Capítulo 21

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¿Cena familiar?.

Momento incomodo? Donde?. Ah! cierto, justo aquí. Muy casual sentir el presentimiento que ya le caes mal a tu posible cuñada, no?.

-Tranquila, era una broma- Dice Lidia y besa mi mejilla en forma de saludo.- Piensan quedarse allí o pasarán a comer?.

Lucas toma mi mano y me guía a la entrada de la casa, al entrar no imaginé que la casa del chico raro, fuera tan normal por así decirlo. Las paredes estaban pintandas de un color champagne, los sofás tenían un color más oscuro, todo se veía tan perfecto, tan estrictamente pensado.

-Fue mi madre la encargada de la decoración, después de todo es lo que más le gusta- Me explica Lucas. -Molesta, subiré a mi habitación, llama a la puerta cuando todo esté listo.

Lucas sube los primeros escalones y sigo sus pasos pero las palabras de su hermana dejaron una gran vergüenza en mi.

-Sube el volumen de tu música, no quiero oír ruidos raros-Dice regalándonos una gran sonrisa.

Idiota... Escucho decir a Lucas muy bajo, supongo que para que su hermana no lo escuchará.

Al llegar a la puerta de su habitación, veo un letrero de color azulado con la palabra "sky".

—Este es tu cielo?—Pregunto señalando la puerta de su cuarto.

Lo veo negar con la cabeza.

-Pero puedo hacer que veas el cielo si así lo deseas- Sabía a lo que se refería, no era tan tonta para no entenderlo y supuse que estaba sonrojada. No negaré que me asusté pero el miedo pasó cuando lo veo reír.

-Asi me dice mi madre. Dice que soy su pedacito de cielo y que Lidia es su estrella favorita.- Explica entrando a su habitación.

Saben, esperé paredes de color negro, calaveras y cosas como esas, pero como todo lo que esperaba no fue así. Sus paredes eran de color blanco y en ellas habían dibujado mariposas de color negro.

—Las hiciste tú? — Pregunto.

-Si, no iba a permitir que mi madre lo decorara.

Habían nombrado mucho a su madre, pero no la vi al entrar. Seguro está en su trabajo o simplemente en su habitación, me gustaría mucho conocerla.

—Es algo hermoso, no sabía que tenías talento para dibujar.

-Oh, umpalunpa. Tengo muchos talentos sobre todo con mis dedos.

Acaso haría que me diera un infarto hoy. Aunque suene estúpido, este momento ha hecho que olvidé toda mi mala mañana.

—Oye, no sabía que te gustaba Jack— Digo señalando la camisa que tenía puesta.

-Me enteré por allí que te gustaba, así que la compré y me la coloque solo para ti.- Dice con una sonrisa en su rostro, no cualquier sonrisa, sí no una con la que haría que cualquiera cayera

Vi como Lucas daba un paso hacia mi dirección y eso solo significaba una sola cosa "peligro". Pero fui salvada por la campana, bueno no. Fui salvada por Lidia.

-Tortolos bajen a comer- Escucho de la voz de Lidia.

Y veo como una sonrisa se plasma en el rostro de Lucas.

-No sabes cuánto deseo besarte- Dice Lucas y pasa por mi lado y sale de la habitación.

Bueno damas y caballeros, listo para llamar una ambulancia porque ya me está dando un paro cardíaco.

Como puedo salgo de la habitación de Lucas sin caer en ningún escalón, mis piernas no me fallaron. Al entrar al comedor veo a un hombre muy parecido a Lucas sentado en frente Lucas.

Tomo asiento justo en el lado derecho de Lucas y colocó mi mano en su pierna, se veía tensó y quería que supiera que estaba para apoyarlo para lo que necesitara.

-Alexa.- Dice Lucas y me mira.

Allí supe que el asunto era serio, pues el solía llamarme "umpalunpa".

-Este es mi padre.- Continuo señalando al hombre de enfrente. -Martin, ella es Alexa, mi novia.

Y allí fue donde el mundo se paralizó para mí. Había dicho que era su novia, no su ligue, no su juego. Debía emocionarme?

-Un placer, belleza.-Dice el señor Martín. Y vi como los brazos de Lucas se tensaban.

Por educación respondí que el placer era mío. Y el almuerzo había comenzado, los platillos preparados por Lidia había quedado de maravilla, quizás mi madre debía pedir las recetas alguna vez. Todo estaba saliendo bien pero en la vida de Alexa Ashiko nada sale bien.

-Dime, belleza. Tienes como regresar a tu casa?. Yo podría llevarte- Dice el padre de Lucas.

Y por momento pensé que todo estaría en silencio pero un fuerte golpe sonó a mi lado, sabía que el culpable de ese golpe era Lucas.

-Para que te la folles como lo hiciste con Jade?.-Grita Lucas. - Ella no es como esa estúpida mujer. Y no pongas tu puta cara de inocente porque he visto como la miras.

-Yo solo ofrecía mi ayuda a tu novia, hijo.- Habla su padre.

Lidia trataba desesperadamente tomar a Lucas para que no se fuera encima de su padre.

-Tu bastardo, dejaste de ser mi padre el día que dejaste que mi madre se marchitara y moriste el mismo día que su felicidad acabó.- Veo lágrimas caer sobre las mejillas de Lucas. Nunca lo había visto llorar. - Querías follarte la puta de Jade, podías hacerlo, pero drogar a mi madre para vea esa mierda, abandonarla cuando su vida dependia de un hilo. Eso nunca, escuchame bien. Nunca te perdonaré esa mierda, hijo de puta.

Y con esas últimas palabras salió de la casa, Lidia era un mar de lágrima y su padre no tenía ninguna expresión de culpabilidad. Y aquí repito, momento incomodo justo aquí.

-Oye belleza, mi hijo exagera las cosas, no le prestes atención-Dice el padre Lucas dirigiéndose a mí.

-Maldita sea Martín, ten un poco de respeto por la que aún es tu esposa y por tu hijo.-Se exalta Lidia.- Lo siento porque esto allá resultado un asco y te pido disculpas por parte de Lucas por reaccionar así pero él tiene sus motivos, los cuales te contara a su tiempo.

Solo asentí, pues no sabía que decir. Tomé lo que había traído y salí de la casa, no había rastro de Lucas, supongo que debe querer estar solo. Camino a la parada más cercana de autobús y espero a la llegada del mismo. Toda la parada estaba desolada y eso a las 6 de la tarde asustaba.

Trate de distraer a mi mente de ese miedo constante de que seré atacada por alguien y me era imposible, quizás es ese sexto sentido activado o algo parecido, me pareció estúpido ese pensamiento, hasta que sentí una mano tapar mi boca.

Lo Perfecto en lo Imperfecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora