terminar el almuerzo, me dispuse con ayuda de Lucas a limpiar todo lo que se había ensuciado. Estaba realmente nerviosa, mi madre había salido a visitar a una de sus amigas. Sabía que eso era una excusa para déjame sola con Lucas.

Que loca eres, madre.

-No me digas que sigo poniendote nerviosa, pequeña- Había estado tan metida en mi mente que había olvidado que Lucas estaba a mi lado.

—Nunca me has puesto nerviosa, Idiota.

Ya habíamos finalizado de limpiar. Así que salí de la cocina y subí a mi habitación, sabía que me seguiría.

-Oh por dios, Alexa me estás invitando a tu habitación- Dice Lucas con ese tonito de inocencia. -Lo siento, pero pido antes mínimo unas 2 citas.

Ese comentario me había causado tanta risa y vi como esos hermosos ojos me veían con un hermoso brillo.

—Que fácil eres Thompson, solo con 2 citas te entregarías a mi?—Sigo su broma.

Al entrar en mi habitación, vi como observaba todo, como si no quisiera perder ni un solo detalle.

-Me entregaría a ti en cuerpo justo en este momento pues mi alma y mi corazón ya es tuyo.

Joder!... No negaría que me había sonrojado con su declaración, pero como sabía que no jugaba conmigo. Sé que había dicho muchas veces que el de verdad me quería pero que pasaba si yo no era suficiente?, sí no era lo el busca?, sí se aburre de mi simpleza?.

Malditas preguntas sin respuestas.

Cambia tú repertorio de piropos, no funcionan conmigo.

-Que mata momentos románticos eres, enana.

Sabía que me había dicho "enana" para sacarme de quicio pero no lo dejaría ganar esta vez.

Su celular comenzó a sonar y le espació para respondiera aquella llamada. Veía cada gesto que hacía, parecía algo fastidiado con la persona que estaba al otro lado de la línea.

Cómo había llegado a gustarme tanto el, en tan poco tiempo?.

-Quiero que conozcas a mi hermana.- Dice Lucas sacándome de mis pensamientos. Momento... Aquí es donde entró en pánico?.

Al parecer mi gesto de susto no paso desapercibido pues rápidamente añadió.

-No te sientas obligada a ir, es solo que quiere saber quién es la chica con la que pasó tanto tiempo- Dice rodando los ojos.

Hablas de conocerla justo ahora?.

Dios estaba realmente nerviosa.

-No, sé que eso te pondría muy pero muy nerviosa. Qué tal un almuerzo en mi casa el viernes?.

Bien, hoy era miércoles, tenía tiempo para mentalizarme no morir de un infarto por la situacion.

Esta bien. El viernes iré a tu casa.

-Muchas gracias, pequeña.- Dice acercándose y posando sus labios en mi frente.

Aquí damas y caballeros es donde Alexa Ashiko sufre un infarto.

Lucas se separa un poco de mí y toca mi mejilla con su mano, sus caricias me hacía sentir tan querida, tan cuidada, tan suya.

-Dios, eres tan hermosa.- Amaba como podía ser tan expontaneo. -Puedo besarte, pequeña?.

De verdad estaba preguntando tal cosa?. Obvio que podía besarme.

Sin pensarlo mucho me puse de puntillas y pose mis labios sobre los suyos. El beso tenía un ritmo lento pero dulce, era de esos besos que pueden transmitir cuando quieres a esa persona. Sus manos se posaron en mi cintura y sentí como acercaba mi cuerpo al suyo. Pensé que entraría en pánico pero no, me deje llevar por el y las caricias que ahora hacia en mi espalda.

Mi manos fueron hasta su cuello y fue allí donde todo el beso tierno desaparecio, se volvió intenso, pasional y necesitado. Pude sentir como nuestras respiraciones eran un desastres pero el mejor desastre que había escuchado. No tenía cordura para detener esto y gracias a los dioses que Lucas aún conservaba la suya.

Se separo de mí y recostó su cuerpo a la pared y yo solo me senté en mi cama, nuestras miradas seguían conectadas, había tanta tensión en la habitación, había tanto calor y había tantas ganas.

- Me estas volviendo loco, Alexa- Dice Lucas con una hermosa sonrisa en sus labios. Estaba tratando de recuperar la normalidad de su respiración al igual yo. - Es mejor que me vaya.

Había hecho algo mal, no debí besarlo, no debí volver tan intenso el beso.

-Hey, umpalunpa. No me voy porque no me haya gustado esto que pasó, me voy porque quiero hacer esto bien, quiero que confíes en mí y que cuando nos entreguemos mutuamente no sea solo sexo, quiero que cuando eso pase estemos haciendo el amor.

Y con esa última palabra salió de la habitación y yo me quedé allí estática, asimilando todo lo a que acaba de pasar. Todo lo que dijo era tan cursi y yo no era fan de eso pero en sus labios, en su voz fue tan perfecto, tan lindo.

Oí mi celular sonar fui a ver de que se trataba. Era un mensaje de  un número desconocido. No podía ser otra vez otra amenaza.

"Tú serás mía, solo mía".

Sabía quién era el creador de este mensaje, solo podía ser.

Carter.

Lo Perfecto en lo Imperfecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora